El cura está preso desde ayer por la tarde. Deberá cumplir una condena de 15 años por abusar sexualmente de menores a su cargo en la Fundación Felices Los Niños.
Once años después de comenzado el proceso, Grassi fue detenido. El tribunal lo decidió por unanimidad y lo comunicó ayer apenas pasadas las 19:30, luego de escuchar a todas las partes en una audiencia que fue transmitida en vivo por los canales de televisión. El Tribunal Oral Nro. 1 justificó su detención citando jurisprudencia sobre las encarcelaciones durante el proceso, también la Constitución Nacional. "Pesan sobre el acusado tres fallos que señalan su culpabilidad. Tenemos la obligación de fallar asegurando los fines de este proceso", leyó la jueza Mariana Maldonado. Y agregó que hay "un peligro de fuga concreto y verificable". Por su condición de sacerdote y para que esté cerca de su diócesis, el juzgado decretó que Grassi sea alojado en la Unidad Carcelaria 39 de Ituzaingó.
La audiencia de hoy se hizo para definir su detención. Las exposiciones comenzaron con la intervención del fiscal Alejandro Varela, que señaló que "dejar a Grassi en libertad es colaborar con el delito". En segundo lugar, habló el abogado querellante Sergio Piris, quien dijo que pocas veces vio "que un imputado haya tenido tanto privilegio en un proceso".
En tercer lugar habló el abogado querellante Juan Pablo Gallego, quién comenzó recordando todos los intentos de frustrar debates por parte de Grassi y terminó pidiendo la detención del cura. Ricardo Malvicini, el abogado defensor de Grassi habló en cuarto lugar. Los abogados de la querella, dijo, "trajeron análisis, mencionaron denuncias de supuestos aprietes, todas estas palabras fueron volcadas durante el debate".
Por último, habló el propio Grassi, que se declaró víctima de una causa armada, negó haber amenazado a las víctimas y declaró no tener dinero.