Infojus Noticias

Unos minutos después de las 12 Juan Cruz y Franklin Rawson, hermano y padre de Ángeles Rawson, subieron velozmente la escalinata de los tribunales de calle Talcahuano esquivando fotógrafos y periodistas. Juan Cruz vestía una campera negra, un pantalón de franela gris y zapatillas negras. Para evitar las cámaras se calzó una gorra azul con bordes rojos y el logo de la marca Topper en el frente. El joven declaró durante menos de veinte minutos. Negó que Jorge Mangeri -encargado del edificio y detenido por el asesinato-  tuviera copia de las llaves de su casa y dijo que no lo vio la noche del crimen en el edificio.

Dos policías vestidos de civil caminaban por los pasillos del 5º piso de Tribunales. Con la cabeza gacha, mirando un punto fijo en el piso, Juan Cruz aguardó veinte minutos sentado en el banco de madera frente a la puerta de mesa de entradas del Juzgado de Instrucción Nº7. De a ratos su padre le acariciaba la espalda para tranquilizarlo.

-Que tengan suerte- dijo en voz baja el juez Roberto Ponce –quien llevó adelante la causa en la primera etapa de la Instrucción- a los dos hombres que esperaban en el banco de madera. Ponce volvió a su juzgado y el joven ingresó al despacho del juez Javier Ríos.

Juan Cruz declaró durante menos de veinte minutos frente a Ríos, la fiscal Paula Asaro, Pablo Lanuse -abogado de su familia- y el representante de Jorge Mangeri, Marcelo Biondi. Según contó Lanusse, el joven respondió cinco preguntas: tres del juez y dos de la defensa. “Ratificó todo lo dicho en su declaración anterior”, contó una fuente judicial a Infojus Noticias.

Mientras Juan Cruz declaraba, Franklin Rawson esperaba sentado afuera junto a su pareja. Durante los veinte minutos que duró la declaración solo cruzaron unas pocas palabras. El joven salió acompañado de una chica, que le alcanzó la campera. Esperaron unos minutos hasta que salió Lanusse y bajaron. Por la puerta de Tribunales, los periodistas que hacían guardia solo vieron salir al abogado. Nunca supieron cómo hicieron los demás para escapar del asedio de las cámaras.

“No aportó nada nuevo a lo que ya se conoce”, dijo Biondi al salir de Tribunales. Según contó el abogado, Juan Cruz dijo que Mangeri no tenía copia de las llaves del departamento de PB A donde vivía Ángeles con su familia. También negó haber visto al encargado la noche del 10 de junio, el día que la adolescente fue asesinada. Después respondió una pregunta de Biondi. Dijo que nunca presenció una “conducta indebida” de parte de Mangeri hacia alguna mujer del edificio o del barrio.

Antes de Juan Cruz Rawson declaró otra testigo: la mujer que, varios días antes de la detención de Mangeri, envió un correo electrónico a la fiscalía recomendando que se lo investigara al encargado. La mujer dijo que se había hecho eco de rumores que le habían llegado a través de su empleada doméstica, que vive en una pensión de la calle Ravignani al 2300.

Las dos declaraciones forman parte de una batería de casi cincuenta medidas que dispuso el juez Ríos para avanzar en la investigación durante la feria judicial. Mañana será el turno de otros dos testigos: María Elena Leuzzi, titular de Avivi (Ayuda a Víctimas de Violación), quien dijo haber visto las llaves de Ángeles en el departamento familiar, y Dominga Torres, la empleada doméstica que trabaja en la casa.

Además, el juez ordenó secuestrar cuatro contenedores de basura cercanos al edificio de Ravignani 2360. Anoche solo se había encontrado uno de ellos, en la calle Arévalo entre Guatemala y Paraguay, que será peritado por la División Laboratorio Químico de la Policía Federal "a fin de determinar la existencia de restos hemáticos, cabellos u otros fluidos corporales con el objeto de realizar un análisis pericial comparativo, morfológico y de ADN con las muestras de la víctima y el imputado".

Fuentes judiciales confirmaron a Infojus Noticias que también se esperan los análisis de cámaras de seguridad de la zona y algunas pericias, entre ellas la del auto de la familia de Ángeles, en la que se encontró rastros de sangre y la de una sábana hallada en el departamento que también tenía una mancha de sangre.

Ángeles Rawson tenía 16 años y apareció asesinada el 11 de junio pasado en un predio de la CEAMSE, en José León Suárez. Tenía dos vueltas de hilo sisal en el cuello, los muslos y pies atados, y una bolsa de nylon en la cabeza. Había desaparecido un día antes en Palermo. Por el crimen el encargado del edificio Jorge Mangeri quedó detenido en la madrugada del sábado 15 de junio, tras caer en una serie de contradicciones y por haberse auto incriminado frente a Asaro.

La principal prueba contra Mangeri es que encontraron su ADN en muestras tomadas debajo de las uñas de tres dedos de la víctima, en lo que habría sido un acto de defensa.  El 3 de julio, Ríos lo procesó con prisión preventiva por el delito de “homicidio agravado por alevosía”. La pena prevista para este tipo de delito es de prisión perpetua.

Sergio Opatowski y otro de los hermanos de Ángeles son los únicos familiares de la joven asesinada que vivían en Ravignani 2360 que no declararon declarado en la causa. Si bien el único acusado, el encargado Jorge Mangeri, ya fue procesado, la Justicia sigue investigando al círculo íntimo.