“Este Grupo nos recibió y escuchó nuestras desgarradoras historias”
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, reconoció en la ONU la tarea del Grupo de Trabajo contra las Desapariciones Forzadas o Involuntarias durante la última dictadura y fue homenajeada por el organismo. Antes, visitó Francia, en el marco de una campaña de búsqueda de posibles hijos de desaparecidos apropiados.
Gentileza Dolores Marengo
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto, destacó en la sede de las Naciones Unidas el trabajo realizado por el Grupo de Trabajo contra las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, del Comité contra las Desapariciones Forzadas: “Este grupo fue el principal mecanismo de expertos independientes con el que contamos para denunciar lo que pasaba en nuestro país, mientras la prensa local e internacional y la diplomacia evitaban la condena pública en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU”, sostuvo ayer Carlotto desde la banca argentina del Consejo de Derechos Humanos, en la ciudad de Ginebra.
Surgido en 1980, el organismo fue creado para registrar y prevenir el fenómeno a nivel mundial de las desapariciones forzadas y las graves violaciones de los derechos humanos, así como para difundir regularmente esas violaciones. “Después de presentar vanamente centenares de habeas corpus a una justicia cómplice de la dictadura cívico militar y buscar instrumentos internacionales que nos ayudaran a recuperar a nuestros hijos, este Grupo nos recibió y escuchó nuestras desgarradoras historias”, rememoró la presidenta de Abuelas, agradecida.
Desde Ginebra, Carlotto remarcó los juicios por delitos de lesa humanidad que se llevan adelante en el país. “Hoy, 39 años después, vivimos el más largo período democrático en la Argentina con la madurez política e institucional que permite condenar a los genocidas y encubridores civiles y eclesiásticos, y con un Estado al servicio de la búsqueda de nuestros nietos y nietas”, dijo.
El presidente de la organización, Ariel Dulitzky, había leído el informe anual del Grupo de Trabajo (GT) durante la sesión, antes de la intervención de Carlotto. Por la tarde, por fuera del itinerario previsto, hubo un reconocimiento inverso: el GT correspondió a la presidenta de Abuelas y, a través de ella, al resto de los organismos, que habían sido piezas claves a principios de los ’80 para su aparición.
En marzo de este año, 35 años después de su creación, el organismo de la ONU sesionó en la ex Esma. Durante la apertura, el canciller Héctor Timmerman se mostró orgulloso de que funcionara en Buenos Aires. “Es un gran privilegio de contar con la presencia de tan importantes personalidades en una temática que llega al corazón de la mayoría de los argentinos, como es la de desapariciones forzosas, en la cual la Argentina siempre ha tenido un rol destacado”, expresó.
En la ONU, Carlotto expresó al concluir su discurso: “Las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo nos sentimos agradecidas con este Grupo que continúa examinando a la comunidad internacional en las desapariciones forzadas y graves violaciones a los derechos humanos y que son parte fundamental en la reparación histórica de mi país”.
El paso de Estela por Ginebra fue la última escala de un viaje que empezó la semana pasada,en París. Allí, visitó el Jardín de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, a orillas del Sena, y asistió a la plantación de un árbol junto a la alcaldesa de la ciudad de las luces. También realizó una conferencia de prensa y mantuvo reuniones con autoridades, con el fin de revitalizar la campaña de búsqueda nietos apropiados que puedan estar viviendo en Europa. A fines de la semana, la presidenta de Abuelas emprenderá su regreso a la Argentina.
LB/LL
Recibieron a organismos de derechos humanos en la Casa Rosada
Clara Anahí: la CONADI dio precisiones sobre el caso
