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“Si me pegan el auto con un cartel, me bajo y las cago a trompadas”, dijo Susana Giménez, con un una estola de zorro al hombro, en referencia a las activistas por los derechos de los animales que la escracharon en la entrega de los Martín Fierro. La Justicia argentina no multa el uso de pieles, pero la ley de protección animal 14.346 establece prisión de 15 días a un año para aquellos que mutilen “cualquier parte del cuerpo de un animal, salvo que el acto tenga fines de mejoramiento, marcación, higiene de la respectiva especie o se realice por motivos de piedad”.

¿Son legales los mataderos de animales cuando existen vestimentas que podrían evitar sus muertes? Para Gerardo Biglia, representante de la organización Derecho Animal en Argentina, “si bien no está expresamente prohibido el uso de pieles, la ley nacional de protección deja bien claro que maltratar animales es un delito. Lo que pasa en los lugares donde les arrancan las pieles para ser usadas como prendas es maltrato, pero las peleterías no suelen tener denuncias ya que lo que pasa dentro de sus paredes no se difunde”.

Giménez fue varias veces criticada por su costumbre de usas pieles, aunque dice querer mucho a los animales. "No hay nadie en el mundo que quiera a los animales más que yo, me hice vegetariana para no comer vaca, mis vacas no las vendo porque no quiero que las maten. Pero si vas a París, y a Milán, que es de donde sale la moda, ves que esto es un invento de los diseñadores, mi vestido venía con eso", dijo a los medios en la alfombra roja.

“No vamos a iniciar una acción legal contra Susana, aunque no justificamos ningún tipo de violencia y tampoco la verbal. La realidad es que denunciar solo a ella no solucionaría demasiado, por eso seguiremos concientizando en los medios que nos inviten de que los animales son sujetos de derecho y que sus vidas tienen que ser respetadas”, contó Biblia a Infojus Noticias.

Pieles recoletas

La manzana que rodea la calle Marcelo T. de Alvear a la altura de 900, es uno de los puntos con más peleteros de la Ciudad de Buenos Aires. Los sacones más comunes son los de zorro, conejo y chinchillas, pero también se comercializan otros más exóticos como el visón, la nutria e incluso el oso. Los precios arrancan de 500 pesos por un par de guantes y llegan a los 50 mil por un tapado largo.  La piel de vaca argentina (o cuero) también es muy popular en todo el mundo.

“Qué va a pasar dentro de algunos años con los químicos que se usan para las prendas artificiales,  ¿eso no va a contaminar? El hombre se viste con pieles desde el comienzo de la humanidad y las cosas funcionaron bien así hasta hoy. Nosotros preferimos no usar químicos para no contaminar”, dijo a Infojus Noticias un vendedor de pieles que prefiere no dar su nombre para que “no lo escrachen por decir la verdad, como a Susana”.        

"Si vos querés convencer a alguien de tus ideas, tenés que hacerlo con educación, no con violencia”, respondió Giménez a los ambientalistas. Para Biglia, ignorar los derechos animales también es una falta de educación: “No hay una forma en la que el animal no muera en el proceso de producción de pieles, y es interesante pensar en que usar un abrigo o ir a un zoológico a nosotros nos cuesta cinco minutos, mientras que a otros animales les cuesta la vida”.

Una de las casas más exclusivas de pieles en el país es Calfun, que desde hace 60 años gana premios en el mundo por sus colecciones peleteras. “Trascendiendo cualquier moda pasajera permanecen inalterables nuestros valores, pilares absolutos que traducen creatividad en valor. Innovar siempre más allá de cualquier límite. Apuntar siempre a la excelencia en todo lo que hacemos. Apuntar siempre a superarnos en todo lo que hacemos”, apuesta su página web.

Contradicciones de la ley

“De momento, la matanza para consumo no está tipificada en los Códigos de Derecho los crímenes contra los animales, pero nosotros esperamos que esto se incluya algún día y trabajamos en varios proyectos que enviamos para que se sumen al debate de las reformas”, dijo Biglia.

Mientras que algunas casas de moda dejaron de incluir pieles de origen animal e incluyeron la alternativa “ecológica” o sintética, para muchas organizaciones no significa demasiado: el espíritu de esas prendas recrea el mercado peletero. De todas formas Giménez aclaró: “No era sintético, no te va a poner un vestido de plástico”.

“Acá la cuestión no se trata de Susana Giménez ni de los animales que están dentro de una peletería, sino del hecho de usar animales para explotarlos. Personalizar la protesta es quedarse a mitad de camino y creo que es más importante concientizar. De todas maneras nos parece repudiable que diga que ama a los animales frente al aviso publicitario de una marca cosmética de la que ella es modelo, y que se trata de un laboratorio famoso por sus experimentos con animales. El año pasado también pasó un escrache, por eso que algunos sintieron que lo que hacía era una provocación”, contó Biglia.