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En el auditorio Manuel Belgrano, del edificio de Cancillería en Retiro, empezó una nueva jornada de actualización del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. La presentación estuvo a cargo del director de capacitación, comunicación y servicios al usuariodel Sistema Argentino de Información Jurídica (INFOJUS), Francisco Jaurena y del embajador Rubén Buira,  Director de Asuntos Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores, el el juez Gustavo Caramelo fue el encargado de exponer en el primer panel. Luego fue el turno de la presentación de Sandra Wierzba. La jornada continuará el viernes próximo.

Durante esta primera jornada se expuso sobre Derecho Civil constitucionalizado-convencionalizado y las bases axiológicas del Código Civil y Comercial, en el caso de Caramelo. Y en el de Wierzba, sobre la Persona Humana, capacidad, salud mental y bioética.

En el comienzo, y frente a un auditorio repleto, Jaurena resaltó el “placer y orgullo” que, como representante del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, significaba estar ahí y destacó “el trabajo articulado” entre el Ministerio y Cancillería. En tanto que también resaltó que el nuevo Código marca un “cambio de paradigma” e incluye un “cambio de lenguaje”, que tiene que ver con un “Código más “inclusivo, que amplía derechos”.

Cuando fue su turno de exponer, Caramelo, Juez, abogado egresado de la Universidad de Buenos Aires, donde hoy es profesor y  especialista en Administración de justicia, entre otras cosas, recordó que desde hace muchos años mantiene un especial agradecimiento con el Ministerio de Relaciones Exteriores. Explicó que era por un tema familiar que tuvo en el exterior y por el que recibió “asistencia excelente del personal consular”, lo que motivó que enviara cartas de agradecimiento a autoridades y medios de comunicación. 

Caramelo habló sobre el nuevo Código y la Constitucionalización del Derecho Privado y también se refirió al “cambio de mirada” desde donde éste último de aborda. “El nuevo Código pone al derecho privado en sintonía con los contenidos constitucionales y convencionales”, afirmó.

Luego se refirió al derecho Civil como aquello que busca mejorar la “calidad de vida de las personas” y que está vinculado a los proyectos familiares, económicos, etc, y el “derecho a la protección de esos programas en caso de afectación de injusticias”, agregó.

Cambios en la sociedad, cambios en el Código

Caramelo tomó como disparador los casos de inmigración que se dan en el mundo y las que hubo en nuestro país, que siempre tuvo una posición de “inclusión a lo largo de la historia argentina”, con la educación pública, con asimilación, “un país de puertas abiertas, que concede derechos”. Fue entonces cuando se explayó sobre los Códigos civil y comercial de Dalmasio Vélez Sarsfield. Contó que en 1869, cuando se votó el Código se hizo el primer censo que reveló que la mayoría de los ciudadanos eran analfabetos. “El Código tenía una barrera alfabética”, dijo y agregó que tenía una matriz de acceso selectivo. “Había una sociedad de inclusión- exclusiva. En la práctica excluía, a pesar de su inclusión”, completó. 

Niños y adolescentes y ancianos

El cambio en el paradigma del sujeto de derecho, la idea de sujeto único, en el que  “todas las personas son iguales ante la ley”, fue otro de los puntos sobre los que se explayó Caramelo. También abordó el tema de los sujetos vulnerables jurídicos, como son los niños y los cambios que se generaron, en general alrededor de la segunda guerra mundial desde el ámbito de las mujeres hasta el de la medicina, donde la penicilina amplió la expectativa de vida. “Somos una de las primeras generaciones que aprenden de los hijos”, ejemplificó.

Otro de los puntos que abordó de los cambios del nuevo Código Civil es el de los adolescentes, a quienes ahora se les “empieza a oír su voz”. Y también hizo referencia a la autonomía de los ancianos. Para dar cuenta de eso contó el caso en el que le tocó intervenir como juez, en el que los hijos de una mujer, que vivía por decisión propia en un geriátrico, quisieron demandar a la institución porque la mujer murió atropellada al cruzar las vías del tren. Caramelo contó como la autopsia daba cuenta de que la mujer estaba arreglada y maquillada al momento de morir, y que eso sumado al testimonio de una enfermera que les contó que la mujer tenía un novio que vivía en otra institución y lo estaba yendo a ver, lo hizo a él rechazar la demanda. “Murió cuando estaba yendo a ver a su novio. No murió porque el geriátrico la dejó salir, murió por amor”, dijo en medio de un suspiro colectivo de la audiencia. “Lo que hay que prever es que rol van a tener las personas mayores. Por la capacidad de vida”, completó.

Caramelo destacó la posibilidad de acceder al Código a través de Infojus, donde también hay una versión comentada. Y resaltó que el lenguaje más llano que tiene el Código.

Cuerpo, mente y bioética

Tras un break, fue el turno de la doctora Sandra Wierzba, que se explayó sobre las normas del nuevo Código que se relacionan con capacidad, salud mental, bioética.

Wierzba resaltó cambios sustanciales en lo que tiene que ver con el inicio y el fin de la vida, las críticas y debates que se dieron en torno al tema y la necesidad de conciliar extremos.  La jurista también se refirió a la “regulación explícita sobre derechos personalísimos”, la incorporación del cuerpo humano como un bien y la regulación del consentimiento informado, entre otros puntos. “El Código fue una construcción colectiva”, resaltó.

Marcó también los “cambios trascendentes en lo que tiene que ver con el fin de la  existencia de la persona humana”, en los artículos 93 y 94, que antes sólo se realizaba mediante la “verificación por funcionarios administrativos, notarios”.

Los derechos personalísimos fueron otros de los aspectos del nuevo Código a los que se refirió. La idea de un consentimiento, contar con la información suficiente, la muerte digna y el derecho a rechazar tratamientos, pero a aceptar cuidados paliativos también fueron parte de los puntos que abordó. “Lo que hace el nuevo código es flexibilizar quien o quienes pueden expresarse por el paciente en quienes no puedan hacerlo”, resumió.

Destacó la incorporación del principio de autonomía progresiva, incluido en el artículo 26, entorno de los menores de entre 13 y 18 años. Y también las directivas médicas anticipadas, contempladas en el artículo 60, en el que las personas plenamente capaces “pueden anticipar directivas y conferir mandato respecto de su salud y en previsión de su propia incapacidad”, fueron otras de las temáticas sobre las que Wierzba ahondó.

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