Lo dijo la periodista Florencia Etcheves, que el 20 de diciembre de 2001 cubrió la represión ordenada por De la Rúa. Esa tarde, la cámara filmó el cuerpo sin vida de Diego Lamagna, un joven de 26 años que había viajado desde Sarandí para sumarse a la protesta. Etcheves contó que ese día hubo otros heridos de bala. Y que la policía estaba por todos lados.
“Fue la primera vez en 22 años de profesión que tuve miedo”, dijo la periodista Florencia Etcheves en el juicio por la represión que marcó el fin del gobierno de Fernando de la Rúa el 20 de diciembre de 2001. Ante los jueces del Tribunal Oral Federal 6 (TOF6), la periodista que trabaja para Canal 13 y TN recordó que era productora de Telenoche Investiga y que ese día estaba con un camarógrafo cuando una balacera la obligó a tirarse al piso, boca abajo, en las inmediaciones de las avenidas de Mayo y 9 de Julio. Cuando se incorporó vio apenas a unos metros a un “joven que no se pudo levantar; me pareció que estaba muerto”, agregó.
Esa tarde, poco después de las cuatro, la cámara filmó el cuerpo sin vida de Diego Lamagna, un joven de 26 años que había viajado desde Sarandí para sumarse a la protesta. Estaba solo cuando una bala le partió el pecho. Los manifestantes intentaron socorrerlo, pero cuando llegó la ambulancia ya era tarde. Poco antes de la cinco, los médicos del hospital Argerich confirmaron su defunción. Afuera seguía tronando la consigna “que se vayan todos”. Dos horas después, De la Rúa se subió al helicóptero y abandonó la Casa Rosada. A unos cincuenta metros sobre la avenida de Mayo había caído Gastón Riva; su esposa María Arena lo vio morir por televisión. Lo reconoció por la remera que llevaba puesta, porque no estaba “en el cajón de la ropa para lavar”, contó ante este tribunal en la apertura de la etapa de testigos.
Esta mañana Etcheves no recordó haber presenciado la muerte de Gastón; pero reconoció que la filmación donde se lo ve tirado en el piso, rodeado por manifestantes que intentaba reanimarlo -haciéndole respiración boca a boca o golpeándole el pecho- fue tomada por su compañero, el camarógrafo de Canal 13. Etcheves había mencionado este hecho en 2005, cuando declaró por primera vez durante la instrucción de la causa, y hoy le confirmó a los jueces del TOF 6 que confía mucho más en lo que contó entonces.
El que sí recordó a Gastón en esta audiencia fue el teniente de fragata retirado Julio César Urien. El ex marino se alejó de la fuerza en plena dictadura para oponerse a la represión, y recién en 2005, por disposición de Néstor Kirchner, recuperó su grado militar. Estaba muy cerca del joven cuando un balazo lo hirió y se cayó de la moto en la que viajaba. Después, durante la audiencia, se reconocería con pantalón claro y una remera azul clara, entre los que lo alzaron para llevarlo hasta la avenida 9 de Julio, para que lo subieran a una ambulancia. Cuando llegaron también vio a Lamagna, supuso que ya sin vida porque “lo taparon”.
Ese 20 de diciembre Urien había ido hasta el microcentro con intención de llegar hasta la Plaza de Mayo. Como mediano empresario integraba la Unión Industrial de Tigre y estaba cansado de políticas de hambre y exclusión. “El 19 a la noche estuve con mi familia en el Congreso, pero el 20 decidí ir solo porque la noche anterior había visto actuar a la policía”, contó ante el tribunal que preside José Martínez Sobrino. Como él eran muchos los indignados con el gobierno, con los gases y los muertos por las balas policiales. “Una vecina le tiró a la policía con una maceta”, contó más adelante otra de las testigos citadas para hoy.
Más heridos de bala
Etcheves contó que ese día hubo otros heridos de bala. Y que la policía estaba por todos lados: se movía en motos, de a dos, apuntando contra la gente que no podía respirar por la cantidad de gases. “En una esquina, un grupo de personas levantaron los brazos –mujeres y hombres de todas las edades- y otros se arrodillaron, cuando un policía bajó de una de esas motos y apuntó. Todos levantaron las manos, como si les fueran a disparar”, contó Etcheves. La periodista advirtió que “claramente los manifestantes estaban en inferioridad de condiciones, frente a policías armados”.
La escena a la que se refería se proyectó esta mañana en la sala SUM de Comodoro Py; así como los últimos minutos de Riva y el cuerpo sin vida de Lamagna. La periodista reconoció que fueron registradas por su compañero para Canal 13 y Valeria Corbacho, una de las defensoras, intentó cuestionar esa prueba.
-¿Está editada?, dijo Corbacho.
-No, eso es un crudo-, fue tajante Etcheves y agregó: -los cortes se hacen en cámara cuando se está filmando para correrse o para cambiar un casette, pero eso es un crudo.
-¿Y el gris?-insistió la defensora-¿por qué está en blanco y negro?
-Eso seguro es un VHS, la conversión hace perder el color porque se pasa a un sistema más nuevo-, explicó Etcheves.
De las siete causas que forman parte de este debate ninguna involucra a los asesinos de Riva y Lamagna; porque la causa por su muerte continúa abierta en la fiscalía Nº 5.
En este juicio, están señalados como responsables por sus homicidios de manera indirecta (culposo) el ex jefe de la policía federal Rubén Santos y a sus subordinados, los ex comisarios Raúl Andreotti, entonces superintendente de Seguridad Metropolitana y el ex director general de Operaciones Norberto Gaudiero, responsables del operativo y el entonces secretario de Seguridad Enrique Mathov. Los cuatros fueron señalados por incumplir con su deber como funcionarios públicos y por abuso de autoridad al haber ordenado la represión que dejó cinco muertos y cientos de heridos en el centro porteño.
Entre los tiradores en el cruce entre las avenidas de Mayo y 9 de Julio, durante la instrucción de la causa además fue identificado el ex principal de la seccional 4°, Víctor Belloni. Filmado en el momento que empuña su escopeta contra los manifestantes, llegó a este juicio acusado por los intentos de homicidio de Marcelo Dorado y el motoquero Sergio Sánchez, sobrevivientes de esa trágica jornada. A ello los habría visto caer Yanina Goldblum, una mujer que miraba lo que estaba sucediendo desde el balcón de su casa, en la calle Bernardo de Irigoyen (a la vuelta de avenida de Mayo).
Esta tarde, ante los jueces del TOF6, Goldblum recordó que ese día vio a tres hombres heridos, y pensó que uno de ellos estaba muerto. “Fue un testimonio importante –señalaron a Infojus Noticias fuentes que conocen la causa- porque es compatible con un disparo de escopeta por la rosa de dispersión (dispara al mismo tiempo nueve balas de plomo) y eso indica que haya varios heridos en un mismo momento”.
En este juicio son 16 los policías de la Federal imputados por la masacre y Enrique Mathov, es el único responsable político señalado por estos hechos. Según fuentes de la fiscalía, hasta ahora declararon 108 testigos y está previsto que en total sean alrededor de 600; entre los que faltan peritos, manifestantes, familiares de las víctimas e integrantes de otras fuerzas de seguridad, entre otros.