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El juez neoyorquino Thomas Griesa rechazó un pedido de tenedores de bonos en euros bajo legislación inglesa que querían cobrar 225,8 millones de euros depositados por Argentina en junio pasado en el Banco de Nueva York (BoNY). En la presentación habían solicitado a Griesa que aclarara que su fallo no alcanza a las entidades encargadas de procesar los pagos de los bonos en euros.

El escrito se presentó hace cinco meses, pero Griesa recién respondió ahora. “Aceptar lo pedido implicaría empezar a hacer excepciones importantes al fallo y a las órdenes originales, que fueron confirmadas por la Corte y reafirmadas por la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito”, aseguró.

El pedido de aclaración había sido presentado por Christopher J. Clark, abogado de los tenedores de bonos con legislación inglesa. Allí, los eurobondholders, grupo que incluye a los fondos Quantum Partners, de George Soros, y Hayman Capital Master, del multimillonario texano Kyle Bass, hicieron hincapié que el pago de sus bonos está fuera de la jurisdicción estadounidense, porque se realizan mediante entidades europeas, jamás ingresa a Estados Unidos, y solo involucra bancos extranjeros.

La decisión de Griesa de salir a responder en este momento fue interpretado como un mensaje destinado al juez británico Guy Newey, que en breve deberá resolver una serie de pedidos formulados por los eurobonholders que podrían incrementar la presión sobre el BoNY, entidad que mantiene bloqueado el dinero.

Los inversores realizaron tres pedidos. En primer lugar, solicitaron declarar que los euros depositados por Argentina en las cuentas del BoNY el 26 de junio les corresponden, después reclamaron una declaración de la Justicia inglesa afirmando que una orden de una Corte extranjera no puede afectar un contrato gobernado por el derecho inglés.  Y también una medida cautelar para que el BoNY no pueda distribuir sus euros entre los buitres ni reintegrárselos al país.

Si bien hasta acá Newey evitó cuestionar las decisiones del juez Griesa, adelantó que  se pronunciará sobre las declaraciones solicitadas en una audiencia que se hará en Londres entre el 17 y el 19 de diciembre. Las partes no esperan una definición que tenga efectos prácticos inmediatos, pero si el juez británico, como se especula, explicita que una orden de una Corte extranjera no puede afectar un contrato gobernado por el derecho inglés, reafirmará la posición de los tenedores de bonos europeos para que avancen sobre el BoNY y debilitará la posición de Griesa y de los buitres, explica el matutino Página12.