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Infojus Noticias

6-5-2014|16:45|Suspensión Nacionales
Un crimen machista en Tucumán

Femicidio: se retrasó un juicio y temen que el acusado quede en libertad

El debate debió empezar ayer, pero se suspendió. Lo decidió el Tribunal por la falta de una pericia psiquiátrica solicitada por la defensa de Armando Martín, pareja de la víctima y único acusado del asesinato. Las audiencias comenzarán finalmente el 26 de mayo.

  • Ruth Tomatis, la madre de María, asesinada por su pareja en 2012. Fotos: Agencia Infoto.
Por: Juan Carrá

El inicio del juicio por el femicidio de María Medina, de 32 años, ocurrido en Tucumán el 11 de abril de 2012 fue suspendido ayer por el Tribunal por la falta de una pericia psiquiátrica solicitada por la defensa de Armando Martín, pareja de la víctima y único acusado del asesinato. Las audiencias comenzarán finalmente el 26 de mayo. Desde la Fiscalía y la querella se mostraron preocupados por esta decisión ya que el imputado, que llega al debate privado de su libertad, podría salir de la cárcel el próximo viernes, una vez cumplido el plazo máximo de dos años previsto para la prisión preventiva.

Ruth Tomatis, madre de María, y su abogado, Carlos Mayer, se sorprendieron al enterarse ayer a las 7 de la mañana en la puerta del Palacio de Tribunales de San Miguel de Tucumán que el inicio del juicio se había suspendido. Y que en su lugar se realizaría una audiencia de conciliación para evaluar la prueba. Es que Sebastián Herrera Prieto, abogado defensor de Martín, solicitó una vez más una pericia psiquiátrica para probar que está incapacitado de afrontar el proceso judicial. Mayer, en diálogo con Infojus Noticias, expresó que ya hay dos pericias en el expediente que prueban que el imputado es imputable y que para él fue una sorpresa que el Tribunal, compuesto por Pedro Roldán Vázquez, Alfonso Zóttoli y Emilio Páez de la Torre, haya concedido la audiencia suspendiendo el debate.

La madre de la víctima sería la primera testigo en declarar. “Nuestra mayor preocupación es que está viviendo un calvario, muy angustiada por la dilación del proceso judicial”, manifestó Mayer. El abogado no se mostró preocupado por el vencimiento de la prisión preventiva de Martín: consideró que el Tribunal es quién define si concede la excarcelación y que son los mismos jueces que consideraron al imputado como un “sujeto peligroso”. Además, Meyer expresó que el propio defensor de Martín se abstendrá de pedir la eximición de prisión.   

El crimen de María Medina llega a juicio caratulado como “homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento”. Para el representante de la querella, incluso, cabría la posibilidad de hablar de un homicidio criminis causa, aquel que el Código prevé para los casos en el que el crimen se produce para lograr la impunidad. Meyer entiende que el asesinato de María se produjo para ocultar las lesiones que Martín le había procurado. La chica, según confirmó la autopsia, tenía la mandíbula y las costillas fracturadas producto de los golpes. Otro elemento que confirmó la autopsia fue que la joven estaba respirando mientras se carbonizaba.

Adriana Guerrero, coordinadora por Argentina del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) que la causa encuadra en lo que hoy la ley considera femicidio. Sin embargo, como el hecho ocurrió antes de que se tipificara este delito –el hecho se produjo en abril de 2012, mientras que la reforma del Código Penal que incorporó la figura es de noviembre de ese año– difícilmente el Tribunal acepte el cambio de carátula. Tanto la querella como las organizaciones sociales que acompañan el desarrollo del juicio consideran que si bien no habría un cambio en el tipo de pena –de hallarlo culpable Martín sería condenado a prisión perpetua– simbólicamente es importante encuadrar al hecho en el marco del femicidio.

“Armando devolveme a mi hija”

Habían pasado pocos minutos de las 5 de la tarde de aquel 11 de abril de 2012 cuando los vecinos vieron salir una intensa humareda de la casa de Corrientes al 3271 en San Miguel de Tucumán. Casi simultáneamente, un taxi frenó en la puerta de la casa. Ruth Tomatis bajó gritando: “Armando devolveme a mi hija”. Hacía ya un tiempo que estaba preocupada por la relación que María tenía con Martín. No le gustaba, le parecía un hombre violento y notaba que su hija había cambiado. Estaba como aislada, los llamados a su familia eran cada vez más espaciados, sobre todo desde enero, cuando habían decidido irse a vivir juntos después de un viaje a las Termas de Río Hondo.

Ruth notaba la violencia de Martín y trató de prevenir el desenlace fatal. Por eso se presentó en comisarías y en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Tucumán, pero nadie le dio respuestas. Todos le dijeron que su hija era grande, y que era ella quien tenía que presentar la queja.

Poco duró la convivencia. María volvió a la casa con su madre. Hasta que  recibió en su celular un SMS que decía: “Desde la oscuridad y el silencio te sigo amando”. Entonces María decidió ir a ver a su expareja para despedirse. Pero volvió días después de un llamado de Ruth para que fuera a buscarse ropa de abrigo. Martín la esperó afuera de su casa hasta que ella salió con el bolso.

En eso quizás pensaba Ruth aquella tarde de 2012 apenas cortó el llamado anónimo que recibió en su celular. La voz de una mujer, a los gritos, le decía que María estaba muerta, que Martín la había asesinado.

Entonces Ruth salió en un taxi acompañada por un amigo. Al llegar a Corrientes al 3200 vio el humo y a los vecinos. Bajó y gritó por su hija, pero Martín le negó que ella estuviera ahí. Poco después llegó la policía. En la habitación del fondo, debajo de ropa y libros de inglés, María yacía carbonizada. Martín fue detenido en ese momento.

Ruth, el martes, llegó a los tribunales para contar su historia ante los jueces, pero el juicio no comenzó. Tendrá que esperar unos 20 días más para poder empezar a ponerle fin a su historia.

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