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Patricia Viedma, tiene  33 años, es paraguaya y en su país, era docente. Pero desde que llegó a la Argentina, hace 5 años, trabaja de empleada doméstica porque no tiene el dinero suficiente como para homologar su título. “Me entusiasma la posibilidad de conseguir un mejor empleo”, dice apenas termina la reunión de los vecinos de la  Villa 21 con los operadores judiciales que se acercaron a informarles sobre el ingreso democrático a la Justicia.

La reunión comenzó alrededor de las 10 en la Casa de la Cultura de la Villa 21, en Barracas.  Unas cincuenta personas, en su mayoría mujeres, se acercaron para escuchar la charla de funcionarios del Ministerio Público Fiscal, encabezados por Julián Axat, para ingresar a trabajar al organismo en el marco del programa de ingreso democrático que lleva a cabo la Procuración General de la Nación.  

Técnico auxiliar, técnico administrativo y técnico jurídico son las tres posibilidades en las que los aspirantes pueden anotarse a través de la página web www.mpf.gov.ar/ingresodemocratico. Para cada una de ellas, los requisitos son diferentes. En el caso de los auxiliares –la inscripción ya está abierta y hay tiempo hasta el jueves– alcanza con el primario completo, mientras que para administrativos deberán tener el secundario completo. El caso de los cargos jurídicos, tendrán que tener el título de abogado.

Una vez cerrada la inscripción, cada uno de los aspirantes tendrá un número con el que participará en un sorteo por Lotería Nacional. “Esta metodología nos permite dar transparencia a la etapa de selección”, expresó uno de los operadores judiciales a cargo de la charla. Los elegidos pasaran a una segunda instancia que constará de una entrevista. También hay evaluaciones de capacidad: en el caso de los auxiliares, se piden conocimientos básicos sobre historia argentina. Para los  administrativos se suma como requisito saber tipear y realizar búsquedas en internet.

Esta nueva forma de ingreso a los cargos del Ministerio Público Fiscal se implementó desde que el Congreso dictó la ley que estableció un sistema de concursos abierto e igualitario.

Por eso, Patricia se ilusiona. Bromea antes de irse y dice que está en condiciones de postularse para ser administrativa, y que sólo le resta conocer un poco más sobre historia argentina. “Tengo varios libros en casa, así que me voy a leer”, dice mientras busca a su nene que juega con otros en la Casa de la Cultura.