El periodista y titular del CELS, Horacio Verbitsky, declaró en el juicio por la represión de 2001, que dejó 5 muertos en las inmediaciones de Plaza de Mayo y una treintena en todo el país. Dijo que ordenar el Estado de sitio fue “una decisión torpe”.
El periodista y titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, sostuvo esta mañana que el gobierno de Fernando de la Rúa “fue el más sangriento en 33 años de democracia”. Y precisó: “Empezó con muertos en la represión a los maestros en Corrientes y terminó con más de 30 muertos en dos días”. Fue durante su declaración en el juicio por la represión que ordeno su gobierno el 20 de diciembre de 2001.
“Declarar el Estado de sitio fue una decisión torpe”, dijo Verbitsky. Recordó que eso mismo pensó la noche del 19 de diciembre, cuando poco antes de las 23, De la Rúa anunció la medida por cadena nacional. En aquel momento, conducía un programa de televisión y cuando se retomó la programación dijo: “Hemos escuchado el mensaje del ex presidente Fernando de la Rúa". Este mañana, sentado frente a los jueces José Martínez Sobrino, Rodrigo Giménez Uriburu y Adrián Martín, explicó que ante la dimensión de la crisis económica, política y cultural que se vivía "era una respuesta que no podía terminar de otra manera que con el alejamiento del presidente de la República".
En el juicio que se lleva adelante ante el Tribunal Oral Federal 6 están siendo juzgados el entonces secretario de Seguridad durante la presidencia de Fernando de la Rúa, Enrique Mathov, y quien comandó por esos días la Policía Federal, Rubén Santos. También hay otros quince ex policías acusados por la masacre que el gobierno de La Alianza desató, cuando pretendió despejar de manifestantes la Plaza de Mayo. Ese operativo terminó con cinco muertos: Gustavo Benedetto, Alberto Márquez, Gastón Riva, Carlos Almirón y Diego Lamagna, y cientos de heridos en el microcentro porteño.
El Estado de sitio
“Pese al Estado de sitio las multitudes habían salido a la calles”, aseguró Verbitsky. Y recordó que esa noche siguió los acontecimientos hasta entrada la madrugada. “Ya era tarde cuando en la televisión vi a una persona desangrarse en las escalinatas del Congreso, después de que un grupo de policías abrieron fuego con armas automáticas contra los que intentaban acercarse al edificio”, agregó. Hoy frente al TOF6, el periodista recordó que a la mañana siguiente, la del 20, a eso de las 8.30, fue con la Madre de Plaza de Mayo y vicepresidenta del CELS, Laura Conte, hasta la casa de gobierno.
“La valla ya estaba instalada”, apuntó y mencionó que tenían intención de pedir una audiencia con el entonces ministro del Interior, Ramón Mestre. Pero cuando llegaron les informaron que el funcionario no estaba. “Queríamos reclamar por la declaración del Estado de sitio, que desde nuestro punto de vista no tenía validez porque no había sido remitida al Congreso”, dijo. También iban a pedir por los detenidos y la heridos de la madrugada del 19 de diciembre.
Un comisario de la Federal, a quien describió como “la persona de mayor jerarquía” a la que vieron esa mañana, les dijo que los detenidos estaban en la comisaría 2ª y hacía allí se dirigieron más tarde con representantes de otros organismos. Al relatar cómo fue la búsqueda de los detenidos durante la represión, el periodista dijo que les negaron sus nombres. “Pedíamos los nombres de los detenidos y la policía no los daba. Los mandaba a Presidencia porque tenían que blanquear una situación que, sabían, era ilegal. Eran detenciones de facto”, afirmó.
Verbitsky describió la intención del gobierno: “Vaciar la plaza a palos y con clausura informativa, para ganar tiempo para la negociación”. “¿A qué negociación se refiere?”, dijo el abogado Rodolfo Yanzón, que representa a un grupo de heridos de balas durante esa jornada. Verbitsky habló del eje “(Jorge) Bergoglio, (Eduardo) Duhalde y (Raúl) Alfonsín” y aclaró que pusieron límite al intento de De la Rúa de negociar con el Partido Justicialista la continuidad de su gobierno. “Con una crisis evidente, la UCR no iba a bloquear el juicio político a De la Rúa, y en vez de enfrentar eso, firmó la denuncia”.
El ex subjefe de la Federal
Antes de comenzar el debate, el abogado de Mathov, Jorge Valerga Aráoz, le pidió al tribunal que considere un careo entre el entonces jefe de la superintendencia Interior de la Federal, Carlos Moyano, y el ex ministro de Seguridad bonaerense, Juan José Álvarez, sobre una reunión en la Casa Rosada, la noche del 19 de diciembre. Repasó la declaración de Álvarez y dijo que a diferencia de Moyano, el entonces ministro bonaerense aseguró que en ese encuentro no hubo indicaciones para un operativo de seguridad en la ciudad de Buenos Aires. En esa reunión su defendido, Mathov, reconoció su participación pero la desvincula de los hechos que se investigan en esta causa y la atribuye a un pedido del gobierno bonaerense.
Osvaldo Cannizzaro, el ex subjefe de la Policía Federal, también se refirió a esa reunión donde dijo fue convocado por el jefe de la fuerza, Santos. El ex comisario contó que allí “se habló de la posibilidad o decisión de decretar el estado de sitio”, confirmó que el “ministro de seguridad de la provincia planteó la necesidad de tener un refuerzo de las fuerzas federales en su jurisdicción” y que Raúl Andreozzi, entonces superintendente de Seguridad Metropolitana y hoy imputado en el juicio, también estuvo presente. Describió más tarde, ante consultas de la fiscalía y de las querellas, que esa misma noche firmaron la “orden de operaciones” para el operativo que se iba a montar a la mañana siguiente en la Plaza de Mayo.
Su declaración después versó sobre las órdenes que se dieron durante el operativo. Aseguró que en horas de la mañana, el comisario Santos pidió “detenciones puntuales” y dijo que después de las primeras avanzadas represivas sobre los manifestantes reunidos en la plaza, la jueza María Servini de Cubría les indicó que “no se efectuaran más detenciones y que no se fuera más allá de lo que ya se había hecho”. El ex policía dijo que escuchó a Andreozzi transmitir esa indicación a Santos, y que por unas horas eso fue así. Después y sin que del relato del testigo quedaran en claro las motivaciones, el operativo retomó la dureza con la que había comenzado en las primeras horas.
MB/PW/RA