Durante los alegatos, la Fiscalía concentró su exposición en Hugo Damario y Jorge Carlos Rádice, que fueron figuras claves del aparato represivo. Durante el proceso se tratan 789 hechos, con 59 acusados, entre ellos los ex oficiales de la armada Alfredo Astíz y Jorge “El Tigre” Acosta, ya condenados en casos anteriores.
En los alegatos del tercer juicio oral por los crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), la fiscalía continuó con el detalle probatorio de cómo operó una "empresa criminal conjunta" en la que "todos cumplieron su rol". La exposición, que empezó hace unas semanas, continuará mañana a partir de las 9 y seguirá aproximadamente dos meses. En la audiencia, la fiscal María Soiza Reilly concentró el relato en dos figuras clave del aparato represivo: Hugo Damario y Jorge Carlos Rádice. Desde el Tribunal Oral Federal Nº 5 confirmaron a Infojus Noticias que “a fines de agosto o en setiembre, será el turno de las querellas”, a los que seguirán los alegatos de las defensas de los represores imputados.
En el juicio, conocido como “ESMA unificada”, se tratan 789 hechos, con 59 procesados, entre ellos los ex oficiales de la armada Alfredo Astíz y Jorge “El Tigre” Acosta, ya condenados en casos anteriores. Soiza Reilly puntualizó de qué modo, a criterio de la fiscalía, funcionó el aparato represivo en el centro clandestino más grande del país, y ejemplificó con los "sectores" de "Logística", "Inteligencia" y "Operaciones". "Logística proveía la infraestructura y los fondos", en tanto que "Inteligencia" se ocupaba de tomar contacto con las futuras víctimas y "Operaciones" estaba integrada por represores que concretaban los secuestros. Todos los sectores, a su vez, estaban relacionados entre sí y articulados bajo el objetivo central de perseguir la “empresa criminal” conjunta.
La fiscal dijo que se demostró cómo el ex teniente de Fragata Jorge Rádice fue la “mano derecha” del temerario “Tigre” Acosta y hombre de confianza de Emilio Massera, siendo una pieza clave tanto del grupo de Logística como de Inteligencia. “Se dedicó a las operaciones financieras tras la sustracción de bienes de los detenidos. Además, supervisó el trabajo esclavo que hacían las víctimas en edificios ajenos a la ESMA. En la coordinación entre el adentro y el afuera del centro clandestino, fue un eslabón de suma importancia para el funcionamiento de la maquinaria represiva. También fue conocido por tener la mayor puntería en los operativos de secuestros”, enfatizó la funcionaria, quien lo acusó de privación ilegítima de la libertad, por ingresar sin orden de allanamiento en los domicilios, por someter a interrogatorios bajo tormentos, por sustracción de menores y “por disponer del destino de las víctimas”, entre otros delitos.
Luego se refirió al rol de Hugo Enrique Damario, alias Jirafa, capitán de navío retirado. Dijo que cumplió funciones en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, donde algunos secuestrados también hicieron trabajo esclavo. “Damario estuvo relacionado al Grupo de Tareas 3.3.2, e intentó alterar su legajo de concepto con la cual logró la impunidad dentro de la fuerza. Sin embargo, como sucedió en otros casos, los imputados no pudieron destrozar otros documentos, como los del Ministerio de Defensa, que lo situaron cumpliendo funciones en la ESMA”, dijo la fiscal, para quien el represor fue otra ficha paradigmática del rompecabezas represivo. “Se demostró que fue jefe de personal y su misión central fue la de controlar a los cautivos. Fue una pieza esencial cumpliendo ese rol operativo. Y, además, fue parte del grupo que se infiltró en el exterior para hacer inteligencia con los exiliados políticos. Se camufló en Cancillería trabajando en prensa y difusión”, describió en un tramo del alegato.
Partes de un Grupo de Tareas
Soiza Reilly destacó que tanto Rádice como Damario fueron ex miembros del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA, que cumplió un rol fundamental en la “empresa criminal”. El Grupo, integrado exclusivamente por miembros de la Armada, luego incorporó a funcionarios de la Policía Federal, Servicio Penitenciario, Prefectura Naval y el Ejército, todos bajo el mando del Almirante Emilio Massera. La colaboración de las distintas fuerzas demostró cómo fue el operativo conjunto en el plan sistemático de exterminio. Entre otras funciones, el Grupo tenía su cargo la planificación y la ejecución de los secuestros, el robo de los bienes de las víctimas, los interrogatorios con torturas, la violación y los abusos sexuales a las detenidas, y los traslados y asesinatos de los detenidos.
El Grupo de tareas 3.3.2 fue el responsable del secuestro y asesinato de los doce desaparecidos de la Iglesia de la Santa Cruz, del periodista Rodolfo Walsh, de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Ponce, de las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, de la sueca Dagmar Hagelin, de Norma Arrostito, de la Masacre de San Patricio, y los asesinatos de los curas palotinos Pedro Duffau, Salvador Barbeito, Alfredo Kelly, Alfredo Leaden y José Barbeti. También se ocupó de operaciones en el exterior, como la captura y asesinato del embajador en Venezuela, Héctor Hidalgo Solá.
Una megacausa con varios tramos
Para este debate se unificaron una decena de legajos, entre ellos aquel en el que se investigaron los denominados “vuelos de la muerte”, en los que las víctimas eran arrojadas desde aviones al Río de la Plata, instrucción a cargo del juez federal Sergio Torres. Entre los procesados también está el ex piloto Julio Poch, quien, según testimonios, se habría jactado de haber participado de esos “vuelos” y el ex ministro de Economía Juan Alemann, quien habría visitado la ESMA cuando en el lugar había detenidos que eran víctimas de torturas.
Además de Acosta, Astiz, Alemann y Poch, son sometidos a juicio Jorge Carlos Rádice, Adolfo Miguel Donda, Carlos Octavio Capdevila, Ricardo Lychn Jones, Antonio Pernías, Rogelio Martínez Pizarro, Ricardo Miguel Cavallo, Enrique De Saint Georges, Eduardo Aroldo Otero, Mario Pablo Palet y Pedro Santamaría. También están siendo enjuiciados los ex jefes de Armada Rubén Franco y Antonio Vañek, y Juan Azic, Juan Carlos Fotea, Ernesto Weber, Claudio Pittana, Orlando González, Jorge Díaz Smith, Rubén Ormello, Gonzalo Torres de Tolosa, Paulino Altamira, Juan de Dios Daer, Daniel Cuomo, Daniel Baucero, Héctor Francisco Polchi, Antonio Pereyra y Francisco Lucio Rioja.
Como en casos anteriores, en la lista de los procesados figuran el médico Jorge Luis Magnacco y los ex oficiales de la marina Raúl Scheller y Juan Carlos Rolón. Otros procesados son Víctor Olivera, Eugenio Vilardo, Hugo Damario, Alberto González, Pablo García Velasco, Miguel García Velasco, Néstor Savio, Oscar Lanzon, Randolfo Agusti Scacchi, Juan Alomar, Julio César Binotti, Rodolfo Cionchi, Carlos Daviou, Guillermo Pazos, Miguel Alberto Rodríguez, Hugo Sifredi, Emir Sisul Hess, Carlos Guillermo Suárez Mason, Francisco Di Paola, Ambrosio Navarro, Alejandro D´Agostino, Mario Daniel Arru, Miguel Enrique Clementes y Roque Martello
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