Infojus Noticias

La causa por el Plan Cóndor sigue sumando novedades. La coordinación represiva de los países de América Latina, en las décadas del 70 y 80, en particular los binomios Argentina-Brasi y Argentina-Bolivia, será revelada en diciembre con el testimonio de alrededor de 20 personas. Además, se sumará el hallazgo de nuevos documentos que demuestran la organización regional para el plan de exterminio que azotó a América Latina, orquestado por militares y agentes de inteligencia de los Estados.

Los testimonios que se escucharán en el Tribunal Oral 1 de la Capital Federal -que estudia la existencia de una asociación ilícita de los militares de la región- contarán con el hallazgo de documentos encontrados en la casa de un ex teniente coronel brasileño, Paulo Malhães que fue asesinado en abril de este año.

Luz Palmás Zaldua, del CELS, uno de los organismos querellantes, contó que esos documentos "confirman la cooperación entre las dictaduras ; y en concreto, del 'Operativo Murciélago', a través del cual fueron eliminados los integrantes de Montoneros que desembarcaban en Río de Janeiro para luego continuar su viaje hacia Buenos Aires, donde planeaban ejecutar la llamada 'contraofensiva''".

Por otra parte, declararán familiares de una de las primeras víctimas del Cóndor-Murciélago, Norberto Habegger, desaparecido entre julio y agosto de 1978 después de ser secuestrado por un grupo de agentes secretos.
Con 37 años, Habegger había llegado a Río de Janeiro bajo el falso nombre de Héctor Esteban Cuello para planificar la 'contraofensiva'.

Habegger era un periodista e importante líder en el exilio de la organización guerrillera Montoneros que llegó a la ciudad brasileña para acudir a una reunión secreta con dos compañeros con el fin de coordinar las futuras acciones del grupo pero que desapareció sin dejar rastro.

Ahora la información recabada y sacada de un viejo armario de la casa del ex militar brasileño asesinado este año revela los trágicos detalles de su muerte. Los documentos clasificados con el nombre del periodista y de otros 80 extranjeros monitoreados por la Policía secreta de Brasil fueron encontrados por los abogados del grupo Justicia de Transición, perteneciente al Ministerio Público del Gobierno federal brasileño.

Fuentes cercanas a la investigación detallaron que "los archivos de Malhães, además de la lista de nombres de los vigilados, contienen una serie de recopilaciones de otros informes, explicaciones de los grupos brasileños y extranjeros vigilados, así como información sobre unas 130 personas que eran controladas, entre ellas brasileños, alemanes, bolivianos, chilenos, estadounidenses, italianos, soviéticos, venezolanos y, sobre todo, argentinos".
Los expedientes serán la base de una investigación conjunta de los ministerios públicos de Brasil y la Argentina, resultado de un acuerdo de cooperación internacional firmado por los dos países.

El 25 de marzo de este año, el represor Malhães había declarado ante la Comisión Nacional de la Verdad (CNV), donde confesó su participación en torturas y crímenes ocurridos durante la dictadura brasileña (1964-1985). Un mes después, el represor apareció muerto con señales de haber sido asfixiado, en su casa de Nova Iguazú, en la región rural de la Baixada Fluminsense, en Río de Janeiro.

El martes pasado, el Procurador General de Brasil, Rodrigo Janot, confirmó el hallazgo de los documentos encontrados y consideró que los nuevos documentos "se tornan en la prueba más sólida de la cooperación entre las inteligencias latinoamericanas" y "permitirán conocer a los responsables crímenes".

Entre los documentos encontrados por la justicia brasileña, se detallan los trabajos de inteligencia dirigidos por Malhães contra exiliados en Brasil con el objetivo de capturar o "cazar" a militantes argentinos, en especial los integrantes de la organización Montoneros, en el marco de la "Operativo Congonhas".

En tanto, la Operación Gringo (por su traducción al portugués significa extranjero), era dirigida desde el Centro de Informaciones del Ejército de Río de Janeiro y consistía en el monitoreo, vigilancia y detención de extranjeros que tuvieran participación en cualquier actividad catalogada como opositora de la dictadura brasileña.

En tanto, en lo relativo a la declaración del binomio Argentina-Bolivia, se espera la declaración de Martín Sivak; y de Peter Kornbluh, del Archivo Nacional de Seguridad de Estados Unidos. El Tribunal Oral Federal número 1 de Buenos Aires, juzga al ex dictador argentino Reynaldo Bignone, entre otros 21 imputados, informó el fiscal general Pablo Ouviña.

En el juicio oral, que comenzó en marzo de 2013, han declarado hasta el momento 188 testigos, en relación con víctimas argentinas, uruguayas, brasileñas, chilenas y paraguayas. Además de Bignone, son juzgados el ex general Luciano Benjamín Menéndez, que acumula siete condenas por cadena perpetua, y los ex oficiales Eduardo Samuel de Lío, Santiago Riveros, Ramón Díaz Bessone, Miguel Ángel Furci y Antonio Vañek.

Están acusados de asociación ilícita con las distintas dictaduras suramericanas para detener y hacer desaparecer a opositores políticos. El único extranjero entre los 25 imputados es el militar uruguayo Manuel Cordero, que fue extraditado desde Brasil y está acusado de privación ilegítima de libertad.

La causa se inició en 1999 por denuncias de familiares de extranjeros desaparecidos en Argentina y se fueron sumando múltiples denuncias que se agruparon en distintos expedientes, el original y sus continuaciones en 2008 y 2011, conocidos respectivamente como Plan Cóndor I, II y III.