Por consejo de sus abogados, el único detenido por el crimen expresó su negativa de someterse a una serie de pericias pedidas por el juez. La tarjeta SUBE de la trabajadora doméstica de la casa de Ángeles Rawson demostró que llegó a Palermo a las 8:45 el día del homicidio.
Jorge Mangeri (45), el único detenido por el crimen de Angeles Rawson (16), se negó hoy a responder a las preguntas de los psicólogos y psiquiatras que intentaron hacerle las pericias para determinar si padece algún trastorno sexual. Habían sido ordenadas por el juez de la causa. Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que Mangeri tomó esta actitud siguiendo el consejo de su defensa. Marcelo Biondi, uno de sus abogados, había advertido esta mañana que para él se trataba de una pericia "invasiva".
Hoy Mangeri dejó por un rato el Complejo Penitenciario 1 de Ezeiza, donde cumple prisión preventiva, y fue trasladado a
la sede pericial del Cuerpo Médico Forense, en Lavalle 1429. Ahí tuvo una entrevista con su defensor Biondi y con su perito médico de parte, Adolfo Méndez. Después, cuando estuvo frente a los peritos psicólogos y psiquiatras oficiales y de parte, Mangeri informó que no se sometería a esos estudios, ni contestaría sus preguntas. Después de labrar el acta correspondiente, la diligencia quedó suspendida.
"Nosotros le pedimos que no colabore con la pericia. Consideramos que es invasiva y viola la intimidad de cualquier
persona", dijo esta mañana a Télam el abogado Biondi. Por su parte, el perito de la defensa, Méndez, dijo a la
prensa al salir de la sede del Cuerpo Médico Forense que "el peritado anuncia que no se va a someter al examen de la misma manera que cuando lo citan a declarar y se niega a declarar. Es parte de la legítima defensa".
El perito del estudio de Miguel Ángel Pierri explicó que se trataba de 53 preguntas que "a nuestro modo de ver estaban dirigidas hacia un lugar que se basa en pruebas indiciarias y meras hipótesis". Méndez aseguró que las 53 preguntas orientadas a tratar de determinar algún tipo de trastorno sexual en Mangeri habían sido redactadas "por la querella". Y opinó: "es una situación bastante infrecuente, yo en 25 años de perito nunca vi preguntas de este tenor".
El médico legista y psiquiatra de la defensa explicó que la decisión de que Mangeri no se someta a las pericias "tiene que ver con el carácter de las preguntas, que no están basadas en una prueba que científicamente tenga aval" y que a su modo de ver "apuntan de manera tendenciosa o sesgada" a un posible móvil sexual que no está probado. Méndez afirmó que obtener de Mangeri un "perfil psiquiátrico es lo clásico, y lo clásico no es lo que hemos conocido en el día de hoy".
El perito contó que al tomar contacto esta mañana con Mangeri, tocaron el tema de los planteos de nulidad, uno de los
cuales ayer fue rechazado por el juez de la causa, Javier Ríos. "Los letrados y el resto del equipo interdisciplinario le
hemos explicado en un lenguaje entendible cuál es el proceso y la expectativa acerca de las nulidades. Entonces, dentro de su situación, que es la de un detenido, él tiene expectativas en que eso prospere en una segunda instancia", comentó Méndez.
El estudio psiquiátrico previsto para hoy era el punto 1 de la batería de 52 medidas firmadas la semana pasada por el juez Ríos, quien solicitó un exhaustivo peritaje para Mangeri a los fines de determinar "su perfil conducta-sexual" y establecer sus "vínculos afectivos, organizacionales a nivel familiar, clima emocional, dinámica grupal, dinamismos intrapsíquicos, roles inconscientes estereotipados", informó Télam. Además pidió hacer hincapié en posibles "trastornos sexuales,
de deseo sexual, de la excitación sexual (trastorno de erección o impotencia) y parafilias". Otros puntos de la pericia eran "trastornos del control de los impulsos, concepto de sí mismo, modelo predominante en la temática del poder y el dominio, circunstancias vitales actuales, modelo de masculinidad y autoestima".
Por otro lado, hoy se conoció que la tarjeta SUBE que usó Dominga Torres, la empleada doméstica que trabajaba con la familia de Ángeles, corroboró que la mujer pudo haber llegado a esa vivienda del barrio porteño de Palermo a las 8.45, como declaró. Aunque fue citada hoy nuevamente para explicar por qué tomó dos colectivos con diferencia de diez minutos. Fuentes judiciales indicaron a Télam que los datos del Sistema Unico de Boletos Electrónicos (SUBE) llegaron al despacho del juez de instrucción Javier Ríos e indican que la tarjeta que Dominga dijo que usó ese 10 de junio, tiene registrados horarios compatibles con su declaración. Estos horarios son fundamentales para el juez: le permiten dar por acreditado que Angeles entró al edificio de la calle Ravignani antes de ser asesinada, pero no a su departamento de la planta baja "A", donde Dominga estaba trabajando.