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Agustín Marrero tenía cinco años y era nuevo en el jardín N° 2 del Distrito 12 del barrio de Flores. En marzo, había empezado la sala naranja. En esos tres meses desde el inicio, había asistido 28 días. Él había venido a vivir a Buenos Aires con su madre Bárbara González Bonorino y su hermana. Como eran de Villa Gesell, viajaban bastante, decían. En el colegio, se mostraban integrados. Él se veía alegre, ella, preocupada por lo que le pasaba a su hijo y explicaba que se caía mucho, por eso los dos golpes con los que Agustín llegó un día al colegio. Caídas, como todos, decía. Cuando el nene apareció sin los dos dientes delanteros, ella le dijo a la maestra, Alejandra Bellini, que se había caído en la bañera y presentó el certificado de un odontólogo. “Nos encontramos con una familia como tantas que tenemos en jardín; una familia que empezábamos a conocer, porque él empezó en el mes de marzo – cuenta a Infojus Noticias la maestra- ¿Si uno se plantea que no podés creer en la madre, que es la primera persona que tiene que salir a defender a su hijo, en quién nos queda confiar?”. Agustín murió el 9 de junio. La autopsia reveló que había varios traumatismos, tantos que su hígado había estallado. Miles de personas se concentraron este mediodía frente al Jardín, en la calle Avellaneda al 2500. Había mucho guardapolvo, mucha bandera argentina, muchos niños y carteles hechos con el esmero de una lámina escolar

El padrastro del nene, Leandro Osvaldo Sarli, fue detenido luego de que la hermana Agustín contara que lo vio pegarle con saña. El 14 de julio, la jueza de instrucción Silvia Ramond procesó a Sarli por homicidio agravado por alevosía y a la madre por omisión de cuidado por no haber evitado la muerte del hijo. La causa penal continúa su curso y, mientras tanto, se abrió otra discusión. Tanto a Bellini, la docente, como Elsa Vincova, la directora del jardín, el Ministerio de Educación de la Ciudad les inició un sumario y dispuso la “separación preventiva” para investigarlas ya que armaron actas pero no avisaron a los Equipos de Orientación Escolar (EOE) que deberían ocuparse de la integridad de los niños. Los padres, los docentes, los sindicatos reaccionaron de inmediato.

Que hay un solo EOP por distrito para asistir a educación inicial y primaria; que no les están dando las herramientas a los docentes para hacerle frente a una situación de violencia y abandono de la que los chicos son víctimas a diario (a cuadras de este jardín asistían a la escuela los dos hermanitos que murieron en el incendio del taller textil hace unos meses); que esto es un ataque a la educación pública. Todas esas cuestiones se pusieron sobre la mesa y se estuvieron presentes en carteles, en los cantos, en los discursos que hoy  circularon en apoyo de estas docentes por una situación de fondo que pone a los maestros frente a situaciones que, dicen, nadie les ayuda a resolver.

La directora de la escuela, Elsa Vincova y la docente, Alejandra Bellini.

En el acto estuvieron los cuatro sindicatos, UTE, Sedeba, Ademys y Camyp, que habían convocado al paro de 24 horas, y se acercaron docentes de otros distritos. Mónica, maestra jardinera de Lugano, por ejemplo, que mientras sus compañeras pegaban una sábana con manos pintadas dijo: “Es tanto el desconocimiento que hay de las situaciones que vivimos en las escuelas… Los equipos de orientación son cuatro psicólogos, psicopedagogos, para todo el distrito. La problemática es cada vez más fuerte. ¿Qué más podemos hacer? ¿Desconfiar de la familia, cuando lo que hay que establecer es el vínculo?”.

“Los Equipos de Orientación escolar no alcanzan”

Cerca del escenario, también estaban las maestras de la escuela primaria Provincia del Chaco, donde funciona el jardín. “Lo que hay que cambiar es la lógica y poner sobre la mesa los problemas de recursos. Esto lo que hace es culpabilizar a las docentes que están el día en el día en el aula y corren el foco de la desinversión del sistema educativo”, dijo Sofía. Muchas se mostraron reticentes a dar sus nombres completos. “Como somos empleados público corremos el riesgo de que nos sumarien”, explicó Mónica un rato antes. 

