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Infojus Noticias

9-11-2015|17:29|GÉNERO Nacionales
El Programa se creó en 2013

“Hay que trabajar para que no haya más chicas en esa situación”

El Programa Escuelas Populares de Formación en Género, impulsado por el Consejo Nacional de las Mujeres, surgió con el objetivo de aprender, debatir y reflexionar sobre cuestiones como violencia, reproducción responsable, aborto, diversidad. Infojus Noticias recorrió alguno de los encuentros para conocer cómo se construye el conocimiento en forma colectiva, con el barrio.

  • Foto: perio.unlp.edu.ar
Por: Ana Soffietto y Catalina Dowbley

A María Leonor la salvaron sus hijos mayores. Apenas empezaron a crecer, los más grandes de siete hermanos fueron los primeros en la familia en poder poner en palabras un pedido urgente, pero acallado. “Ma, listo, basta, ¿hasta cuándo vas a estar así? Seguí adelante que estamos con vos”, insistían. María Leonor los escuchaba y pensaba que no podía, que todavía le quedaban hijos pequeños, que tenía que protegerlos.  Pero sobre esas mismas palabras se apoyó el día que sintió que había llegado a su límite: hizo la denuncia por violencia de género y pidió ayuda. Encontró obstáculos, muchos, pero lo logró. Ahora está sentada en la casa de Susana “Pocha” Camiña, una vecina de Altos de San Lorenzo que, desde hace más de diez años, realiza un incansable trabajo por los derechos y la inclusión, durante uno de los encuentros de la Escuela Popular para la Formación en Género de La Plata, una de las tantas que impulsa el Consejo Nacional de las Mujeres. Con sus hijos más pequeños jugando alrededor, María Leonor dice que “hay que trabajar mucho para que no haya más chicas que se encuentren en esa situación. Quise venir porque la violencia la viví en carne propia y quiero saber qué se puede hacer. Salir de esa violencia fue un caos para mí”.

Creado en 2013, el Programa Escuelas Populares de Formación en Género busca debatir y reflexionar sobre la temática de género y diversidad con la metodología de la educación popular dirigida a estudiantes, funcionarios, agentes de la administración pública, integrantes de organizaciones sociales y público en general. Cada instancia del Programa se realiza en conjunto con universidades, organizaciones sociales y gobiernos locales. “Las escuelas articulan, pero no son equipos técnicos del Consejo los que hacen la formación sino que se construye el conocimiento en forma colectiva, con el barrio. El saber de género ya está en el territorio”, dijo a Infojus Noticias Luciana Sánchez, coordinadora del Programa.

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Es lunes al mediodía en los Altos de San Lorenzo y mujeres de todas las edades se acomodan en la casa de Pocha, donde funciona un centro de extensión universitaria de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata. Organizados por temas, esta vez el eje es el aborto y la discusión la abren dos abogadas, aunque enseguida entre todas comienzan a tejer un relato colectivo. Hay facilitadoras, pero ninguna está ahí por mérito académico. Es el saber de la práctica, tanto en el barrio como en la universidad, lo que pone a algunas en ese lugar. Porque de lo que se trata es de generar espacios que luego caminen solos, desde y para el barrio. “Después, queda una escuela y un vínculo fortalecido entre las universidades y las organizaciones”, explica Sánchez.

“Lo que necesitamos es información sobre qué métodos son seguros y cuáles, no”, lanza una y otra de las chicas explica cómo hacerse un aborto seguro con misoprostol. María Leonor escucha y piensa que hace 17 años, cuando tuvo su primer aborto, estaba sola. Ya tenía cinco hijos, no quería otro. Pero le costaba hasta ir a la ginecóloga porque el marido no la dejaba, ni siquiera quería que usara métodos anticonceptivos. Fue una amiga la que le contó que había usado las pastillas y le explicó cómo hacerlo. Tiempo después, volvió a quedar embarazada e intentó abortar, pero esta vez no pudo. El embarazo estaba avanzado y ella no sabía cuáles eran las semanas que tenía para interrumpirlo. “Ahora hay mucha más información, pero todavía hoy es un tabú. Formar parte de esta red está buenísimo”, celebró.

