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El noveno aniversario del incendio del boliche Cromañón, en el que murieron 195 personas y hubo más de mil heridos, coincide con el primer año de detención de los músicos de Callejeros, condenados por la Sala 3 de la Cámara Federal de Casación Penal por su responsabilidad en el incendio. La causa -ahora en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que deberá decidir si toma el caso y resolver un planteo para que los miembros de la banda sean liberados- tiene 14 detenidos, entre músicos, responsables del boliche, funcionarios y policías.

“No nos cuenten Cromañón” es un grupo de sobrevivientes de la tragedia. Este lunes, cuando se cumpla un nuevo aniversario, marcharán hacia el Obelisco para reclamar la libertad de Callejeros. El objetivo no parece tan lejano: a principios de mes, los abogados Oscar Marcelo Brito y Nicolás D’Albora, a cargo de la defensa de la banda, con excepción del baterista Eduardo Vázquez, hicieron una presentación judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

En el escrito, los abogados pidieron que mientras el máximo tribunal analiza el planteo de fondo realizado por el procurador fiscal ante la Corte Suprema, Eduardo Casal -que pidió que se revise la sentencia y se retome la hipótesis del estrago doloso- se suspenda la aplicación de la sentencia y se libere a los músicos.

El año próximo, al regreso de la feria judicial, la Corte deberá resolver cuatro puntos: el planteo realizado por Casal, un recurso anterior presentado por el fiscal ante Casación, Raúl Omar Pleé, para que se incluya la figura dolosa en las condenas, el pedido de excarcelación de varios de los 14 detenidos y el escrito presentado por los abogados de la banda para que se suspenda la ejecución de la pena.

“El fallo no está firme. Para nada. Acá se violó el doble conforme”, explicó a Infojus Noticias D’Albora. El principio del doble conforme es una garantía procesal que establece que todo fallo condenatorio debe ser revisado por otro tribunal. En este caso, los músicos de Callejeros habían sido absueltos por el Tribunal Oral en lo Criminal 24 en agosto de 2009. El caso llegó a Casación: en abril de 2011 la Sala 3 modificó la carátula a Chabán de estrago doloso a culposo –un delito con menos pena– y revocó la absolución de Callejeros.

El TOC 24 dictó nuevas penas. En octubre la Cámara confirmó la pena a 10 años de prisión para Chabán. Los miembros de la banda fueron condenados por el delito de incendio culposo seguido de muerte en concurso real con cohecho activo en calidad de partícipes necesarios. La pena varió según la responsabilidad de cada uno en la organización de los recitales.

Chabán y Fontanet

Patricio Fontanet, cantante de Callejeros, recibió una pena de siete años. Después de pasar varios meses en la clínica Morra de Córdoba en calidad de detenido fue trasladado al pabellón especial del Penal Federal de Ezeiza -a cargo del Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA)-.

En el Pabellón 1 del mismo penal permanecen alojados el bajista Cristian Torrejón, los guitarristas Maximiliano Djerfi y Elio Delgado, el saxofonista y bandoneonista Juan Alberto Carbone, el baterista Eduardo Vázquez, el mánager Diego Argañaraz y el escenógrafo Daniel Cardel. Todos ellos fueron condenados a cinco años de cárcel, con excepción de Cardel, condenado a tres años, y Vázquez, que recibió una pena de seis años y cumple una perpetua por el femicidio de su mujer, Wanda Taddei.

Omar Chabán ocupó un espacio importante en la historia del rock nacional. A principios de la década del 80 abrió el Café Einstein, una vieja casa ubicada en un primer piso en Córdoba y Pueyrredón. Por allí pasaron grupos como Soda Stereo, Sumo, los Twist y Los Violadores. Al año siguiente de su cierre, Chabán inauguró Cemento, un espacio mítico en el que tocaron bandas como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, La Renga, Las Pelotas, A.N.I.M.A.L, Todos Tus Muertos. El 12 de abril de 2004, Chabán abrió República Cromañón con un recital de Callejeros.

Chabán recibió una pena de 10 años y 9 meses. El gerenciador del boliche de Once tiene arresto domicilario por razones de salud: tiene un linfoma de Hodgkin grado 4 irreversible y está internado en el Hospital Santojanni. "El cáncer se encuentra diseminado", explicó el informe del Cuerpo Médico Forense, “y se diseminó hasta ganglios linfáticos, en el pulmón, hígado y médula ósea".

Los funcionarios condenados fueron tres: la subsecretaria de Control Comunal Fabiana Fiszbin, la directora General de la Subsecretaría, Ana María Fernández, condenada 3 años y seis meses, y el ex director adjunto del área, Gustavo Torres, a 3 años y nueve meses. El policía Carlos Díaz recibió una pena deocho años de prisión e inhabilitación perpetua por el delito de incendio culposo seguido de muerte y cohecho pasivo.