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Infojus Noticias

9-4-2015|7:30|Informe especial Nacionales
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En la madrugada de ayer

Desalojo: ¿qué pasó en La Salada?

En la madrugada de ayer, 400 policías desembarcaron en la feria más grande del país. Desarmaron y compactaron cerca de 2000 puestos. La Ribera, la más informal de las ferias que componen La Salada, había sido desalojada en 2012.

Por: Sebastián Hacher y Sebastián Ortega

Los días en los que no hay feria, la zona de Ingeniero Budge donde funciona La Salada parece una ciudad fantasma, solo habitada por miles de puestos vacios. Allí, a las cuatro de la madrugada de ayer, llegaron unos cuatrocientos policías y funcionarios municipales de Lomas de Zamora, apoyados por maquinaria pesada con la que arrasaron uno de los sectores más polémicos y violentos del predio.

Las topadoras derribaron los esqueletos de dos mil puestos que ocupaban veredas y calles aledañas a la margen sur del Riachuelo, y apilaron los metales hasta formar una montaña de hierros retorcidos. Luego entraron en acción veinte camiones compactadores que trituraron los restos de los puestos. El trabajo se extendió hasta las dos de la tarde.

La Salada es en realidad un conglomerado de cuatro ferias. Tres de ellas están organizadas en galpones y tienen un marco legal: son Urkupiña, Punta Mogote y Ocean. La cuarta funciona a cielo abierto. Se la conoce como La Ribera y no tiene dueños ni límites claros.  En 2012,  ese sector fue desalojado para construir el llamado camino de sirga, que recorre la magen sur del Riachuelo. En noviembre del año pasado algunos feriantes volvieron a ocupar espacios en la vereda y las calles aledañas. Junto con ellos llegó la violencia: en los últimos meses hubo al menos tres muertos por disputas de poder. El operativo de la madrugada de ayer se hizo luego de varias denuncias que hicieron feriantes y vecinos del barrio contra ese sector.

“La feria funciona los martes y jueves a la madrugada, por eso no había nadie, estaban solo las estructuras de los puestos”, dijo a Infojus Noticias Enrique Antequera, fundador de La Salada y administrador de Urkupiña. El empresario estaba durmiendo en su casa cuando lo despertó un llamado. “Eran las cuatro de la mañana. Me dijeron que había empezado el operativo”. El hombre no se sorprendió: “Algo se veía venir”, contó.

“No hubo ningún tipo de resistencia”, dijo a Infojus Noticias el jefe de la Departamental Lomas de Zamora, Marcelo Freire, uno de los jefes de la Bonaerense que estuvo al frente del desalojo. El fiscal Lorenzo Latorre -a cargo de la Unidad Funcional de Investigación (UFI) 4 de Lomas de Zamora- y el juez de Garantías Gabriel Vitale delimitaron el operativo sobre las calles Ribera y Ribera Sur entre Claudio Dianas y Newton.

-El margen del margen

La Ribera nació como el sector más informal La Salada. Durante años, los puesteros construyeron espacios de venta a orillas del Riachuelo y cuando ya no tuvieron lugar relllenaron la orilla del rio con escombros para montar más puestos. Hasta el tren que pasa por el lugar tuvo que aprender a bajar la velocidad para que los feriantes que instalados sobre la vía tuvieran tiempo de correrse.

El primer desalojo de La Ribera fue 2012 y se hizo en el marco de la causa por el saneamiento del Riachuelo. El fallo Mendoza -dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 2008- entre otras cosas ordenaba la liberación de 35 metros a ambas márgenes del Riachuelo: el camino de sirga.

En La Salada, cumplir esa manda judicial no fue facil. La Ribera tenía mas de diez mil puestos y un sin fin de dueños que controlaban de forma más o menos violenta partes del territorio. Hubo un largo diálogo –duró casi dos años- se armaron cooperativas para los trabajadores informales y se reubicaron unos mil quinientos puestos en predios que ya estaban en funcionamiento. Luego llegaron las topadoras. Aquel operativo fue coordinado por la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) con funcionarios del municipio de Lomas de Zamora y la ejecutaron efectivos de la Bonaerense y Gendarmería.

Después de limpiar los terrenos se construyó el Camino de Ribera y se instalaron miradores. Los datos oficiales dicen que, al día de hoy, el 89% del camino que bordea el Riachuelo en toda su extensión está liberado y el 78%  ya se pavimentó.

En marzo del año pasado el estado plantó otro jalón con el desembarco de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA). El primer aproach incluyó trescientos inspectores. Dos meses más tarde abrieron una oficina en la feria Urkupiña. Hasta el momento lograron regularizar la situación impositiva de unos 3500 feriantes. 

En los últimos meses, con la aparición de las disputas de poder alrededor de la feria, el trabajo de los inspectores se volvió más dificil. Por eso, desde el organismo vivieron el desalojo con alivio. “Es una tranquilidad porque se cumple con la obligación de mantener el camino de sirga liberado y porque nuestros inspectores vuelven a trabajar con seguridad”, dijo a Infojus Noticias Ivan Budassi, titular de ARBA.

-La vuelta de la violencia

La violencia en La Ribera volvió a hacerse visible a finales del año pasado y recrudeció con la llegada de la nueva temporada. La pelea era por reconquistar y controlar parte del espacio público para instalar puestos. El 11 de de febrero asesinaron a un hombre apodado “Luchín”. El cuerpo quedó tendido entre los puestos de La Ribera, tapado apenas por una manta. A su alrededor compradores y vendedores siguieron con la actividad comercial. Entre las ropas del muerto la policía encontró un arma calibre 45 y un cuchillo tramontina que no llegó a usar. Luchín, dijeron los feriantes, usaba chaleco antibalas, pero no le sirvió de nada: el tiro fue directo a la cara.

Dos semanas después, Luis “Pinky” Rodríguez murió por un disparo en la ingle. De esa ejecución hubo dos versiones. La primera decía que Pinky y Néstor “Chaco” Flores habían discutido en una estación de servicio del barrio y que terminaron la disputa a balazos. La otra, que cuatro autos emboscaron a la Hillux de Pinky y que se enfrentaron a tiros. 

Las tres muertes estaban atravesadas por la pelea de poder en la feria.“Nosotros fuimos los primeros desalojados –contó una vecina que supo tener un puesto sobre la Ribera y ahora vive a dos cuadras de la feria-, después empezaron a traer gente de afuera, de Fiorito, vinculados a las barras y se disputaron los puestos”.

El 19 de marzo, la DDI de Lomas de Zamora y la Dirección de Homicidios de la Bonaerense hicieron 23 allanamientos en Fiorito y Budge. Secuestraron celulares, dos escopetas, municiones armas largas y cortas. En el operativo detuvieron a nueve personas, dos de ellos directamente vinculados a las muertes de La Salada, cuatro acusados de encubrimiento y el resto por tenencia ilegal de armas.  “Eran grupos”, dijo aquel día uno de los jefes de ese operativo, “que se disputaban el control de una zona específica de la feria”. La misma que ayer quedó reducida al contenido de veinte camiones compactadores de basura.

 

SO/SH

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