Raúl Fernando Gómez Cincunegui, el uruguayo encontrado en la cordillera de Los Andes el domingo, fue dado de alta hoy y trasladado a un calabozo de la policía Federal sanjuanina . Lo habían internado por su estado de desnutrición y deshidratación. Está acusado de abuso sexual en Chile, y por eso ese país pide su extradición.
Raúl Fernando Gómez Cincunegui, el uruguayo encontrado en la cordillera de los Andes el último domingo y acusado de un caso de abuso sexual en Chile, fue dado de alta esta mañana. Estaba internado en la unidad de Clínica Médica del Hospital Rawson desde su hallazgo después de cuatro meses de haber estado perdido. Ahora está detenido en los calabozos de la Policía Federal, delegación San Juan. El juez Leopoldo Rago Gallo, a cargo del Juzgado Federal N° 2 de esa provincia, determinará su traslado al Penal de Chimbas, donde permanecerá hasta que se resuelva la extradición solicitada por la justicia chilena.
El uruguayo, de 58 años, emprendió su aventura en abril de este año. Empleado público y plomero, partió de Bella Unión, Uruguay, y condujo hasta Mendoza, Argentina. Lo hizo para participar de un encuentro de motoqueros el día 13 de ese mes, pero luego continuó su recorrido hacia Chile. Tenía pensado visitar a su amigo Andrés Rodríguez. Pero dejó de dar noticias a su familia en mayo y empezaron las búsquedas.
El domingo pasado fue hallado de casualidad por tripulantes de un helicóptero de la Dirección de Hidraúlica del gobierno de San Juan. Estaba sentado cerca del refugio de montaña a 4.500 metros de altura. Gómez Cincunegui había sido internado por su avanzado estado de desnutrición y deshidratación.
El lunes se supo que había cruzado la Cordillera de los Andes a pie porque huía de la Justicia chilena. Tenía una denuncia por abuso sexual a un menor. El martes el juez Rago Gallo confirmó que recibió el pedido de extradición.
El 4 de mayo, Raúl llegó a la comuna de Petorca, al centro norte de Chile, una región de montañas y lagos. Algunos días después, Gómez se comunicó con su mujer para avisarle que la moto se había averiado y que dormiría en un camping. El sábado 11 de mayo, por un mensaje de texto, hizo saber a su esposa que emprendía el regreso para la Argentina. Lo que no avisó fue que lo haría a pie.
Aquel día cruzó la frontera dejando atrás Chile, y se adentró en las irregularidades de la Cordillera de los Andes. Caminó días enteros, semanas, donde las temperaturas alcanzan varios grados bajo cero y el viento golpea en la cara. Tiempo después, Gómez contaría que las tormentas de nieve lo hicieron perder el rumbo.
El hombre había dicho a su mujer que llamaría el día 18 de mayo. Nunca lo hizo, y su familia hizo la denuncia por desaparición en Uruguay. Fue radicada ante la Interpol y notificada a las fuerzas de seguridad de Argentina. Cuatro meses después, el domingo 8 de septiembre, técnicos del departamento de Hidráulica de San Juan que relevaban la cantidad de nieve, divisaron a Gómez en un refugio que creían deshabitado.
Lo encontraron sentado en el suelo, a 4.500 metros de altura, desnutrido y desorientado. El hombre, que se había alimentado con pasas de uva y azúcar que los rescatistas dejan en los refugios, fue trasladado al Hospital Rawson de la capital sanjuanina, donde se comunicó con su familia en Uruguay.
Gómez, que se encontraba en “estado de desnutrición avanzada” y pesaba unos 20 kilos menos de lo normal, se reencontró con su familia el domingo por la noche. La esposa y las hijas llegaron en un vuelo privado a la ciudad de San Juan. "No podemos creer que lo hayan encontrado. Estamos muy agradecidos al gobierno de San Juan que se han portado divino con nosotros", dijo a los medios Paula Gómez, una de sus hijas.