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Infojus Noticias

30-8-2013|10:03|Jueces Nacionales
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Estudian sanciones a jueces que casi se agarran a trompadas

Gritos y amague de pelea en la cochera de la Cámara del Crimen

Un juez de la Sala Primera del Tribunal de Apelaciones en lo Penal de la Capital Federal vivió dos días de furia: le gritó a una fiscal durante una audiencia y discutió en duros términos con un colega. La situación ya está en conocimiento de la presidenta de la Cámara y de la procuradora general de la Nación.

Por: Néstor Espósito

El juez señaló a su colega con el dedo, lo increpó. Llevaban menos de un minuto discutiendo en el estacionamiento del edificio de la Cámara del Crimen, en Viamonte 1155, frente al teatro Colón. Creían que estaban solos, sin testigos. Alfredo Barbarosch, integrante de la Sala Primera del Tribunal de Apelaciones en lo Penal de la Capital Federal le recriminaba a otro juez de la sala, Luis Bunge Campos, haber montado una suerte de complot en su contra. Se gritaron. Hasta que Barbarosch se quitó el saco. “¿Me vas a pegar? Te pongo la cara, pégame si querés”. “ Yo no voy a reaccionar”, se le escuchó decir a Bunge Campos. Finalmente, no hubo jabs, ni cross ni appercuts.

La enemistad entre los jueces es conocida en la Cámara y en Tribunales. Cuando Barbarosch acusó a su colega mencionó también a otras dos personas de ser parte de ese complot: el fiscal subrogante de Cámara Sandro Abraldes y el juez Jorge Rimondi, presidente de la sala en la actúa Barbarosch. La bronca que venía acumulando Barbarosch estalló el 21 de agosto. Esa mañana, el juez Barbarosch increpó en duros términos a la fiscal ad-hoc Verónica Fernández de Cuevas ,en medio de una audiencia en la que, paradójicamente, se trataba la apelación de un procesamiento por violencia de género, en la que estaban los representantes de la mujer presuntamente maltratada,  los del supuesto agresor, los jueces y la fiscal, reemplazante del fiscal subrogante de Cámara Sandro Abraldes, quien estaba de licencia.

Cuando estaba por comenzar la audiencia, el presidente de la Sala, el juez Jorge Rimondi, le dijo a Barbarosch que debía retirarse ya que no podía intervenir en virtud de la recusación en su contra. Abraldes recusó hace unos cuatro meses a Barbarosch por “enemistad manifiesta” a raíz de viejos episodios que los enfrentaron por cuestiones judiciales y hasta personalmente. Y la recusación fue aceptada. De tal modo, Barbarosch no puede intervenir en las causas en las que el fiscal es Abraldes. Ya fue apartado en más de 150 expedientes.

Entonces Barbarosch tomó el micrófono conectado al equipo de audio en el que se graba todo lo que ocurre en esas instancias procesales, y anunció que iba a “alegar”, a explicar por qué no podía intervenir. Los otros jueces y Fernández de Cuevas se opusieron, lo que pareció ofuscar a Barbarosch, quien se levantó de su silla, se acercó a la fiscal ad-hoc y le dijo: “Cállese, usted es una maleducada”. La fiscal no sólo no se calló, sino que replicó palabra por palabra hasta que finalmente Barbarosch se retiró del recinto. Todo quedó grabado.

Al día siguiente, Barbarosch se cruzó en el estacionamiento de la calle Viamonte con Bunge Campos y descargó su bronca contra su colega de la sala, quien también presidió algunos años el Consejo de la Magistratura. Aunque no hubo golpes, el Consejo de la Magistratura, la Procuraduría contra la Violencia Institucional y la presidencia de la Cámara preparan para los próximos días medidas que podrían llegar, incluso, a consignar una custodia policial para evitar nuevas rencillas. La situación ya está en conocimiento de la presidenta de la Cámara, María Laura Garrigós de Rébori, y de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó. Ambas evalúan impulsar medidas disciplinarias.

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