Lo dijo a Infojus Noticias Matías Bailone, secretario letrado del Instituto de Investigaciones de la Corte Suprema que participó de la redacción del informes obre homicidios dolosos registrados durante 2012. “La mejor forma de rebatir los argumentos de los medios masivos es hacer este tipo de investigaciones con datos duros incontrastables”, señaló.
Matías Bailone es profesor de Derecho Penal y Criminología, recibido en la Universidad de Buenos Aires. Es secretario letrado del Instituto de Investigaciones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Formó parte del equipo de investigación que elaboró el informe del máximo tribunal sobre homicidios dolosos registrados durante 2012 en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano. Trabajó, además, en la redacción de los fascículos –luego transformado en libro- de “La cuestión criminal”, escrito por el juez Eugenio Raúl Zaffaroni. Bailone habló con Infojus Noticias sobre los detalles del informe que se presentó hoy.
-¿Encuentra una disociación entre las estadísticas del informe y lo que reflejan a diario los medios masivos de comunicación?
-Es un poco lo que viene diciendo Zaffaroni sobre la criminología mediática. Los medios de comunicación concentrados tienen un discurso que pretende no brindar datos duros, sino meras sensaciones. Se ocupan de construir una realidad alternativa en lugar de mostrar la realidad verdadera. Hay ciertos tipos de delito que tienen cierta espectacularidad en el imaginario colectivo, que el hecho cometido entre dos enemigos de toda la vida no tiene. Vende mucho más una tergiversación de la información que una investigación.
-¿Cómo le parece que se puede contrarrestar esta manera de difusión de las noticias?
-La mejor forma de rebatir los argumentos de los medios masivos es hacer este tipo de investigaciones con datos duros incontrastables. La mejor forma de combatir es dar información cierta y fidedigna. Y este tipo de informe es accesible a toda la comunidad, no solo a los periodistas.
-¿Cómo fue la metodología de investigación?
-Fuimos a ver los expedientes en los juzgados y fiscalías del conurbano y de Capital Federal. Con cada expediente completamos un protocolo de investigación: nombre, nacionalidad, educación, quién es el supuesto victimario, cuando fue el hecho, lugar, el móvil, qué arma se usó, el día de semana, el horario. Toda esa información se volcó en un programa informático, un software propio de la Corte Suprema de Justicia de Nación. Después se cruzaron las variables y se elaboraron distintos informes.
-Este es el tercer año que trabajan en este tipo de informes, ¿hay alguna distinción con años anteriores?
-Es la primera vez que se hizo en todo el conurbano. Hay datos muy interesantes que por falta de tiempo no se pudieron desarrollar en el informe. Por ejemplo, los femicidios. Por eso es interesante esto de que sea accesible para toda la comunidad y puedan tomarlo organismos públicos, organizaciones sociales y profundizar otras investigaciones.
-¿Qué diferencia entre CABA y conurbano le llamó la atención mientras hacía el trabajo?
-Otro dato interesantísimo es el tema de villas, que es mucho más rico en Capital Federal. Esto es así porque en la ciudad de Buenos Aires sí está consensuado cuando es villa, mientras que en el conurbano no está claro, el municipio dice que es villa y el gobierno provincial no, por ejemplo. El móvil de violencia crece mucho más en las villas de emergencia que en el resto de la ciudad. La precariedad de habitación dispara muchos más conflictos homicidas. El móvil intrafamiliar es más alto en la zona norte de la ciudad de Buenos Aires que en la zona sur. En la zona sur, los homicidios son entre conocidos pero no entre familiares, son entre vecinos por ejemplo.
-Durante la presentación, Zaffaroni dijo que los pobres se matan entre ellos, que no salen a buscar ricos para matar.
-Sí, tiene que ver con la violencia interpersonal, derivado de la vecindad, de la dominación del territorio. Las políticas criminales deberían enfocarse en esos lugares.
-¿Qué otro inconveniente tuvieron a la hora de trabajar en las estadísticas?
-Entre los problemas que tuvimos, también hay que tener en cuenta que trabajábamos con investigaciones en curso. A veces teníamos que autolimitarnos en el expediente para no molestar una investigación. Otra observación es que el ojo humano corrigió muchas veces los datos de las oficinas estadísticas del Poder Judicial que responde al Consejo de la Magistratura y de la Procuración de la Provincia de Buenos Aires. Allí trabajan personas idóneas, pero son cuestiones del sistema.