En el programa de radio “Los chicos quieren ser chicos" invitaron a Romina Diurno, integrante del Programa Nacional de Rescate de Víctimas de Trata. Las conductoras, María (14), Sasha (11) y Wendy (14), le preguntaron de todo a la especialista. Las tres forman parte de R.E.V.E.L.D.E., una organización de chicos de 9 a 15 años que se reúnen para debatir sobre su realidad, en el Barrio Fátima de Villa Soldati.
En 2008, la Ley 26.364 ubicó a la trata como delito federal y creó el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Romina Diurno es la responsable de Capacitación de esa área y fue entrevistada en “Los chicos quieren ser chicos”, que se emite los sábados de 6 a 8 por AM 530 Radio Madre y es conducido por María (14), Sasha (11) y Wendy (14), integrantes de la Asamblea R.E.V.E.L.D.E., una organización de chicos del pueblo de 9 a 15 años de edad que se reúnen para debatir sobre su realidad y tomar decisiones, en el Barrio Fátima de Villa Soldati.
Todos los miércoles, las conductoras llegan desde la escuela hasta la radio de las Madres para grabar. Al terminar, comparten algunos alfajores, unas papas fritas, y durante el viaje de vuelta a Villa Soldati apenas si le quitan la vista a sus celulares. Por el programa, que surgió gracias a un taller de radio convocado por un grupo de educadores populares de la organización La Miguelito Pepe, pasaron personajes de la cultura como Felipe Pigna, Gastón Pauls o Mempo Giardinelli. Una de las productoras, Nadia Pérez, también está en el estudio por si hay que corregir algún bache y es Federico Cuesta quien se encarga de editar lo que se graba. Los entrevistados se sorprenden por la seriedad y pertinencia de las preguntas de los chicos quienes saludan a los invitados, se sientan en el estudio, se ponen los auriculares, acomodan los micrófonos y esperan que se encienda la luz roja que dice “En el aire”.
-En este momento está con nosotras Romina Diurno, que integra la Oficina de Rescate a víctimas de Trata. Hola, Romina, ¿Cuál es la tarea que lleva adelante tu oficina? -abre María.
-Lo que hacemos es participar de los allanamientos donde haya sospecha de víctimas de trata. Estamos desde que entran las fuerzas policiales al lugar para brindar ayuda a través de un equipo especializado, que tiene a su cargo la asistencia psicológica, social, médica y jurídica. Estar en este programa significa ser parte de un cambio.
-¿Por qué decís que es un cambio?
-Antes de 2008, cuando no existían leyes de trata en nuestro país, se pensaba a la trata solamente a partir del secuestro, el sometimiento físico, el traslado forzoso, como lo fue el caso de Marita Verón. Pero a partir de la sanción de la ley se crearon programas de asistencia, capacitación, campañas de sensibilización, que permitieron avanzar en cómo pensamos a la trata de personas, teniendo en cuenta las causas y factores culturales. Hay que tener en cuenta que no sólo hablamos de trata para explotación sexual, también intervenimos en trata para explotación laboral, situaciones prácticamente de esclavitud que también es muy común.
María es la que más pregunta y repregunta, más motivada por la curiosidad que por lo que dicen los manuales que se usan en los institutos de periodismo. Diurno destaca que fueron rescatadas 9.355 víctimas, que se monitorean 110 diarios de los cuales 94 ya no publican oferta sexual gracias a la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual (OM). Cuando la respuesta se hace muy larga los chicos interrumpen y vuelven a preguntar.
-¿Y qué es la línea 145 en la que ya recibieron 5.541 denuncias?
-La línea se creó en 2012 para recibir denuncias de casos de trata, desde cualquier punto del país. Es anónima, gratuita y funciona las 24 horas. Es una herramienta muy importante, ya que al ser anónima, muchos que tenían miedo de denunciar, ahora lo pueden hacer más tranquilos.
-¿Sin cliente no hay trata o es más profundo el cambio?
-El cliente es el actor que genera la demanda. Lamentablemente es una práctica cultural muy extendida en esta sociedad, por eso hay que concientizar que la prostitución es una forma más de violencia contra la mujer. Pero también pensamos que estas prácticas de a poco se van modificando. Una parte de la tarea del Programa es generar campañas para desnaturalizar estas prácticas. Los movimientos de las mujeres y las organizaciones pusieron estos temas en agenda, pero también es necesario que haya una voluntad política para que esos reclamos puedan ser visibilizados. En los últimos años se ha dado lugar a esas voces y se han desarrollado políticas estatales.
-A veces escucho que la televisión también tiene que ver con esas cosas…
-Es así. Muchas veces, en la tele y en los otros medios de comunicación, la culpa termina recayendo en la víctima. El límite está cuando se empieza a difundir la vida personal de las personas, como fue el caso de Melina, que terminan por demonizar a los adolescentes en lugar de poner la lupa en los responsables.
-¿Cómo es el acompañamiento a las víctimas?
-En el allanamiento mismo se les ofrece quedar al resguardo del Programa. Si son mayores de edad pueden decir que no, porque tienen sus casas, pero si son menores el juzgado por lo general dispone que queden al resguardo nuestro y vienen a un refugio que es exclusivo del Programa donde las víctimas están acompañadas las 24 horas con operadoras, psicólogas, médicos, personal de seguridad y trabajadores sociales. Las víctimas se quedan en el refugio hasta que se presenten a declarar. Las acompañamos, y una vez que la víctima declara, pasa a otro organismo que es el que se encarga de trabajar en el armado de un proyecto de vida. El acompañamiento es muy importante porque ahí la víctima se da cuenta que estuvo siendo explotada y empiezan a sentirse sujetos de derechos.
María ve la seña detrás del vidrio de que deben redondear y hace la última pregunta, con la que cierran todas las notas.
-¿Qué te gustaría ser cuando seas chica, Romina?
-Uff, qué difícil. No se. Nunca me lo pregunté…. Supongo que jugar, ser libre, feliz y saber de mis derechos.
Se acabó el tiempo pautado en la grilla del programa para la nota en el estudio. Tienen que hacer una entrevista a una diputada, luego ver si pueden sacar al aire a la actriz Julieta Zylberberg, hacer la sección del noticiero para pibes y mucho más. La luz roja se apaga. María y Sasha saludan a la invitada, se sacan una foto con ella y vuelven a sentarse delante de los micrófonos porque el programa debe seguir. El cartel se vuelve a encender. Y en el aire están los pibes de Barrio Fátima, que tienen algo para contar.
RA
* Agradecemos a los pequeños conductores de “Los chicos quieren ser chicos” por la entrevista. El programa se puede escuchar desde acá.