Vicente Massot, dueño del diario La Nueva Provincia, procesado por delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca, fue el primer orador del panel que abordó "La defensa nacional y la función política de las Fuerzas Armadas". El contexto: un evento que entre ayer y hoy reunió a abogados de represores de Argentina, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela.
Los abogados de los represores de Latinoamérica, acompañados por ex militares, debatieron hoy sobre cuál es el enemigo a enfrentar. Para la mayoría, el blanco sigue siendo la “revolución marxista”, pero para el dueño del diario La Nueva Provincia, Vicente Massot, “el único enemigo que se recorta es el narcoterrorismo”. Incluso planteó abiertamente las diferencias sobre ese punto aunque todos estuvieron de acuerdo en que los países de la región deben tener una política de defensa que incluya una necesaria valorización de las Fuerzas Armadas.
"El único enemigo que se recorta es el del narcoterrorismo, pero no tenemos una idea clara de quiénes son los enemigos y eso no lo inventó el kirchnerismo", dijo Massot ante los abogados de represores de Argentina, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela. Todos ellos habían sido invitados en el marco del Foro de Buenos Aires por la Justicia, la Concordia y la Libertad, que se propone lograr una coordinación continental “estable”.
Lo primero que hizo Massot al subir al escenario del salón del Hotel Meliá fue agradecer a la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, que organizó el evento. Fue una iniciativa que valoraron todos los participantes y particularmente la delegación uruguaya, que señaló varias veces la necesidad de “coordinación y solidaridad con los camaradas presos”, en referencia a los militares condenados por delitos de lesa humanidad.
Ni bien llegó, Massot se sentó en una de las últimas filas del salón para terminar de escuchar la exposición que abrió la jornada de hoy. Él ocupaba el segundo panel. Casi detrás de él, apenas pasadas las diez de las once de la mañana, llegó Cecilia Pando. Entró, lo vio y lo abrazó cariñosamente.
Al abrir la mesa sobre "La defensa nacional y la función política de las Fuerzas Armadas", donde estuvo acompañado por el ex coronel uruguayo Elmar Castiglioni y el ex militar chileno Adolfo Paúl Latorre, Massot marcó la necesidad de estar atentos al cambio de escenario.
"Si mutan los tiempos y cambian los enemigos, yo diría que el único enemigo que se recorta es el narcoterrorismo. Y a nadie se le ocurriría decir que el narcotráfico podría comprar un gobierno en Holanda o Suiza pero yo no diría lo mismo en Hispanoamérica", afirmó Massot ante un auditorio que lo aplaudió con ganas. La frase está en línea con las hipótesis de guerra que elabora Estados Unidos.
Massot, un hábil orador que evitó golpear de frente sobre los temas donde sabía que iba a encontrar diferencias, sostuvo que “algunos analistas plantean distinguir la seguridad de la defensa en compartimientos estancos pero eso tiene cuarenta años de antigüedad”. Y agregó, en línea con la reivindicación de hacer inteligencia interna que circuló durante todo el encuentro, que “otros ven que se trata de un continnum y que es un error separarlos como si fueran peras y bulones”.
“Las Fuerzas Armadas son la reserva moral de la nacionalidad"
A su turno, el ex militar uruguayo Castiglioni se lamentó de haber “entregado el relato” sobre el terrorismo de Estado y, particularmente, sobre la demora en asistir a “los camaradas presos y enjuiciados”. Precisó: “Entregamos el relato y ahora hay que reconstituirlo. Hay más de 300 libros escritos recogiendo la victimización de quienes se alzaron en armas contra el régimen constitucional”.
Además, abogó –tal como lo hizo ayer el titular de Abogados por la Concordia, Alberto Solanet, y Paúl Latorre- por una amnistía. “No hay que escarbar permanentemente en las heridas porque eso no permite cerrar”, dijo al referirse a los juicios que se llevan adelante o que se intentan impulsar en los diferentes países.
“Un matiz con Massot, él cree que sólo el narcoterrorismo es una amenaza pero funciona al revés: fundamentalmente para retrotraer las tareas de las Fuerzas Armadas porque eso se puede combatir con las fuerzas policiales”, agregó Castiglioni.
El más duro de todos, al menos en el discurso público ante un auditorio donde también estaba el ex teniente coronel Emilio Nanni fue Paúl Latorre. Sus frases sonaban, más que las otras, al pasado: “Las Fuerzas Armadas son la reserva moral de la nacionalidad", definió.
"Existen fuerzas irregulares y solapadas que son los enemigos internos. Y a las Fuerzas Armadas les corresponde la defensa de la Nación y no pueden ignorar que existen esas fuerzas irregulares", afirmó Latorre al leer un documento durante treinta minutos. Al igual que ayer, fue el único de los oradores autorizados expresamente a hablar más de quince minutos. Tuvo siempre el doble de tiempo que los otros y se lo hizo saber varias veces a Nicolás Marquez, quien intentó hacer las veces de moderador pero su margen de maniobra siempre estuvo limitado por Paúl Latorre.
Para el cierre, el ex militar chileno afirmó: “En el Foro de San Pablo se gestó la persecución mediática y judicial de quienes combatieron a la subversión en los sesenta y setenta. El Estado de guerra revolucionaria se mantiene porque la hostilidad del enemigo no ha cesado y se expresa en la persecución política y judicial”. Se llevó un aplauso cerrado.