Lo dijo la presidenta de la asociación, María Laura Garrigós de Rébori, durante el brindis de fin de año que se hizo anoche. Estuvieron, entre otros, el ministro saliente de la Corte Suprema, Eugenio Raúl Zaffaroni, y el ex juez español Baltasar Garzón.
Justicia Legítima despidió el año anoche con un brindis en la sede porteña de la Sociedad Argentina de Escritores. La presidenta de la asociación, la jueza María Laura Garrigós de Rébori, aclaró que la celebración “no pretende parecerse a lo que se dio en el Hotel Plaza”, en clara referencia a la cena anual de la Asociación de Magistrados. Lo sencillo y despojado del encuentro lejos estuvo de las ampulosas mesas, cortinas y arañas del hotel de Retiro.
Más de cien militantes por la democratización de la Justicia se reunieron para leer su documento de fin de año, celebrar los logros y transformaciones y ratificar el rumbo por más cambios en el Poder Judicial. “Somos cada vez más”, se alegró “Malala”, pero lamentó que las cosas que se exigen desde el colectivo son las mismas que el año pasado: “El ingreso democrático no llegó, la publicidad de los trámites de los juzgados tampoco, falta que se publiquen las declaraciones juradas de los jueces”, enumeró. Pero reflexionó: “En medio de esto, nos han convertido en el enemigo público número uno”.
En la celebración estuvieron presentes el ministro saliente de la Corte Suprema, Eugenio Raúl Zaffaroni; el ex juez español Baltasar Garzón; las titulares del Ministerio Público Fiscal y de la Defensa, Alejandra Gils Carbó y Stella Maris Martínez; el camarista Alejandro Slokar; las juezas María del Carmen Roqueta y Alicia Ruiz; el juez Gustavo Caramelo Díaz; los fiscales Javier De Luca, Jorge Auat y Alejandro Alagia, los académicos Julio Maier y Carlos Cárcova; y hasta se permitió pasar unos minutos el diputado Héctor Recalde, antes de volver apurado a la sesión que transcurría en el Congreso.
“Un expediente oscuro”
Gils Carbó celebró la implementación del nuevo Código Procesal Penal y aclaró que con él habrá “jueces más imparciales e investigaciones más eficientes”. Destacó los nuevos mecanismos de control del proceso, e hizo hincapié en la participación de la víctima en el proceso judicial. “Estará dentro del proceso, no como ahora que es ajena y está alejada”, sostuvo. Y explicó que “tendrá derecho a estar informada del proceso, podrá examinar las actuaciones, oponerse a resoluciones y pedir su revisión, tendrá que ser escuchada y podrá presenciar el juicio”.
Agregó que “es fundamental que se abandone la oscuridad de los expedientes, donde nadie sabe cuáles han sido las pruebas porque no se ven”. Y defendió al titular de la Procelac, Carlos Gonella, procesado y citado a indagatoria en los últimos días por los jueces federales Claudio Bonadío y Marcelo Martínez de Giorgi. “Nunca podría haber sucedido esto con el nuevo Código, porque debería haberse realizado una audiencia donde todos hubiéramos visto que hubo cuatro testigos, secretarios de la fiscalía donde tramita el expediente, que dijeron que no recibieron una orden de Gonella de excluir a Báez de la imputación”.
Explicó que el expediente tramita hace dos años y que el fiscal antilavado apenas intervino durante 48 horas, y que el requerimiento de instrucción fue firmado por un fiscal federal que no está “ni acusado, ni procesado, ni se lo quiso traer como testigo, cuando sería una persona de lo más relevante para escuchar”. Afirmó que “el sesgo de esta causa es evidente y manifiesto” y aseguró que sólo pudo suceder “en un expediente oscuro”, donde “se plantea el escenario que conviene”.
Más tarde, en el brindis, Garrigós dijo que cada vez que se busca atacar a un operador judicial se lo vincula con Justicia Legítima, “la agrupación en la que participa la procuradora Gils Carbó”, y agregó que “ahora también Carlos Gonella, que también tiene el pecado de ser de Justicia Legítima”. Los presentes estallaron en aplausos, en señal de acompañamiento al fiscal que más dinero lleva decomisado en causas de lavado del narcotráfico, trata de personas y criminalidad económica y financiera.
“Una bolsa de gatos”
La defensora general repudió “que cada vez se aumente más la tensión” en el Poder Judicial, y dijo que “estamos llegando a un nivel de confrontación peligroso a un camino sin retorno y en muchos casos incomprensible”. Martínez dijo que lo que se hace con las distintas causas “muchas veces es confuso y se mide con distintos parámetros, porque se avanza en ciertos casos cuando en otros mucho más graves no se toma la misma actitud”.
Consideró que “ha llegado el momento de serenarse, pensar y reubicar el rumbo” y dijo que “esto parece una bolsa de gatos”. Opinó que ese grado de confrontación y de manipulación de los expedientes “es muy grave porque descalifica el accionar de la Justicia”. La titular del Ministerio Público de la Defensa también se pronunció a favor de la implementación del sistema acusatorio en el proceso penal, pero pidió que haya “igualdad de armas” y que se equiparen los recursos humanos, técnicos y económicos de los defensores a los de los fiscales.
El maestro de todos
Garrigós dijo que es “una tristeza terrible” que Zaffaroni deje su lugar en la Corte, “porque ha sido el maestro de todos nosotros”. Pero agregó que “está bien, porque está cumpliendo la ley y la Constitución”. Explicó que hay que cubrir su lugar porque “así lo indica el decreto 222, que obliga al Poder Ejecutivo a proponer un candidato dentro de los 30 días de producida la vacante”.
Opinó que “la democracia argentina tiene la madurez suficiente para afrontar un debate sin riesgos” sobre el número de integrantes del máximo tribunal. Mencionó el modelo de la Corte colombiana, dividida en salas, y dijo que la argentina “ha sido muy buena, pero hoy está muy mermada y está sobrepasada de tareas”.
Malala jurará mañana ante la Corte Suprema por su nuevo cargo en la Cámara de Casación ordinaria, junto a otros nueve magistrados. “Tenemos la pretensión de liderar la reforma que propone el Código Procesal Penal”, adelantó. Dijo que aspiran a “achicar los tiempos y facilitar que el trámite del expediente sea llano, sencillo y comprensible para la gente involucrada en él”. Y resumió: “Creemos que la vigencia del sistema acusatorio puede hacer una Justicia más eficiente y democrática”.
Insistió con la función de Justicia Legítima y dijo: “Algunos creen que somos enemigos, pero no es así. Buscamos tribunales más accesibles a las demandas de la población”. Más tarde, en el brindis, agregó: “Somos Justicia Legítima porque de autoritarios no tenemos nada”. Garrigós leyó el documento final e invitó a un nuevo encuentro abierto en febrero del año próximo. Después, con ella, Alicia Ruiz y Stella Maris Martínez como anfitrionas, todos alzaron la copa, aseguraron que seguirán trabajando “en un mejor Poder Judicial para todos”, y despidieron el año.