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Bruno Canalis y su novia, María, cumplirán mañana un año y dos meses presos en el penal de Bower, Córdoba. Ellos son de Temperley, pero estaban de vacaciones en un camping de esa provincia cuando les revisaron el auto y les encontraron unos 190 gramos de marihuana. Al principio caratularon su causa como “comercialización, tráfico y consumo”, aunque después quitaron la comercialización. Este caso es uno más de los que engrosan las filas de los consumidores de droga presos. Según el último informe publicado por la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), el 38 por ciento de las causas iniciadas en el país son por tenencia simple.

La actual ley 23.737 de estupefacientes tiene por objetivo luchar contra el narcotráfico. Según el informe, elaborado con datos de 2012, sólo el 3% de las causas investiga el contrabando. La Procunar llamó la atención sobre un punto: entre el 67% y el 80% de las investigaciones son iniciadas por las fuerzas de seguridad. La policía u otras fuerzas de seguridad seleccionan arbitrariamente a quién atrapar y encarcelar, filtrando los casos al sistema judicial y, en la mayoría de los casos, incidiendo en la tipificación del delito a la hora de los procedimientos.

Esto es lo que le pasó a Fernando Colombini, que el próximo 6 de mayo cumplirá un año bajo prisión domiciliaria, después de pasar por los penales de Magdalena y Olmos. A Fernando le allanaron su casa el 7 de febrero de 2013, luego de la denuncia de un vecino. Participó Alberto Sarramone, a cargo de la Fiscalía N° 2 de Saladillo. El operativo estuvo plagado de irregularidades. Los policías desgajaron 8 plantas y, al final, contaron 18. Además, las pesaron con ramas y hojas, y no sólo las flores, que son las que contienen el principio activo del cannabis.

Este tipo de procedimientos es común, según Sebastián Basalo, director de la revista THC, de cultura canábica. “A veces llegan a pesar las macetas con tierra para inflar la cantidad de marihuana encontrada”, dijo a Infojus Noticias. La razón de esto es que a mayor cantidad de marihuana, mayor es la probabilidad de que el imputado sea acusado de comercio.

Francisco Benítez Candia, un joven de Ezeiza, es uno de los últimos consumidores encarcelados. Su esposa, Nadia, contó a Infojus Noticias que la policía pesó frascos con unas pocas flores de marihuana, y otros con ramas y hojas, dando como resultado del peritaje una cantidad de 10 kilos de marihuana. Actualmente está con prisión preventiva en la Delegación Departamental de Investigaciones de Esteban Echeverría, acusado de consumo y comercialización. Espera una audiencia con el juez para retirar este último cargo y no ser trasladado a un penal.

Desfederalización de los delitos

Respecto de las jurisdicciones, el informe compara dos momentos. En 2005, la justicia federal de la provincia de Buenos Aires concentraba el 40% de las causas de drogas, seguido por Capital Federal, con 35%, y el resto del país con el 25%. Para 2008, la provincia tenía el 3%, el 49% la Capital y el 48% el resto. A nivel nacional, hubo una merma del 30% en las causas de estupefacientes iniciadas en el seno de la justicia federal. El cambio tiene que ver, según la Procunar, con la ley 26.052 de desfederalización de los delitos de drogas, aprobada en 2005.

El principio que regía a la ley era trasladar a la justicia provincial los delitos menores de drogas como la tenencia, el consumo o el comercio en pequeñas dosis, para que la justicia federal pudiera dedicarse a la persecución de la narcocriminalidad. Tres provincias adhirieron a la ley: Córdoba, Salta y Buenos Aires. Si Santa Fe hubiera adherido, por ejemplo, hubiera sido imposible el megaoperativo de la semana pasada en Rosario, que culminó con el allanamiento de más de 80 sitios relacionados al tráfico de drogas. Lo que ocurrió finalmente fue el surgimiento de una gama de “zonas grises” a la hora de perseguir estos delitos.

Colombini fue imputado por “cultivo para comercio de estupefacientes”, por lo que su caso fue elevado al Juzgado Federal de Azul, desde donde pasó al Juzgado Federal N° 6 de La Plata, sin motivo aparente. Allí, un juez de garantías se declaró incompetente pero igual dictó la prisión preventiva del joven. Fue entonces cuando la causa volvió a Azul, donde se resolvió que no tenía envergadura para ser considerada comercio, por lo que volvió a Saladillo. A todo esto, Colombini estaba preso hacía dos meses. Casos como éste son un ejemplo de lo que denuncia la Procunar: la desfederalización da un poder desproporcionado a las policías provinciales, que pueden hasta decidir cuestiones de competencia.

Alexis Torrijo fue detenido el 19 de junio de 2013 mientras atendía el kiosco de diarios de su abuelo, en la capital de Santiago del Estero. Estuvo preso hasta fines del año pasado, cuando fue excarcelado luego de pagar la fianza. Su causa continúa, y él no puede abandonar la provincia. Fue detenido el flagrancia, y las pericias al celular dieron indicios de comercialización. Cuando allanaron el kiosko de diarios de su abuelo, encontraron 15 gramos de droga. Tanto el juzgado de primera instancia como la Cámara Federal de Apelaciones confirmaron el procesamiento, y ahora espera el juicio oral.

Los datos de la ciudad de Buenos Aires

En la ciudad de Buenos Aires, el 41% del total de las causas vinculadas a delitos por drogas son bajo la figura de tenencia para consumo personal. Y un 16%, por tenencia simple. Alejandro Corda, del Instituto Intercambios, señaló que ambas figuras “plantean un debate complejo desde lo técnico. La figura no sanciona una conducta, sino un estado: la relación entre un sujeto y un objeto”. Corda agregó que “es una forma de adelantarse al daño que ese objeto podría provocar y sirve, según los policías, para atrapar narcotraficantes sin necesidad de capturarlos en el momento de la venta. En la realidad sirve para encarcelar consumidores que son incautados con algunos gramos de marihuana”.

Otro 35% de los delitos por drogas son por comercio, almacenamiento, transporte y todo lo incluido en el artículo 5, incisos C y D, de la ley de drogas. Dentro de estos números no puede descontarse que también haya consumidores, tal como muestran los casos de Bruno, Fernando, Alexis o el de Miguel Ángel Durrels, un joven detenido en Pilar con 80 gramos de marihuana que apareció muerto ahorcado en su celda el 9 de septiembre pasado.