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El fiscal Elbio Laborde, de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) Nº 3 del Polo Judicial de Avellaneda, llegó al hospital Argerich en una camioneta de la policía bonaerense con el subjefe de la Regional. Subió hasta el cuarto piso y entró en la habitación para escuchar el testimonio de Antonio Raúl Lezcano, el joven discapacitado de 26 años que ayer fue arrojado desde el Puente Avellaneda por un grupo de manifestantes del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) y el de Macarena, la pareja de Lezcano y quien estaba junto a él en ese momento. Macarena pudo dar su testimonio pero cuando llegó su turno, Lezcano comenzó a hablar y poco después empezó a quedarse dormido. Las autoridades dejaron constancia de eso y estiman poder completar el testimonio la semana próxima en sede judicial.

Macarena tiene 24 años y está embarazada de cuatro meses. Ayer sufrió pérdidas y para poder llevarla al hospital Lezcano quiso pasar por el puente que estaba cortado. Fue ahí cuando los manifestantes lo agredieron y lo arrojaron al vacío. Macarena fue testigo del momento y su testimonio ante la justicia se extendió por más de dos horas. Describió el momento en que su novio fue arrojado a la rampa de acceso debajo del puente y cómo ella fue empujada y golpeada con la moto en la que se movilizaban por los manifestantes que estaban en el corte.

La causa está caratulada de forma provisoria como “averiguación de ilícito” y es investigada por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 3 descentralizada en Avellaneda del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.  Desde allí salieron oficios a canales de televisión para que les envíen las imágenes del momento en que Lezcano fue arrojado al vacío por los manifestantes que cortaban el puente. El secretario general del gremio, Juan Pedro Corvalán, dijo estar “afectado” por el hecho y presentó su renuncia. Aunque está mañana, en declaraciones radiales, consideró que todavía estaba reviendo la decisión.

Durante la mañana hubo un nombre que comenzó a sonar con fuerza en la investigación: “el negro Luis”. Aunque nadie dio datos exactos, el hombre habría participado de la organización del piquete aunque no formaría parte de las filas de SUPA ni de Exolgan, la firma de la que también habría habido empleados en el corte. Fue él quien llevó a Lezcano y a su mujer al hospital y les habría pedido que “no hagan la denuncia”.

Respecto de las demás personas que intervinieron, hasta el momento la única identificación con la que cuenta la fiscalía es la de las imágenes capturadas por las cámaras. “A ellos los empujaban de un lado a otro, no podían ver las caras. Está todo en las cámaras”, dijo uno de los amigos que acompañaba a Lezcano en el hospital.

Lezcano perdió una pierna hace más de diez años, en un intento de robo. Fue un 25 de septiembre, el día de cumpleaños de su mamá, Verónica. En la sala de espera del Argerich, Verónica dijo a Infojus Noticias que en ese momento su hijo “quedó tirado en el medio de la calle porque se resistió al robo de su ropa y zapatillas en Sarandí. Nunca encontraron a los que lo balearon”. Hasta entonces llevaba la camiseta del 9 en el equipo de Dock Sud donde era reconocido como un jugador habilidoso y goleador. Ahora trabaja como soldador, oficio que aprendió de su abuelo Ernesto Bullas con quien trabaja en la herrería familiar, cerca de la cancha del club.

Ernesto fue uno de los primeros en enterarse lo que había pasado ayer y él le avisó a su hija. Ayer a la noche y hoy a la mañana la mujer recibió mensajes amenazantes en su celular. "Recibí dos mensajes. Uno a la noche y otra a la mañana. El primero decía que hubiera sido mejor que lo mataran directamente y el otro que decía ‘se hizo loco y se terminó cayendo del puente’. Les respondí que ellos se habían hecho los locos y lo habían tirado desde ahí". La mujer tendría que presentarse en fiscalía en las próximas horas y realizar una declaración testimonial. Allí también se haría una captura de la pantalla del celular.

La vida de Toni, como todos llaman a Antonio, siempre pasó por “el doque”. Ahí nacieron sus hijos Oriana, que ahora tiene 9 años y Santiago que tiene 3. Los tuvo con Verónica y Roxana, sus parejas anteriores y a quienes conoció, al igual que a Macarena, ahí.

A más de 24 horas de haber sido arrojado desde el puente, Toni permanece internado en reposo y con la cabeza vendada, acompañado por sus familiares y amigos. Tiene fisura de mandíbula y del parietal izquierdo y golpes en los hombros, omoplatos y un importante hematoma en la cabeza, donde recibió 20 puntos de sutura.

En la cama 4120 del hospital  intenta superar la impresión y el miedo que le quedó después de lo que vivió. De hecho, sentado en una silla de ruedas y con la cabeza vendada su cuerpo dista mucho de la imagen que sus amigos describen de él. Sueñan con verlo moverse nuevamente y haciendo jueguitos con la pierna ortopédica “como él sabe”.   “La prótesis anterior se la donó un señor que lo veía siempre con las muletas y le regaló la pierna que tenía de su papá. Esa era la que tenía puesta ayer y se rompió toda. Ahora por suerte dijeron que le van a donar. Se comunicaron de un montón de lugares para ofrecernos piernas nuevas. Esperemos que cumpla”.