Durante todo el fin de semana, familias diversas de todo el país se reunieron en el Colegio Nacional de Buenos Aires para debatir sobre educación, salud y derechos desde una visión que, cómo señalan sus convocantes a la jornada, celebra "las diversidades como un valor que nos enriquece como sociedad".
Se llama Blasia Gómez Reinoso, tiene 57 años y hace dos que obtuvo el DNI con su identidad autopercibida gracias a la Ley de Identidad de Género. Este fin de semana viajó desde Catamarca con su pareja y su hija para participar del “II Encuentro Nacional de Familias LGTB con hijos e hijas”.Blasia es directora de una escuela secundaria y cuenta casi tres décadas dentro del sistema educativo. Pasó de ser “el profe” a “la profe”.
El encuentro comenzó el sábado con distintas actividades, espectáculos y trabajo de comisiones. Tiene un objetivo claro: pensar, discutir y visibilizar la diversidad familiar. El domingo tuvo, también, su momento de celebración. Las familias festejaron el día del niño y la niña.“Hay que seguir sensibilizando. Creo que hay familias que quisieran estar en este lugar pero todavía tienen miedo al qué dirán. Nuestros hijos no es que son el futuro, son el presente. Acá están”, dijo Blasia a Infojus Noticias mientras Zahira, su hija, jugaba con otros chicos de su edad.
La nena tuvo primero una familia con dos papás y, a partir del cambio de Blasia, una mamá y un papá. Ella fue uno de los pilares de la decisión. Quería ver a su mamá con los collares, aros y vestidos que guardaba en el placard y se lo decía. “Los que tenemos preconcepto y estereotipos somos los adultos. Los chicos la tienen re clara. Los cambios van a venir, cada uno a su tiempo”, dijo la mujer catamarqueña.
La actividad está impulsada por la organización 100% Diversidad y Derechos y cuenta con el apoyo de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación; del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI); del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; del Ministerio de Cultura de la Nación y la Defensoría del Público.
El domingo a la mañana el Encuentro comenzó con dos mesas de trabajo: “Educación: Nuestras familias en la escuela” y “Salud: Nuestras familias en el sistema de salud”. Los grupos se organizaron en dos aulas del Colegio Nacional de Buenos Aires. En cada una de ellas dos referentes de 100% Diversidad y Derechos moderaban.
Germán Rosso y Roberto Romero no entraron a ninguna de las reuniones. Se quedaron intercambiando experiencias con otros padres en el patio. Vinieron al Encuentro desde Lanús, al sur del conurbano bonaerense. Se casaron en 2010 y hace tres años que son los papás de Germán y Andrés. Los nenes, que hoy tienen 5 y 9 años, estaban en un hogar después de haber atravesado una situación de violencia familiar. Germán y Roberto comenzaron siendo sus “tíos de fin de semana”. Después de un año pidieron la guarda y ahora están en la etapa del juicio de adopción. “Los interrogatorios y los filtros que hemos pasado en todo este proceso no los hace ni la KGB” contó a Infojus Noticias Germán.
Afuera de las comisiones de trabajo se habló de los mismos temas que adentro. “El sistema educativo es retrogrado. Las maestras los mandan a hacer composiciones con el tema ´mama´ y ellos no tienen mamá. O te dan formularios donde hay que llenar ´nombre del papá y de la mamá´”, relató Germán.
“¿Qué escuela tenemos? ¿Qué escuela queremos?”
En el salón donde se juntó la comisión de Educación se discutieron estrategias para visibilizar la diversidad familiar en el sistema educativo y cómo incorporar material y recursos para los docentes. La Ley de Educación Sexual Integral fue uno de los temas centrales. A pesar de que se aprobó en 2006, no todas las provincias adhirieron a la norma, por lo que los contenidos no pudieron entrar a todas las aulas del país. Entre los participantes circuló un ejemplar de “El cumple de Fede” un librito para colorear que cuenta la historia de un nene con amiguitos que tienen familias diversas.
Lucía tiene dos mamás: Cecilia y Cecilia. Cuando la chiquita de dos años vuelve del jardín con una nota convocando a una charla, el papelito que le entrega a sus madres dice “reunión de familia”. Lo cambiaron por la vieja frase “reunión de padres”. A ese mismo jardín ya había ido otra nena con una familia comaternal. Desde esa experiencia, la institución hizo la enmienda. Cecilia compartió su historia con los otros padres y madres del aula.
Nenas que se forman fila de un lado y nenes del otro, ejercicios para varones y otros para mujeres en las clases de Educación física, colores para unos y los otros, efemérides que restringen la posibilidad de hablar de diversidad: las anécdotas compartidas por los presentes fueron repetidas en las distintas provincias. “Nosotros tenemos que preguntarnos ¿Qué escuela tenemos? ¿Qué escuela queremos?”, expresó Blasia sentada en uno de los pupitres. Como no podía ser de otra forma, la directora catamarqueña participó de este grupo de trabajo.
“Por un lado hay una resistencia fuerte y por el otro, hay docentes con buena predisposición” sintetizó Carlos Álvarez, moderador de la charla. Una chica que vino desde Bariloche propuso: “Lo importante es la formación. Quienes estudiamos somos quienes vamos a estar en las aulas después. Ese es el camino que hay que tomar a largo plazo”.
“Nuestra meta es ser padres”
En la Comisión de Salud el eje fueron las múltiples posibilidades de maternar y paternar. Cada una de las parejas presentes compartió su recorrido personal para discutir y pensar con los otros estrategias en relación al sistema de salud. “Nuestra meta es ser padres” contó una pareja de varones riojanos. “Tenemos una mujer gestante pero necesitamos los óvulos de otra persona”, explicaron. La historia abrió un debate en el salón. Todos colaboraron con sus experiencias y conocimientos previos. Los chicos tomaron nota de todo.
El nuevo Código Civil y Comercial y las puertas que abre a las técnicas de reproducción asistida estuvo presente en toda la charla. También se habló de la gestación por sustitución como una batalla por venir.
En la segunda edición de este Encuentro de familias se anotaron 124 grupos familiares y 84 chicos. Son muchas más las familias diversas. Según el último censo 2010, en el país hay al menos 24.228 hogares compuestos por parejas del mismo sexo, de los cuales 4960 están integrados por parejas de mujeres a cargo de hijos e hijas.
Una recorrida por los rincones del hall principal del Colegio y los lugares donde se desarrollan las actividades deja a la vista que las parejas de dos madres con hijos son mayoría. Sin embargo, los padres se amontonan. Van de un lado para el otro con sus hijos, cuidan unos de los otros.
Julio Baeza y Héctor Jara son de Neuquén. Están juntos desde 2004. Hace un año que se casaron pensando en su hija Paloma, que ya está por cumplir 6 años. Julio quería un nene y Héctor una nena. “Eso se discute, lo que no discutimos es la ideología. Por suerte la compartimos”, dijo Héctor. Cuando celebraron su boda le enviaron una invitación a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Después del trabajo en comisiones, las familias fueron a almorzar: empanadas para los más grandes, patitas de pollo para los chicos. Más tarde hubo tiempo para una obra de teatro para los niños y las niñas como regalo por el día que se celebraba. A esa altura, ya todo era festejo. Antes de eso, los participantes se sacaron una foto sosteniendo las banderas de colores de 100% Diversidad y Derechos. Con cada flash, madres, padres e hijos no gritaron el clásico “whisky”. Cada vez que la cámara se disparaba alzaron la voz para decir: “Igualdad”.