Diez diputados no votaron a favor de la ley de Fertilización Asistida, sancionada ayer en el Congreso. Ocho legisladores del PRO y un radical se abstuvieron y hubo un voto en contra.
La ley de Fertilización asistida contó con 204 votos a favor en la Cámara de Diputados, pero también hubo un voto en contra y nueve abstenciones. La ley obliga a las obras sociales, los hospitales públicos y las empresas de medicina prepaga a cubrir los costos de los distintos.
Rodolfo Fernández, de la Unión Cívica Radical, fue el único que se abstuvo de su bloque, que apoyó la iniciativa tras el discurso de Ricardo Gil Lavedra. El jefe del bloque radical expresó su felicidad por legislar “en materia de igualdad”, consideró que “la infertilidad es una necesidad social” y que no puede excluirse de las prácticas de fertilización asistida a quienes no tienen capacidad para pagarlas.
El voto negativo fue de Julio Ledesma, por la Corriente de Pensamiento Federal, un bloque compuesto únicamente por él. Ledesma es un dirigente de La Matanza que durante los primeros tiempos de Néstor Kirchner participó del armado oficialista. Después rompió filas, y en 2009 renovó su banca de diputados desde el bloque Unión PRO. Volvió a romper, y desde entonces compuso un monobloque. Se especuló con su acercamiento al intendente de Tigre, Sergio Massa, pero trascendió esta semana que cerró un acuerdo con el macrismo.
El PRO dio libertad de acción a sus diputados. Aunque con críticas a la ley, Laura Alonso, Silvia Majdalani y Soledad Martínez, votaron a favor. Majdalani cuestionó la amplitud de los casos que son asistidos por la norma, pero consideró que de todas formas era necesario apoyarla. Pidió que la reglamentación de la norma estableciera límites sobre quiénes podrán contar con este derecho. Varios diputados oficialistas contradijeron esta postura planteando que la ley regula un derecho en favor del principio de igualdad. Alonso es una de las figuras más visibles del bloque macrista, y es una referente dentro del PRO, pero en este caso adhirió a la regulación impulsada por el kirchnerismo.
Por el contrario, Federico Pinedo explicó su abstención y la de Paula Bertol, Gabriela Michetti, Pablo Tonelli, Jorge Triaca, Omar de Marchi, Roberto Pradines y Cornelia Schmidt Liermann. Según Pinedo, “el PRO tenía libertad de conciencia” y por distintas razones éticas, morales o religiosas, varios de los diputados prefirieron no acompañar la propuesta. Por su parte, Jorge Triaca presentó un dictamen de minoría, en el que se incluían mayores limitaciones a la asistencia del Estado y las prepagas. En su discurso, contó que él es infértil, y que para tener a sus dos hijas, tuvo que recurrir a un tratamiento de fertilización asistida.
Pinedo explicó a Diego Fucks, en su programa Broucastin de Radio América, que no votaron en contra porque “en general estamos a favor”, y que la abstención se debió a que tenían “algunas diferencias” con el proyecto que se convirtió en ley. Agregó que también diferían con el tratamiento de los embriones congelados, “que son personas por nacer”, una discusión que todavía divide las aguas en la doctrina de los abogados, y que tiene algunos puntos en común con el debate sobre el aborto.