Los padres y los docentes le presentaron al Ministro de Economía Esteban Bullrich una carta para pedir por las maestras. El Ministro se mantuvo firme en su decisión de apartar a las docentes para investigar el posible incumplimiento de la Resolución 655 del Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes que dice que “debe implementarse cuando se detecten en el ámbito escolar posibles situaciones de maltrato, abuso o cualquier otra forma de violencia que involucre a los mismos”.

Sin embargo, los docentes piden más Equipos de Orientación Escolar porque dicen que los que hay son suficientes. “No tenemos respuesta – dice Natalia, otra maestra de la escuela Provincia del Chacho-. De la primaria se han elevado informes y hoy en día no tenemos respuesta”. Y Juan López, docente de la escuela República de La Pampa, perteneciente al mismo distrito, a donde asistían Rodrigo y Orlando, los dos nenes que fallecieron en el incendio del taller textil en mayo de este año, agregó: "El sistema no está pudiendo ver esas cuestiones complejas de la violencia ¿Qué hacemos frente a una madre que invisibiliza así un caso de abuso? Se desgarran las vestiduras por un niño, pero no ven las condiciones estructurales. Hay una violencia que emerge y en vez de ver qué hacemos, cómo enfrentamos esta situación, tenemos que ver cómo apartan del cargo a dos docentes”.

Cuatro víctimas

El acto fue en ese tono, entre la emoción y la defensa de la maestra y la directora, el pedido de gabinetes psicológicos, el recuerdo de Agustín y de los otros niños que murieron por otros tipos de abandonos, como los Rodrigo y Orlando, o como Gastón, que tenía 13 años y murió ahogado en un pozo ciego en la Villa Rodrigo Bueno. Hablaron los representantes de los cuatro sindicatos, los padres del colegio, las maestras apartadas de su cargo. Detrás del escenario estaban el esposo de Alejandra y sus hijos. También, Esteban Mur, el padre de Rodrigo y Orlando, para apoyar la escuela pública: “Lamentablemente los profesores son los que ven la cruda realidad de los niños en la escuela – le dijo a esta agencia-. Cuando yo estaba haciendo los trámites para recoger los cuerpos de mis hijos, fue la escuela la primera que se solidarizó, dándome los papeles (porque yo los perdí todo en el taller), y me ayudaron con el sepelio, y sigo teniendo el apoyo de la escuela, porque me dieron una vacante más para mi hijo en sala de dos”.

Hubo vivas cada vez que se habló de educación pública, hubo abucheos cuando alguien mencionó un aumento de sueldo. “Eso no se discute ahora”, se escuchó por todas partes. Georgina Giacove estuvo en el escenario improvisado sobre un camión rodeado por la bandera nacional. Es una de las madres de los chicos de sala naranja, a donde iba Agustín. Fue de las primeras en movilizase cuando se supo la noticia de la separación de la maestra y la directora. “Cuando la escuela estuvo cerrada por duelo y la vi a Alejandra destrozada, le dije que pensé que ese día no iba a ir y ella me dijo: ¿Cómo no voy a venir, tengo que estar yo para contarles a mis chiquitos y protegerlos”. A esa maestra es a la que apartaron del cargo”. Otra madre del jardín, Cecilia, dijo: “Seguimos mandando a nuestros hijos a la educación pública porque la defendemos. Pedimos que los legisladores restituyan los gabinetes pedagógicos. El Gobierno ni siquiera manda elementos para realzar la higiene. La higiene la hacemos a través de la compra de elementos por parte de cooperadora”.

Al final del acto, luego de hablar con los medios, de cantar el himno y de bajar exhausta, Alejandra habló un poco más. “Creo que la fortaleza la saco de ver como la comunidad se movió con nosotras. Yo no soy culpable de nada y no soy peligrosa para mis nenes”. Sobre Agustín, dijo: “Tuvimos un niño feliz que jugó y que era reconocido por sus compañeros. Yo me quedo con esa imagen, la del nene que me sonreía todas las mañanas”.

- ¿Y tu duelo? ¿Cómo vive una docente la muerte de uno de sus alumnos?

- Cuando fue lo de Agustín al día siguiente tuve que ir a declarar a la justicia penal por el caso, y después de ahí empezó toda esta vorágine, y nadie pensó cómo pude asimilarlo yo. Ahora estoy intentado retomarlo.

Funcionarios del Ministerio de Educación dijeron que no iban a hacer declaraciones sobre el tema e informaron que la investigación sumaria continúa.

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