“Da la impresión que tenemos dos clases de víctimas, de primera y de segunda categoría” dijo Zaffaroni en la presentación del informe de homicidios dolosos. Los datos también van contra los imaginarios que circulan sobre criminalidad.
“Hay una concentración de homicidios dolosos en lugares de vivienda precaria”. Así lo sostuvo el juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, durante la presentación del informe de las estadísticas con respecto a homicidios dolosos ocurridos en Ciudad de Buenos Aires, conurbano bonaerense y La Plata. Estaban todos. A la izquierda del estrado, el ministro de la Corte, Juan Maqueda; en el centro Raul Zaffaroni, y a la derecha Arturo Puricelli, ministro de Seguridad de la Nación. El objetivo: informar los datos del 2012 sobre los homicidios dolosos ocurridos en Capital Federal y Gran Buenos Aires, y en La Plata.
“No son alarmantes”, fueron las palabras con las que Zaffaroní calificó los resultados de la investigación. Explicó que “hay preeminencia masculina” y que “la incidencia de menores es ínfima”: entre jóvenes de entre 16 y 18 años es un 5 %. Son los datos que nos dan los expedientes”, contó el ministro de la Corte Suprema.
“Hay una concentración de homicidios dolosos en lugares de vivienda precaria” detalló el juez, concentrada en las zonas de Retiro, Barracas, Flores Sur y Villa Lugano. Esta área posee una tasa de homicidio por cada 100 mil habitantes de 10.06, mientras que en el resto de la ciudad, la tasa es de 3.05. En el conurbano, la zona sur también es la “zona caliente” y en total la tasa asciende a 7.66 por cada 100 mil habitantes.
En esta línea, consideró que “hay altos índices de homicidios no esclarecidos” en “donde se observa la concentración”. “Da la impresión que tenemos dos clases de víctimas, de primera y de segunda categoría”, donde “hay una subestimación de lo que sucede en las zonas con mayores tasas de homicidios”, explicó el magistrado y concluyó: “Hay una intensidad investigativa cuyo resultado es discriminatorio”.
Los datos también van contra los imaginarios que circulan en la sociedad sobre la criminalidad. “Los pobres no salen a matar a ricos o a gente de clase media, sino que se matan entre ellos”, dijo Zaffaroni con respecto a los datos que muestra el informe. En el caso de los delitos de homicidios dolosos con respecto a extranjeros fue muy claro: “una de las comunidades más estigmatizadas es la boliviana”, dijo y en los datos que se desprenden del informe “no hay ni un homicidio de bolivianos”.
Luego comparó los datos con los países de la región y sostuvo que los índices son similares a los de Uruguay y Chile. En Brasil la tasa asciende a poco más de 20 homicidio por cada 100 mil habitantes. Pero las tasas que se manejan son superiores a las de Europa y Canadá, que rondan el 2.5 y 3 por cada 100 mil. “Tenemos que tener un objetivo preventivo, nadie puede prevenir lo que no conoce” dijo y expresó que la meta es igualar los índices de Europa y Canadá. “Salvar una sola vida humana es evitar un infinito”, concluyó Zaffaroni.
De la presentación participaron además muchos representantes y jueces de todo el país, entre ellos, María Laura Garrigós de Reborí, presidenta de la Cámara del Crimen; Mario Fera presidente del Consejo de la Magistratura, y Alejandro Slokar, de la Cámara Federal de Casación Penal. También estaba el presidente de la Asociación de Magistrados, Luis Cabral, y la integrante del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, Inés Weinberg de Roca.
El trabajo fue desarrollado por el equipo integrado por los investigadores Rodrigo Codino, Mariana Caraballo, Gabriela Gusis, Matías Bailone, María Silvia Galíndez, Francisco Sánchez de Loria, Yanina Tamburelli, Antonella Calcagno Ortiz, Claudia Martí, Nicolás Meroño y Víctor Hugo Accardi.
“Es una locura directamente”, así se refirió luego de la presentación del informe el juez Eugenio Zaffaroni a la idea de proponer un proyecto de “Ley de Derribo” de aviones, que en los últimos días estuvo en boca de uno de los diputados electos Sergio Massa (Frente Renovador). Calificó la idea de algo “insólito” y de “disparate”. Con “el primer avión que se baje, vamos a tener un lio internacional”, explicó hoy en el cuarto piso del Palacio de Tribunales.
“No somos productores, corremos riesgos porque hay rutas”, especificó con respecto al narcotráfico y ante los datos difundidos por la ONU marcó su “desconfianza”: “cómo puede ser que seamos el tercer exportador, si no producimos cocaína”.