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Infojus Noticias

20-12-2013|20:29|Investigación Nacionales
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Pesquera ya fue a juicio por el accidente que causó la muerte de Rodrigo Bueno

Piden la captura de Alfredo Pesquera por el crimen de Graffigna

“Pagá la deuda, mirá que a Jorge “Acero” Cali no le va a gustar”, dice un mail que Miguel Ángel Graffigna le envió al empresario Alfredo Pesquera. El juez de la causa pidió la captura nacional e internacional de Pesquera: sospecha que habría decidido asesinar a Graffigna porque tenía una deuda con él que no estaba en condiciones de saldar.

  • Pesquera ya había estado procesado por la muerte del cuartetero Rodrigo Bueno en 2000. Télam.
Por: Laureano Barrera

“Pagá la deuda, mirá que a Jorge “Acero” Cali no le va a gustar”, dice un mail que Miguel Ángel Graffigna le envió al empresario Alfredo Pesquera. Esa es una de las pruebas fundamentales para que esta tarde el rumbo de la investigación por la muerte del financista haya tenido un giro sorpresivo: el juez de la causa, Javier Ríos, pidió la captura nacional e internacional de Pesquera, sospechado de ser el autor del crimen. Se basó en una investigación paciente de la fiscal Paula Asaro, que también tuvo a cargo la investigación de la muerte de Ángeles Rawson.

Según la hipótesis de los investigadores, Pesquera habría decidido asesinar a Graffigna porque tenía una deuda con él que no estaba en condiciones de saldar. La prueba clave para llegar hasta esta hipótesis fue el GPS que tenía el Fiat de alta gama -valuado en más de un cuarto de millón-, donde Graffigna fue encontrado con un balazo en la cara la madrugada del 7 de junio de este año. “Llamamos a Procuración y preguntamos si era posible técnicamente abrir un GPS. Allí pudimos reconstruir cuál había sido el derrotero del auto esa tarde”, dijo una fuente de la pesquisa a Infojus Noticias.

El auto de Graffigna dejó a un tripulante cuando se divide la avenida Córdoba. Allí se separaron con un amigo, que contó esa circunstancia enuna declaración testimonial. Por llamadas de celular, los investigadores determinaron que Graffigna le dijo a Pesquera que pasaba por su casa de la calle Tronador. Allí, según el derrotero que develó el GPS, se quedó parado un momento sin detener la marcha. Allí está probado que Pesquera subió al auto. Graffigna se había comprado un arma –una Glock, según contó su propio padre en la causa- para sentirse más seguro. Sabía que no pasaba días tranquilos. El tiro que terminó con su vida es compatible con su propia arma. Quizás hubo un forcejeo entre ambos que terminó mal. Allí se entienden también los mails que cuajan con la hipótesis: allí Graffigna le advertía que el boxeador “Acero” Cali se iba a enfurecer si no saldaba su deuda.

Cuando apareció su cadáver dentro de su auto de lujo, surgieron las dos hipótesis que luego seguiría en silencio la fiscal: que había sido por despecho de alguna de sus dos ex mujeres que habían sido bailarinas de caño, Romina Iddon –madre de su única hija y con quién tuvo un litigio por la tenencia-, y María Laura Aráoz, una pareja posterior.

Con el paso de los días y el devenir de la investigación, salió a relucir un pasado tumultuoso que tenía la víctima: había estado preso en La Plata por un doble crimen en 2004 de una pareja swinger en una casa quinta de Villa Elisa, cerca de La Plata. No sólo él había estado preso, también Romina Iddon, que luego de salir en libertad terminó en una disco top de Pompeya, en el Distrito Federal de México, y vinculada al narcotráfico.

Infojus Noticias, en exclusivo, entrevistó a María Laura Aráoz, otra de las ex mujeres del financista –que era acusada por la madre de Graffigna como la sospechosa del crimen-, quien lo calificó como un “estafador”. “Armaba empresas fantasmas, hasta comprar mercadería en Frávega y revenderla. A través de personas indigentes, que no saben leer ni escribir, que traía de Santa Fé o de donde sea, y armarles créditos bancarios. Él se presentaba como socio porque esas personas no sabían ni podían hablar con el gerente de un banco. Y después no pagaba”, dijo Aráoz. Aparentemente, la mujer decía la verdad: estaba limpia de culpa y cargo.

Después de las primeras semanas, el asesinato de Ángeles Rawson y el paso de los días dejaron la investigación sin publicidad. Sin embargo, la pesquisa continuó en silencio durante seis meses exclusivamente con dos persona de la fiscalía de la fiscal Asaro. Una de ellas llevaba la pista del crimen pasional: una de sus ex mujeres lo habían enviado a matar, como decía públicamente y en la intimidad su madre. El otro actuario siguió la pista del ajuste de cuentas, que podía provenir del mundo pequeño pero celoso en el que desarrollaba negocios poco claros.

Este lunes aquella investigación rindió sus frutos. Asaro pidió la captura de Pesquera al juez, en el mayor de los sigilos, porque aún no tenía el domicilio nuevo del empresario, sino uno viejo sobre la calle Tronador. Y no quería que se escapara. Además pidió nuevas filmaciones y más medidas.

En el transcurso de la semana, Ríos dio con el nuevo paradero en la calle Pampa 3082 del hombre que ya había estado procesado por la muerte del cuartetero Rodrigo Bueno en el año 2000, y había resultado absuelto. Y ordenó el allanamiento que dio negativo. Ahora pidió su captura internacional, y lo buscan intensamente. Si dan con él, no la tendrá tan fácil está vez. Y las cuentas con la Justicia serán más caras.

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