Lo dijo a Infojus Noticias Víctor Laplace, durante el acto en el que el Ministerio de Defensa le entregó a la Asociación de Actores las listas negras con los artistas censurados y perseguidos. Según los documentos, estaban clasificados en cuatro grupos (F1, F2, F3 y F4), según su “grado de peligrosidad”. “La dictadura no sólo atentó contra la libertad de expresión de los actores, sino contra su derecho a trabajar”, expresó Alejandra Darín.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, se puso de pie y le entregó en mano a Alejandra Darín, presidenta de la Asociación de Actores Argentinos, una caja negra, de madera, del tamaño de las cajas en las que vienen las botas. Se trata de todas las listas negras de actores que elaboró la Junta Militar durante la última dictadura, halladas en el subsuelo del Edificio Cóndor en octubre de 2013, junto con 280 actas secretas. La sede de Actores de la calle Alsina estalló en aplausos. “Esperamos que la entrega de esta documentación, y su condición de disponible y accesible para todos los argentinos, sirva para construir más memoria; y para este momento de reparación histórica en la vida de nuestros actores, que tanto nos dieron y nos dan”, dijo Rossi. Haydée Padilla, Víctor Laplace, Marta Bianchi, Cipe Lincovsky, Norman Briski, Irma Roy, Marilina Ross y el director Agustín Alezzo, entre otros, agradecieron en nombre de sus compañeros y de ellos mismos. Todos ellos estuvieron en alguna lista negra, clasificados en cuatro grupos, según su “grado de peligrosidad”.
Durante la primera etapa de la dictadura, Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti determinaron las categorías F1, F2, F3 y F4 para el armado de las listas. La Fórmula 1 agrupaba a quienes no tenían "antecedentes ideológicos marxistas" y la Fórmula 2, a quienes tenían antecedentes que no alcanzaban para "calificarlos desfavorablemente desde el punto de vista ideológico marxista". La Fórmula 3, a quienes contaban con "algunos antecedentes ideológico marxistas, pero “no son suficientes para que se constituyan un elemento insalvable para su nombramiento, promoción, otorgamiento de beca, etc."; y la Fórmula 4, a quienes tenían “antecedentes ideológicos marxistas que hacen aconsejable su no ingreso y/o permanencia en la administración pública. No se le proporcione colaboración".
“Celebramos que muchos de los que aparecen en estas listas estén hoy acá, con nosotros, y les pedimos perdón. Como sociedad, les pedimos perdón por la barbarie que han sufrido”, dijo Darín. “La dictadura cívico–militar no sólo atentó contra la libertad de expresión de los actores, sino contra su derecho a trabajar. Y ese fue el golpe mortal para todos ellos, que tuvieron que exiliarse o que intentaron durante largo tiempo recorrer los pueblos, con producciones propias”, agregó Luis Ali, secretario general de Actores.
Es posible acceder a toda la documentación recuperada, desde el sitio www.archivosabiertos.com, que conforma el registro oficial de los militares en actividad, desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 24 de noviembre de 1983. Según el Ministerio de Defensa de la Nación, las listas negras de actores tienen, además de las cuatro categorías, otras singularidades. Fueron renovadas durante casi cuatro años y, a medida que se iba acercando la democracia, iban siendo más breves y las categorías predominantes iban siendo las de “menor peligro”. Además, detallan en su protocolo una orden puntual: “Estas listas deben ser incineradas”, reza el documento. Parece que alguien no lo cumplió. Por suerte.
Haydée Padilla
“Sabíamos que existían las listas pero fue una sorpresa que hayan aparecido. Y es muy fuerte y muy desagradable ver el detalle de lo que dicen de cada uno de nosotros. Fue algo kafkiano que nos prohibieran trabajar, no sabíamos hasta cuándo, ni hasta dónde alcanzaba la orden. Podía pasar cualquier cosa. Y todo por fundar teatros, por actuar… Yo hice a La Chona, en televisión, y mencioné a Perón y a Evita cuando era prácticamente un pecado. Todavía no entiendo por qué no me mataron. Es rarísimo lo que siento hoy: todo fue verdad. ¡Yo misma dudé alguna vez de que fuera cierto! La Haydée Padilla de hoy le diría a la Haydée Padilla de entonces que está muy bien que se interese por la verdad y la justicia, que no se asuste, que ella y sus compañeros se lo van a agradecer”.
Víctor Laplace
“Las calificaciones me resultan insignificantes: para los militares, todos los que hacíamos acciones sociales desde el arte éramos peligrosos: actuar en los barrios, hacer Operación Masacre en 1973... Los actores teníamos una relación muy fluida con el pueblo, la gente escuchaba mucho lo que decíamos. Por eso nos castigaron. La aparición de estas listas me hizo sentir un profundo alivio. Nosotros sufrimos mucho miedo durante esa época, fue una sensación horrible que se reprodujo en nuestras vidas durante años. ¡En mi caso, hasta hoy! Y esta es la confirmación de que no va a volver a pasar. Todo lo que padecimos, yéndonos al exilio, sin familia, desarraigados de todo, ahora cobra otro significado gracias a un gobierno que se ocupó de que esa locura se deschabe. Yo, por mi parte, volvería hacer todo lo que hice, una y otra vez.”
Marta Bianchi
“La aparición de las listas negras es una reparación histórica, otro avance en materia de derechos humanos, para mí y para todo los argentinos. Son un documento fundamental para que las próximas generaciones sepan lo que pasó y no crean lo que seguro les dirán algunos: que fue fantasía, que esto no sucedió, como nos lo negaban a nosotros, en aquellos años oscuros. Nos decían que no conseguíamos trabajo porque no le interesábamos a nadie, y acribillaban así poco a poco nuestra autoestima. Yo, que fui secuestrada, que estuve en el exilio, que di testimonio en el juicio a los represores del centro clandestino de Automotores Orletti, ¡y que estoy viva!, me siento realmente reparada. Ojalá que el próximo gobierno sostenga esta política de derechos humanos, porque todavía falta recuperar a mucha gente que desapareció”.
LR/RA