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El lugar es apacible, rodeado de verde, pájaros y arboledas añejas. La Clínica Privada del Parque es el centro elegido por ricos y famosos para recuperarse de adicciones y problemas psiquiátricos. Promete tranquilidad y privacidad en un entorno agradable. Nada de todo eso encontró una chica de 25 años que llegó ahí buscando superar dos violaciones recientes y los abusos que sufrió de parte de su padre cuando era chica. Durante una madrugada de la semana pasada la violó otro paciente mientras ella estaba dopada. La causa quedó a cargo de la UFI Descentralizada N°1 de Ituzaingó, a cargo de Gabriela Millán, quien dispuso que la víctima fuera sometida a un tratamiento de profilaxis en la clínica Modelo de Morón.

A los 20, la joven, después de un tiempo de terapia, logró contarle a su terapeuta que fue abusada sexualmente por su padre durante varios años. Contarlo significó un alivio. Después de hacerlo empezó, de a poco, a llevar una vida “normal”, superando su timidez. Comenzó a ir a reuniones familiares, a tener amigos y a ir a la facultad. Consiguió un buen trabajo en una empresa grande en Don Torcuato. El año pasado, un día tras una jornada laboral, salió a la calle rumbo a la casa familiar en zona norte. Caminó unas cuadras para tomar el colectivo. Poco antes de la parada, en la intersección de la autopista Panamericana y la ruta 197, la interceptaron dos hombres. La asaltaron y la violaron. Después de revivir su peor calvario, cayó en un profundo estado depresivo e intentó suicidarse tres veces. Su familia, desesperada, decidió internarla en la Clínica Privada del Parque.

Tenía una habitación individual y ahí estaba, con la puerta cerrada, cuando la noche del domingo pasado entró otro paciente. La violó. Ella estaba indefensa, por una medicación que le habían dado minutos antes los médicos, pero estaba consciente. “La joven fue medicada, lo que la hizo entrar en un cuadro de somnolencia, indefensa, dentro de ese contexto fue atacada. El hombre, joven pero mayor de edad, está identificado por ella misma”, dijo a Infojus Noticias, Miguel Ángel Racanelli, abogado defensor de la joven.

Ella recién pudo contar lo que le había pasado el lunes a la mañana. Su mamá y su padrastro fueron a verla, preocupados porque no los había llamado el día anterior. Escucharon el relato horrorizados y salieron a hacer la denuncia. De inmediato la fiscal Gabriela Millán ordenó que la trasladen y la revisen en la clínica Modelo de Morón. “La revisación comprobó el ataque”, dijo Racanelli.

“Hay que ver si la droga que se le suministró era la adecuada para un cuadro como el de ella”, dijo Racanelli que prevé poner en las próximas horas a un perito médico de parte y a un psicólogo. Los listados de médicos y personal de seguridad de la clínica durante el horario en que se cometió el acto también formarán parte del material a investigar para establecer responsabilidades en el caso. “Ella –por la víctima- está en su casa, mientras la familia busca un nuevo centro que la contenga. Está muy mal, en este caso la realidad supera a la ficción”.

Las autoridades de la clínica comunicaron hoy que se pondrán a disposición de la Justicia y que analizan presentase como parte damnificada en la causa, ya que quieren aportar pruebas para demostrar que eso no sucedió en esa institución. Así se lo adelantó a Télam el abogado de la clínica, Hernán Rossi, quien dijo que si bien desde la institución no se pretende confrontar con la familia denunciante, tienen pruebas para aportar y probar que ese abusó no se cometió.

Rossi también negó que la joven estuviera "dopada", como indica la denuncia, ya que, aseguró, "la medicación obligatoriamente debe suministrarla el médico de la obra social que la atiende y no la clínica".