Lo contó el abogado penalista Julio Torrada, que fue consultado por Claudia Schaefer en octubre del año pasado. "Ella no se animaba a denunciarlo por los hijos y buscaba una salida concensuada", dijo. Veinte días antes del crimen, la víctima había denunciado a Farré por primera vez.
Claudia Schaefer pidió ayuda antes de morir atacada por su ex pareja, el ejecutivo Fernando Farré. La violencia machista de la que era víctima quedó plasmada en un expediente que tramitó en el Juzgado nacional de instancia en lo Civil 106, que se ocupa de los temas de Familia. El abogado penalista Julio Torrada, del Instituto de Formación en Género Wanda Taddei, también relató que en octubre del año pasado ella le pidió asesoramiento y se reunieron en dos oportunidades. La historia que culminó con el femicidio de la mujer de 44 años, es la estampa de cada uno de los ciclos del círculo de la violencia de género.
“Ella no se animaba a denunciar por los hijos. Me contó lo que le estaba pasando. El maltrato era de larga data. Y él estaba cada vez más perseguidor, controlador, golpeador. Había elementos para denunciarlo penalmente. Pero ella buscaba una salida consensuada o acordada. Yo le dije a Claudia que la iba a asesorar y acompañar pero que no me pidiera negociar con un violento”, contó Torrada a Infojus Noticias. El abogado representa a la familia de Wanda Taddei, asesinada por su pareja, Eduardo Vásquez, ex baterista de la banda Callejeros. Además, preside el Instituto que lleva el nombre de la joven fallecida.
El 3 de agosto Schaefer se acercó a la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) que depende de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para denunciar a su ex pareja, según constató Infojus Noticias. Allí relató una situación ocurrida el día anterior en el departamento de la avenida Del Libertador 1750, del barrio porteño de Recoleta, donde vivían. No estaban solos. Los hijos de la pareja -una adolescente de 14, un nene de 11 y otro de 8- y María, la trabajadora doméstica de la familia, fueron testigos directos de la agresión.
“Ahora su mamá se quiere separar y romper la familia” le había dicho Farré a sus hijos, de acuerdo a la presentación ante la OVD. Ella le pidió que “no involucrara a los chicos, menos con temas económicos, con un tema que era de adultos”. Y le advirtió que si seguía haciéndolo, iba a grabar la conversación “para que todos escuchen su forma de expresarse”. Cuando Schaefer agarró el teléfono para registrar el audio, él se tiró encima de ella sobre un sillón y la inmovilizó. Él le puso su rodilla en el cuello. La mujer pidió ayuda a los gritos. Farré recién la soltó cuando ella tiró el teléfono. Mientras tanto, los chicos lloraban y gritaban. Uno de los nenes se había escondido en un placard.
“Mi abogado hace tiempo me sugirió venir acá ante estas situaciones. No quise venir porque pensé que las cosas iban a cambiar y él iba aceptar separarnos”, dijo la mujer ante las especialistas de la OVD. Consultada sobre el historial de violencia, Schaefer dijo que estos episodios databan de una década atrás. Farré y Schaeffer se habían casado en el año 2000. El equipo de la OVD evaluó que el riesgo era “leve” y el caso recayó en el Juzgado 106, a cargo de Marcela Sommer. Cuatro días después, la magistrada pidió la exclusión del hogar de Farré y le impuso una prohibición de acercamiento a 300 metros hasta el 14 de agosto.
Además, la jueza ordenó a la Policía Metropolitana darle un botón antipánico a Schaefer y fijó la audiencia del viernes 14 de agosto en la que se acordaron términos de la división de bienes y la cuota alimentaria de los chicos. Allí resolvieron que él iba ver a sus tres hijos una vez por semana y un fin de semana de por medio. No se volvió a pedir la medida perimetral, con lo cual pudieron volver a encontrarse el viernes pasado en el country Martindale. Schaefer llegó al lugar con valijas vacías para llevarse sus pertenencias. Ella estaba en compañía de su abogado, mientras que el empresario se encontraba allí, acompañado por su letrada y su madre.
“Las medidas perimetrales son temporales y el tiempo que duren depende del juez que interviene. Dejarlas sin efecto es ignorar el contexto de violencia. Reunirlos primero en el departamento y después en el country fue un desatino, por no decir, una negligencia”, opinó el abogado penalista Torrada.
En ese sentido, el presidente del Instituto de Formación en Género Wanda Taddei sugirió: “los abogados civiles tienen que formarse también en género. Cuando se discuten cuestiones de divorcio o familia median estos temas. Tienen que estar capacitados para trabajar en estos temas”.
De acuerdo a las últimas estadísticas de la OVD, en junio se trataron 966 casos de violencia doméstica en esta institución. La mayoría de los denunciados fueron varones, el 78% eran hombres adultos cuyo principal rango de edad está comprendido entre los 22 y 59 años. En el 46% de los casos la agresión provino de una ex pareja de la persona afectada, y en el 34% la relación fue de cónyuge o concubinato.
Dónde pedir ayuda contra la violencia machista
En la ciudad de Buenos Aires se puede llamar al 137. En todo el país funciona la línea 144. En casos de emergencia siempre hay que comunicarse con la línea 911. También es posible acercarse a la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, en Lavalle 1250.
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