Fueron secuestrados y torturados
El miércoles habrá alegatos en el juicio por los hermanos Iaccarino
El viernes pasado fue la última jornada de testigos. El miércoles que viene se escucharán los alegatos de los fiscales, las querellas y las defensas, y luego las últimas palabras de los imputados. El 3 de junio está previsto que se conozca la sentencia.
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Los ex policías Trevisán y Ferranti, los dos acusados en el juicio.
Télam.
Por: Infojus
El miércoles continuará el juicio contra los ex policías Bruno Trevisán y Jorge Rómulo Ferranti, jefe y subjefe de la Brigada de Investigaciones de Lanús, mejor conocida como “El Infierno”, por el secuestro y la imposición de tormentos de los hermanos Alejandro, Carlos y Rodolfo Iaccarino.
El viernes pasado fue la última jornada de testigos. El Tribunal Oral Federal N° 1 -compuesto por los jueces Carlos Rozanski, Pablo Vega y Pablo Jantus- anunció que el miércoles que viene se escucharán los alegatos de los fiscales, las querellas y las defensas, y luego las últimas palabras de los imputados. El 3 de junio está previsto que se conozca la sentencia.
Los hermanos Iaccarino fueron secuestrados el 4 noviembre de 1976, junto con sus padres, en dos operativos simultáneos: uno en Santiago del Estero, donde efectivos de la policía provincial secuestraron a Rodolfo, Carlos y a su padre, mientras que Alejandro y su madre fueron levantados en Buenos Aires. Pasaron por nueve centros clandestinos, sufrieron torturas y en el “Infierno”, con la anuencia de los imputados –incluso con la presencia de Ferranti-, les obligaron a firmar un poder para desprenderse de parte de una empresa productora de léctos y un avión privado. Nunca pudieron recuperarlos.
Los testigos que desfilaron ante el tribunal, fueron desandando la trama de sus secuestros: Bruno Chesi y Vicente García Fernández, dos empresarios que tenían contactos fluidos con sectores de inteligencia del Ejército, se quedaron con parte de las empresas. Los hermanos Iaccarino habían puesto en práctica el Plan Expansivo de Economía General (PEEG), en el cual eliminaban los intermediarios entre su empresa y los tamberos, aumentando notablemente su participación en las ganancias.