"Angelelli creía que los cambios los hacían los pueblos; fue sencillo y puramente hombre", declaró el secretario de Derechos Humanos de La Rioja, Delfor Augusto Brizuela en el homenaje al obispo riojano asesinado en la dictadura.
El secretario de Derechos Humanos de La Rioja, Delfor Augusto Brizuela, calificó la labor del obispo Enrique Angelelli, asesinado durante la última dictadura, como "inquietante e interpeladora" y remarcó que la lucha del religioso fue la "prédica que siguieron muchos riojanos que resistieron el terrorismo de estado". Fue durante un acto en homenaje al obispo riojano realizado anoche en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, ubicado en el predio de la ex Esma.
"Angelelli creía que los cambios los hacían los pueblos; fue sencillo y puramente hombre", declaró Brizuela en el homenaje organizado por la Secretaria de Derechos Humanos de La Rioja y el Conti. El funcionario del gobierno de Luis Beder Herrera agregó que con el obispo, asesinado el 4 de agosto de 1976, lo "unió el sueño de una Iglesia libertaria en América Latina".
En tanto, el titular del Conti, Eduardo Jozami, marcó el sentido simbólico del homenaje pocos días después de que la justicia riojana condenara a los responsables del asesinato del religioso (los represores) Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella". "A Angelelli no lo recuperamos, pero todos nosotros estamos comprometidos en continuar el camino trazado por él, en la búsqueda de la justicia social".
En declaraciones a Télam, Jozami ubicó la condena a cadena perpetua a Menéndez y Estrella, "como una muestra de que, si bien las sentencias a veces llegan demasiado lentas, el camino de la justicia esté perfectamente trazado en la Argentina desde el 2003", al tiempo que se pronunció a favor de que la defensa de los derechos humanos "siga siendo una política de Estado".
El funcionario remarcó que "la ex Esma, lugar que un riojano alguna vez quiso demoler, se ha recuperado en el 2004, como espacio de memoria, verdad y justicia".
Del emotivo homenaje participaron Marité Cosciano Angelelli (sobrina del obispo), los religiosos Antonio Puijané, Domingo Bresci y Luis Farinello; el sociólogo e investigador del Conicet Fortunato Mallimaci y ex presos políticos riojanos e integrantes de movimientos sociales de esa provincia. También estuvieron Guillermo Díaz Martínez y Bernardo Cobobullolos, abogados querellantes del juicio por el asesinato del obispo, ocultado durante años bajo la forma de un accidente automovilístico.
Como parte del acto, en la biblioteca del centro cultural que lleva el nombre de Angelelli se presentaron los libros "El Hereje", de Adrián Mercado; "Sin echar raíces, sigo caminando", de Rafael Sifré; y el "Nudo", de Domingo Bordón y Rosa Peralta.
El cierre estuvo a cargo del coro de la Asociación de Judiciales de la Nación, Julio Gómez Carrillo, integrado por gente que misionó en Chamical (La rioja) y de Chacho Echenique, integrante del Dúo Salteño.