Infojus Noticias

En el barrio Los perales, en Jujuy, las calles tienen como telón de fondo la quebrada de Humahuaca. El último sábado cientos de militantes de la organización social Tupac Amaru interrumpieron la siesta obligada de los jujeños de Los Perales. Con banderas y bombos llegaron al tercer encuentro federal “La sociedad le habla a la Justicia”, organizada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, que se desarrollaba en el Centro Cultural Martín Fierro. Al frente del grupo de militantes estaba Milagro Sala, líder de la organización. Llegaba para debatir sobre la reforma judicial pero también para hablar en el panel de cierre. Con una remera rosa y pelo atado, cada tanto se perdía entre la gente. Pero todos sabían que estaba ahí.

Milagro Sala tiene 49 años y es una de las dirigentes sociales más importante del norte argentino. Su relación con la Justicia fue prematura. A los 15 años descubrió que era adoptada y que su madre biológica la había abandonado. Sala se fue de su casa y vivió muchos años en la calle. A los 18 años estuvo presa durante 8 meses. Ella cuenta que quedó detenida porque no tenía nadie que la defendiera. “No hay Justicia para los pobres, hay Justicia para los que tienen plata”, dirá después durante la entrevista.

La organización política y social Tupac Amaru se formó en el 2000 y hoy brinda trabajo, vivienda, educación y asistencia integral en los barrios más pobres de Jujuy. Durante su exposición, en el último panel del encuentro que reunió 700 personas, la preocupación de Sala fue cómo acercar la Justicia a los sectores populares. Cada vez que hablaba los militantes la acompañaban con aplausos y cánticos. Cuando terminó de exponer, detrás del escenario, con las canciones de los participantes como banda sonora, habló con Infojus Noticias. Se la veía relajada. Sala es conocida por su carácter fuerte y sus declaraciones sin grises. Pero durante la entrevista se rió, hizo chistes, al tiempo que planteó un posicionamiento claro con respecto a la reforma judicial. “Hoy hay una barrera entre la Justicia y el pueblo. Si los jueces pudieran ser elegidos por el campo popular seguramente tendrían que hacer campaña y demostrar que están capacitados para ocupar su lugar. Tendrían que convencer a la sociedad para que los compañeros puedan votarlo. Por eso apoyamos la democratización de la Justicia”, dijo Milagro.

La referente social cuestionó la selección de jueces en su provincia, Jujuy, que son elegidos por una “corporación política”. “Ellos no van a los barrios. Los jujeños no conocemos quienes son los jueces que hoy bajan el martillo en algunas causas”, opinó Sala. En esa línea, criticó el fallo de la Corte Suprema que declaró la inconstitucionalidad del Consejo de la Magistratura. “Nosotros tenemos compañeros en la Tupac que estudian Derecho, que están por recibirse y si ese compañero llega ser juez, seguramente va a estar del lado del pueblo, va a hacer Justicia real y no va a permitir que torturen a los compañeros en las cárceles, que la policía avale el robo y la droga”.

Sala separó su rol como referente de una agrupación y habló en nombre de los sectores que representa. “No es que queremos una Justicia que responda a las organizaciones sociales, queremos que responda al pueblo porque hoy no la tenemos”, sentenció. Y reflexionó sobre el rol que ocupan los sectores populares en las discusiones de los últimos diez años: “Las organizaciones somos producto de la década del ´90 donde nos hicieron sentir afuera de la política. Desde hace diez años que sentimos que el pueblo puede participar. Así como la asignación universal es para todos los argentinos, las pensiones se entregan para quien la necesita, el pueblo puede discutir qué tipo de Justicia quiere”.

Además de la corporación judicial y la política la jujeña apuntó contra la policía: “Los pibes en los barrios dicen “quiero dejar de robar y al policía me obliga.” Nos cuentan que si se niegan les arman causas y los torturan en las comisarías. A veces se piensa que la picana es algo viejo, del pasado, pero a nuestros pibes les siguen poniendo la picana”.

El mismo día que Sala exponía en Jujuy, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentaba los candidatos para las próximas elecciones, un proyecto político al cuál adhiere abiertamente.

El lema de campaña de la presidenta es “Elegir seguir haciendo”. ¿Qué es lo que queda para hacer?

Se hizo mucho. Queda que se pueda cumplir la Ley de Medios y parte de los medios de comunicación puedan ser manejados por los pueblos originarios. Que se respete la ley no prohíbe los desalojos, porque Alicia Kirchner hizo una muy buena ley y en las provincias esto no se aplica porque los jueces van contra los pueblos originarios. Y resta, también, que vaya a la cárcel Carlos Blaquier, porque acá en Jujuy se dice que es bueno, que le da trabajo a mucha gente con Ledesma pero no hay que olvidarse de “La noche del apagón”. Tiene que ser juzgado como todos los genocidas.