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El Programa de Escuelas Populares de Formación en Género nació como parte de las acciones del Consejo Nacional de las Mujeres para cumplir con el plan nacional de acción que ordena la Ley de Protección Integral a las Mujeres. Los ejes de cada encuentro incluyen una perspectiva de género no sólo como un derecho humano de las mujeres, sino también temas de diversidad sexual. Desde identidades y violencias hasta salud, trabajo, política y comunicación son apenas algunos de los ordenadores; luego, cada escuela construye su propio temario.

No hay tabúes y la forma de llevar las temáticas no es sólo desde el testimonio. “Si no se da una participación genuina entonces se trata de visibilizar, por ejemplo, que las travestis y las trans están presentes aunque estén ausentes en la escuela. En Entre Ríos, no se dio esta participación y se trabajó de ese modo, entonces empezaron a salir todas las relaciones que se dan en el barrio: mi tía es travesti, mi hija es travesti”, dijo Sánchez.

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Alma tiene 28 años y es transexual. Un día, mientras caminaba por Retiro encontró un papel tirado en la calle y lo leyó. Era del bachillerato para travestis, transexuales y transgéneros Mocha Celis –una activista trans asesinada presuntamente por la policía–. Alma no lo dudó y se sumó enseguida. Hoy vino al segundo encuentro en la Escuela Popular de Género de Avellaneda, en el predio de la Universidad, porque cree que la formación es fundamental: “Nosotras sufrimos la violencia en la calle constantemente”. La cita es a las dos de la tarde y, de a poco, llegan mujeres, niños, niñas, trans y también hombres y mujeres efectivos de la Policía local de Avellaneda.

“La perspectiva de género es una discusión pendiente pero necesaria para cambiar paradigmas de formación de las fuerzas de seguridad”, dijo a Infojus Noticias Mónica Ghirelli, subsecretaria de Seguridad del municipio.  “Nosotros trabajamos dentro del paradigma de la seguridad democrática y los derechos humanos y así queremos lograr que la policía se relacione con la comunidad. Trabajar el género como identidad nos parece central”, agregó Marcelo Rey, coordinador de la Policía local.

Noemí vino a participar a la Escuela invitada por sus compañeras de la Agrupación Eva Perón. Detrás de los anteojos y de su voz fina y suave, guarda en su memoria una historia que la empujó a sumarse al encuentro. Una noche se encontró parada en medio de la calle, con la boca y la ropa llena de sangre. Transitaba los primeros meses de embarazo del tercero de sus hijos. Su marido la había seguido, la había obligado a que entrara en el auto y, ante su negativa, la había golpeado como nunca.  Esa noche supo que ya no volvería.

Se había casado a los 15 años. Al principio, todo iba más o menos bien, pero no pasó un año de la unión y su marido comenzó a golpearla. Un plato mal puesto, un cuchillo que faltaba, una comida que no estuviera lista a las 12 en punto o que no le gustara el menú de ocasión despertaba un zamarreo, cachetazo, después una piña. “Yo era chica, pensaba que por ahí había hecho algo mal”, contó a Infojus Noticias.

Llegó a pasar dos meses sin ir a la casa de su mamá, por miedo a que la viera marcada. “Me daba vergüenza que ella, que siempre fue feminista, supiera que me pegaban. Yo fui criada de otra forma, tenía una lucha interna, pensaba que se sentiría defraudada de que a mí me pasara eso. Pero cuando llegué a su casa esa noche, me preguntó por qué no le había dicho nada”.

Fue víctima de violencia durante siete años, antes de escaparse. “Cuando la violencia es extrema ya no es cambiar, es dejar. Hay que saber que, a veces, se trata de cambiar algunas cosas y otras de dejar. Y no es fácil salir”.

Noemí cree que participar de la Escuela le va a dar herramientas para ayudar a otras mujeres. “Trabajo en la oficina de empleos del municipio y todo los días vienen mujeres que son víctimas de violencia. Quiero ayudarlas para que no les pase lo mismo que a mí”.

Entre toda la fuerza de las mujeres juntas, hay una misma emoción que recorre los encuentros de las escuelas: la que genera poner en palabras la propia experiencia, a partir del compartir con el otro.

AS/CD/LL

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