La frase es de Carmelo Vinci, uno de los sobrevivientes de Monte Peloni. Como el resto de las víctimas, espera condenas ejemplificadoras. Hoy se conocerá el veredicto.
Promediaba septiembre cuando en la Sala de Usos Múltiples de la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría, víctimas y victimarios volvían a verse las caras. Habían pasado 37 años y las condiciones eran otras. Cuatro meses después del inicio del juicio, pasadas 18 audiencias –algunas de ellas interminables– los cuatro ex militares están a horas de saber cuáles serán sus destinos. Mientras, Olavarría toda aguarda el veredicto de un juicio histórico que visibilizó la crueldad de la dictadura cívico militar en una ciudad donde para muchos nunca pasó nada. La última audiencia comenzará el lunes a las 11 con las últimas palabras de Omar “Pájaro” Ferreyra y después se leerá el veredicto.
Tanto la Fiscalía como la querella pidieron al Tribunal Oral Federal 1 de Mar del Plata que condenen a prisión perpetua al ex general Ignacio Aníbal Verdura, jefe del Área Militar 124; al ex capitán Walter Jorge "El Vikingo" Grosse, oficial de Inteligencia de la Plana Mayor (S2) del Regimiento de Caballería de Tanques 2 “Lanceros General Paz” y al ex sargento Omar "Pájaro" Ferreyra, integrante del Grupo Operaciones del Escuadrón Comando. Para el teniente primero Horacio Rubén Leites, jefe del Escuadrón “A”, del mismo regimiento, pidieron 25 años de prisión. Por su parte, las defensas pidieron la libre absolución de los cuatro represores.
Los cuatro están imputados por torturas y secuestros en más de una veintena de casos. Verdura, mandamás de la zona en épocas de patotas y complacientes, era el único que llegó a juicio acusado de los asesinatos de Jorge Oscar Fernández y de Alfredo Maccarini. Pero durante el juicio, la Fiscalía entendió que todos los imputados debían responder por esos dos homicidio y por el de otras cuatro víctimas desaparecidas. El Tribunar resolvió que Verdura será juzgado por los seis homicidios mientras que Ferreyra y Grosse responderán solo por Fernández y Maccarini. Leites, por su parte, sólo quedó acusado de los secuestros y torturas. Con esto, cambiaron las perspectivas de pena: los tres primeros podrán ser condenados a perpetua.
“Nuestra expectativa es que se cumpla el pedido que hicimos, creemos que durante el debate se ha probado la participación de los cuatros imputados en los delitos por los que se los acusa. Creemos que será una sentencia ejemplificadora y que llevará por fin justicia para Olavarría”, expresó el fiscal a cargo de la causa Walter Romero a Infojus Noticias. Además, Romero dijo que este juicio es por demás importante de cara a la segunda etapa judicial de Monte Peloni. “En Monte Peloni II estamos en la etapa de ofrecimiento de prueba contra algunos de los imputados, este debate aportó mucho para que ese juicio sea más ágil”, explicó e hizo especial hincapié en el uso de las declaraciones de este debate que está por llegar a su fin para evitar revictimizar a los sobrevivientes y familiares de las víctimas del terrorismo de Estado.
30 mil flores a la espera de justicia
El lunes, las paredes de la facultad no se verán igual que siempre. Serán el soporte para las más de 30 mil flores que hechas de cartulina y otros materiales recordarán a los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar.
“Así vamos a esperar la sentencia, recordando a nuestros compañeros y demostrando que la sociedad está comprometida con el deseo de Justicia”, contó Carmelo Vinci, uno de los sobrevivientes de Monte Peloni. “Nos han mandado flores de todos lados con el nombre de desaparecidos”, contó Araceli Gutiérrez, también sobreviviente de Monte Peloni.
Los dos fueron testigos importantes durante el juicio, no solo porque pudieron contar sus experiencias durante el cautiverio, sino porque ambos con su militancia ayudaron a que toda Olavarría tomara dimensión de lo que pasó año atrás.
El primero en sentarse a declarar ante los jueces fue Carmelo. Unas horas antes había hablado con Infojus Noticias: “Estoy esperando que termine para descansar un poco. Ando con somnolencia… me acuesto tarde, me levanto temprano… No estoy nervioso, pero internamente debe haber algo”, contó. Ahora faltan horas para que termine el juicio y, al menos por un tiempo, Carmelo pueda recuperar el sueño. “Seguro después de la sentencia vamos a sentirnos mejor, porque será un acto de reparación para nosotros”, contó ahora Carmelo sin dejar de remarcar que hasta hace pocos años ellos, las víctimas del terrorismo de Estado, eran vistos en Olavarría como sapos de otro paso: “con la llegada de Néstor Kirchner y su política de derechos humanos eso comenzó a revertirse, pero ahora esperamos que otro poder, el Poder Judicial, aporte lo suyo en la reparación histórica”.
Carmelo dice que espera el veredicto con mucha tranquilidad, que durante el debate oral los testigos dieron suficientes pruebas como para que se condene a los cuatro represores. “Quedó absolutamente claro que todo lo que denunciamos durante años ocurrió en Monte Peloni”, dijo.
“La sentencia será un acto de reparación grande, vamos a poder cumplir con el mayor acto de venganza posible: que haya Justicia”, sintetizó Carmelo que no deja de pensar en que esto es solo el comienzo, que por delante hay una nueva causa, Monte Peloni II y que ahí le tocará a otros represores dar la cara. “Este juicio le hizo caer la careta a varios, no solo a los cuatro que estuvieron sentados ahí, sino a sus cómplices civiles”, dijo.
Uno de los testimonios más duros que pudieron escucharse en Monte Peloni fue el de Araceli. Con un temple extraordinario, la “Guardiana de la memoria” –así la llaman porque decidió vivir en el predio donde funcionaba el centro clandestino Monte Peloni para preservarlo– contó sus días de cautiverio y las vejaciones a las que fue sometida por sus verdugos. “Mi papá tuvo que elegir cuál de sus dos hijas iba a sobrevivir”, contó en una audiencia cargada de tensión y emoción.
“Estoy tranquila y ansiosa”, dijo Araceli a Infojus Noticias: “Seguro los van a condenar, en el juicio quedó probada la participación de los cuatro en la represión y también de las complicidades civiles”. No será la primera vez que Araceli asista a una sentencia en juicios de lesa humanidad. “Igual esta vez es distinto, yo declaré en otros como testigo, pero este juicio es el que me tiene como víctima”, contó: “La sentencia me permitirá empezar a cerrar un poco mi historia y la de mi familia”.
“Es mi deseo que al menos ahora nadie pueda decir que en Olavarría no pasó nada. La participación de los jóvenes, estudiantes, en el juicio fue muy importante y se nota que en la ciudad hay más participación”, dijo Araceli y para graficar contó que mucha gente se está acercando al Monte para conocer el lugar e informarse sobre la historia reciente: “El juicio y la aparición de Ignacio Carlotto fueron un despertar para Olavarría”.