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Una placa señalizará desde esta tarde el lugar exacto donde funcionó el Batallón 601, el nombre con el que se hizo famoso el Servicio de Informaciones del Ejército (SIE). La señalización del edificio de Viamonte y Callao, donde funciona la Universidad de El Salvador, fue aprobada por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. 

“Allí estuvo secuestrado el cadáver de Eva Perón, desde allí se coordinó el Plan Cóndor y todas las operaciones del imperialismo en América Latina”, indicaron los integrantes de Barrios por la Memoria, que impulsaron que allí se creara un Espacio de la Memoria. Aunque eso no ocurrió, un proyecto de los legisladores María Rachid y Eduardo Form permitirá la señalización con respaldo de la Legislatura porteña, que se realizará a las 17.

El edificio de nueve pisos fue vendido por el Ejército en 2003. El año pasado fue adquirido por la Universidad del Salvador, que lo remodeló para construir para aulas y residencia de estudiantes en el mismo espacio donde torturaron militantes políticos y planificaron operaciones del terrorismo de Estado. Según los cálculos originales, se albergarán allí unos 5.000 estudiantes.

Durante los siete años que duró la última dictadura, trabajaron allí de manera constante más de 1.500 agentes civiles y alrededor de 340 militares. La totalidad del personal civil de inteligencia, unos 800, lo hacían como Agentes de Reunión y Agentes de Producción y eran quienes se infiltraban en sindicatos, universidades y organizaciones políticas y sociales para recabar información.

El nombre del Batallón 601 quedó asociado a varias operaciones represivas de peso como el secuestro y desaparición del director del diario El Cronista Comercial, Rafael Perrotta, y la cacería de quienes retornaron a la Argentina desde el exilio para participar de la contraofensiva montonera.

“Desde ese edificio de nueve pisos y sótanos, se diseñó y planificó la desaparición de miles de ciudadanos argentinos y de otros países hermanos en el marco del Plan Cóndor. También se organizó el envío de sus expertos en torturas y desaparición a países centroamericanos”,  escribieron los integrantes de Barrios por la Memoria y Justicia-Balvanera y Baldosas por la Memoria en una denuncia que hicieron pública el año pasado.

En el texto señalaron “la irresponsabilidad de quienes por acción u omisión permitieron que se esté modificando la estructura del edificio con refacciones y derrumbes parciales, mientras hoy se desarrollan los juicios por crímenes de Lesa Humanidad, donde pruebas concretas pueden encontrarse todavía en ese lugar”.

PW/RA