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El juez de instrucción en lo Criminal Osvaldo Rappa pidió hoy que se inicie una investigación por las presiones que habrían sufrido distintos testigos que presenciaron el ataque a Lucas Cabello por parte de un agente de la Policía Metropolitana. Según se desprende del expediente judicial, después del hecho agentes de la fuerza de seguridad porteña presionaron a los vecinos de La Boca para que declararan a favor del efectivo Ricardo Ayala que disparó tres tiros contra el joven.

“Salvalo al pibe”, le pidió un inspector de la Policía Metropolitana a una vecina del Hogar de Tránsito del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) de la calle Martín Rodríguez al 500 en La Boca. Allí vivía Lucas con su familia y en la vereda de ese lugar quedó tirado en el piso sangrando tras la balacera del 9 de noviembre. “El pibe” era el efectivo Ayala. Las presiones para que declara a favor del agente se repitieron, al menos, tres veces. El relato surge del expediente judicial que investiga qué pasó aquel día.

Además del pedido de Rappa, hoy los fiscales Susana Calleja y Miguel Palazzani- a cargo de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin)- presentaron un recurso de apelación contra la excarcelación de Ayala. Los representantes del Ministerio Público Fiscal cuestionaron la valoración de la prueba y la calificación legal resuelta por Rappa que procesó al agente de la Metropolitana pero lo dejó en libertad. El magistrado consideró que el uniformado incurrió en el delito de tentativa de homicidio agravado por su condición de miembro de una fuerza de seguridad, cometido con exceso en la legítima defensa.

“La acción del imputado configura, ni más ni menos, que una gravísima violación de derechos humanos”, sostuvieron Calleja y Palazzani en el recurso presentado hoy. Por otra parte consideraron que se encuentra probado que la víctima no tenía ningún arma en su poder al momento de ser atacado. “La acción del imputado configura, ni más ni menos, que una gravísima violación de derechos humanos, en tanto se ha vulnerado el derecho a la integridad física de Lucas Cabello y se ha puesto en riesgo su vida, mediante la potestad que el Estado le brinda a un agente de una fuerza de seguridad, cual es el monopolio de la fuerza pública”, redactaron los funcionarios judiciales.

Los agravantes

Los fiscales aseguraron que “el primer disparo efectuado contra Lucas con una pistola 9 mm ya resultaría injustificado, por no acercarse siquiera a una respuesta racional o proporcionada para resistir el supuesto ataque sufrido”.

Ayer, los abogados de la familia de Lucas presentaron su respectivo recurso de apelación. Gabriela Carpineti y Nahuel Berguier plantearon que la Metropolitana puede entorpecer la investigación. Como querella ellos consideran que son agravantes de la tentativa de homicidio, además de la condición de miembro de una fuerza de seguridad, el ensañamiento.

Mientras tanto, Lucas se recupera en una clínica privada de los tres balazos que atravesaron su cuerpo. El parte médico habla de una cuadriplejia prácticamente irreversible.

MFA/RA