El juez Griesa otorgó la "autoridad" al Special Master para que sume a otros holdouts en la mesa de negociación en el caso de la deuda soberana argentina iniciada ante la corte de Nueva York. El Ministerio de Economía reiteró que Argentina "se encuentra dispuesta al diálogo".
El juez neoyorquino Thomas Griesa amplió las funciones del mediador Daniel Pollack para que sume a otros holdouts en la mesa de negociación en el caso de la deuda soberana argentina iniciada ante la corte de Nueva York.
Griesa concedió la “autoridad” para que, en el momento que Pollack determine, incorpore a "aquellos casos adicionales pendientes en este tribunal”. El magistrado señaló además que ante “el reconocimiento de las complejidades creadas” por sumar a nuevos actores el Special Master -nombre dado al mediador- “tendrá autoridad amplia para estructurar” los arreglos para las negociaciones entre los demandantes y la República Argentina.
El juez neoyorkino aludió de esta forma a las nuevas presentaciones concretadas ante su juzgado de parte de tenedores de bonos en situación de default, que piden acogerse al fallo que el magistrado dispuso a favor de NML y Aurelius.
Con anterioridad, el gobierno argentino manifestó en varias oportunidades su disconformidad con Pollack como mediador en las negociaciones llevadas adelante, por tomar medidas orientadas a “favorecer” a los fondos buitre.
En un comunicado emitido ayer, el Ministerio de Economía reiteró que Argentina “se encuentra dispuesta al diálogo con todos los acreedores que no ingresaron a los canjes de deuda 2005 y 2010 y que para eso se ha propuesto, tal como lo establece la Ley de Pago Soberano, un nuevo canje de deuda con las mismas condiciones que aceptara el 93% de los bonistas”.
“Estamos dispuestos a dialogar y buscar soluciones pero no a someternos a extorsiones. Argentina cumplió con sus obligaciones y lo va a seguir haciendo”, dijo el ministro Axel Kicillof, según detalló la nota de prensa. “Nosotros seguimos abiertos al diálogo”, agregó el titular del Palacio de Hacienda, quien señaló que él fue “el primer ministro de Economía que se sentó con los fondos buitre” y les explicó “nuestras razones. Pero ellos no aceptaron”.El juez Griesa amplió el poder del mediador Pollack en el litigio entre Argentina y los fondos buitre
El juez neoyorquino Thomas Griesa amplió las funciones del mediador Daniel Pollack para que sume a otros holdouts en la mesa de negociación en el caso de la deuda soberana argentina iniciada ante la corte de Nueva York.
Griesa concedió la “autoridad” a Pollack para que, en el momento que él determine, sume a las negociaciones “a aquellos casos adicionales pendientes en este tribunal”. El magistrado señaló además que ante “el reconocimiento de las complejidades creadas” por sumar a nuevos actores el Special Master -nombre dado al mediador- “tendrá autoridad amplia para estructurar” los arreglos para las negociaciones entre los demandantes y la República Argentina.
El juez neoyorkino aludió de esta forma a las nuevas presentaciones concretadas ante su juzgado de parte de tenedores de bonos en situación de default, que piden acogerse al fallo que el magistrado dispuso a favor de NML y Aurelius.
Con anterioridad, el gobierno argentino manifestó en varias oportunidades su disconformidad con Pollack como mediador en las negociaciones llevadas adelante, por tomar medidas orientadas a “favorecer” a los fondos buitre.
En un comunicado emitido ayer, el Ministerio de Economía reiteró que Argentina “se encuentra dispuesta al diálogo con todos los acreedores que no ingresaron a los canjes de deuda 2005 y 2010 y que para eso se ha propuesto, tal como lo establece la Ley de Pago Soberano, un nuevo canje de deuda con las mismas condiciones que aceptara el 93% de los bonistas”.
“Estamos dispuestos a dialogar y buscar soluciones pero no a someternos a extorsiones. Argentina cumplió con sus obligaciones y lo va a seguir haciendo”, dijo el ministro Axel Kicillof, según detalló la nota de prensa. “Nosotros seguimos abiertos al diálogo”, agregó el titular del Palacio de Hacienda, quien señaló que él fue “el primer ministro de Economía que se sentó con los fondos buitre” y les explicó “nuestras razones. Pero ellos no aceptaron”.