Infojus Noticias

La causa judicial por la muerte de Prisila Lafuente, la nena de 7 años, que el martes apareció asesinada al borde de un arroyo en la localidad de Hudson, avanza con las declaraciones testimoniales e informativas. Ayer la madre y el padrastro de la nena, acusados de homicidio agravado, se negaron a declarar ante el fiscal Carlos Riera. Mañana sí lo harán. Será a través del defensor oficial que los representa a ambos. El juez de Garantías, Damián Vendola, debe definir hoy el auto de detención de ambos. Después tendrá 30 días corridos para dictar la prisión preventiva. El padre de la menor, Eleno Leguiza, declaró ayer en sede policial. El cuerpo de la nena aún no pudo ser entregado a su familia porque nunca fue inscripta en el Registro Nacional de las personas y debe completarse ese trámite.

Silvana Beatriz Lafuente y Pablo Visconti Verón, la madre y el padrastro de Prisila, están acusados de homicidio agravado. Él, un bombero exonerado de la Policía Federal, se quebró el martes por la noche en la DDI de Quilmes –donde permanece alojado, ella fue trasladada a la Comisaría de la Mujer, del mismo partido- poco después de que se encontrara el cuerpo. Confesó que la noche del viernes su mujer le dio una golpiza a la nena. Al día siguiente se dio cuenta de que estaba muerta. Fue entonces cuando decidieron quemarla en la parrilla de la casa y como no pudieron, la metieron en una bolsa, la subieron a un cochecito de bebé y así la llevaron hasta un arroyo cercano al domicilio, donde el martes la encontró la policía.

El testimonio no fue realizado ante la Justicia, por lo que a priori carecería de validez pero fuentes judiciales explicaron a Infojus Noticias que “hay jurisprudencia en el tema que dice que los que escucharon puedan dar fe y hay gente que lo escuchó. Sobre eso, el juez habilitó el allanamiento a la casa familiar en el barrio Las Manzanas de Hudson, donde se obtuvieron varios elementos probatorios que dan indicios de la golpiza. Judicialmente no sirve como confesión, pero sí la testimonial a la persona que escucha. El hombre solo confesó”.

La Justicia también avanza en la toma de pruebas y declaraciones. Entre las pruebas está el video de una cámara de seguridad de una estación de servicio YPF, ubicada entre la casa y el lugar donde se deshicieron del cuerpo, y muestra a la pareja, a un bebé y a un hijo preadolescente caminando con el cochecito en el que se ve un bulto tapado con una manta. “No hay elementos para imputar al hermano a pesar de que se lo ve en el video”, explicaron las mismas fuentes.

Ayer brindó su testimonio de Eleno Leguiza, el padre de Prisila y con quien la nena vivió hasta hace dos meses, cuando su madre fue a buscarla para que pasara unos días con algunos de sus hermanos. La madre nunca más devolvió a su hija al padre. Por ese motivo Leguiza habría presentado una denuncia en un Tribunal de Lomas de Zamora.

En estos dos meses Prisila vivió un infierno.  “Tenemos muchísimo material probatorio que da la pauta de la violencia ejercida sobre la nena. Y calculamos que después, a medida que surjan más pericias y resultados de ADN, van a surgir otros elementos. Se les tomó testimonio a infinidad de testigos y demás, que no vieron el hecho. Pero dan cuenta de la violencia…”