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Infojus Noticias

22-7-2015|16:42|Campo de Mayo Nacionales
La Justicia Federal le trabó un embargo por 750 mil pesos

Procesaron a Fusco, el represor que se hacía llamar “Pajarito”

Fue apresado el 30 de julio pasado en la localidad de Benavidez. Durante la declaración indagatoria negó su participación en el terrorismo de Estado pero, al final, soltó una frase que los involucró: "No sé cómo supieron que era yo si los que estaban en los centros clandestinos no usaban su nombre verdadero. Se hacían llamar por uno ficticio".

  • Gentileza Gustavo Molfino
Por: Infojus Noticias

El “Pajarito” Roberto Julio Fusco, un represor de Campo de Mayo, seguirá enjaulado durante un buen tiempo. Unos semanas después de su captura en su casa del partido bonaerense de Tigre, la titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 2 de San Martín, Alicia Vence, dictó su procesamiento con prisión preventiva y le trabó un embargo por 750 mil pesos.

Fusco fue apresado por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) el 30 de junio pasado, en General Roca al 2965, localidad de Benavidez. Hacía un tiempo que le venía siguiendo los pasos. Durante su declaración indagatoria, cuando se sentó ante la jueza y el fiscal Miguel García Ordaz, “Pajarito” se mostró perdido, jurando que no sabía que en Campo de Mayo había operado un centro clandestino de detención. “No aportó nada en términos de información, pero habló bastante y mostró un desconocimiento total de la causa”, contó a Infojus Noticias García Ordaz. Sobre el final, como al pasar, dejó una frase elocuente: "No sé cómo supieron que era yo si los que estaban en los centros clandestinos no usaban su nombre verdadero. Se hacían llamar por uno ficticio".

Para procesarlo, la jueza describió las pruebas con las que cuenta para acusarlo de “haber custodiado a diferentes personas que se encontraban detenidas en condiciones inhumanas de alojamiento, dentro del Centro Clandestino de Detención conocido como ‘El Campito’ situado en la Guarnición Militar de Campo de Mayo”. Los cautivos, sigue el escrito, estaban “encapuchados, atados de pies y manos, con las mínimas condiciones de higiene y alimentación”. Con todos ellos, Fusco “tuvo contacto directo”. Para enmascararse, “Pajarito” usaba –además de su nombre de guerra- ropa de fajina sin insignias y ningún tipo de identificación.

“Pajarito” pertenecía a la “División Banda” de Gendarmería Nacional, y pasó “en comisión” al grupo de celadores de la Agrupación Seguridad Buenos Aires. Puntualmente, se le atribuye haber trasladado dentro de Campo de Mayo a cinco jóvenes secuestrados. A Alicia María Castro la trasladó desde el Campito hasta la sala de torturas, el baño y un galpón. En otra oportunidad, cuando un celador apodado “El Negro” llevaba a Walter Fabián Meza Niella, Fusco le preguntó “quién es ese pendejo”. “El Negro” le respondió “este es el hijo de un pez gordo”.

A Eduardo Jorge Cagnolo, lo trasladó de la enfermería del lugar o los baños, y algunas veces, cuando lo vio hablar con otro detenido, los obligó hacer flexiones de brazos. A Diego Muñiz Barreto y Juan José Fernández, entre el 18 de febrero y el 6 de marzo de 1977, los trasladó desde distintos galpones a la sala de torturas, donde eran sometidos a sesiones interminables de picana eléctrica. El 4 de marzo de 1977, Fusco llevó a Juan José Fernández hacia otro lugar a firmar unos papeles, y en el trayecto lo golpeó con un alambre, obligándolo a hacer el “salto de rana”, chocar con los árboles y pisar charcos de barro, “aprovechando que Fernández estaba encapuchado y con los tobillos encadenados”. Otra vez, Fusco entró con otro guardia a la cueva donde estaban Fernández y Muñiz Barreto, que les decía “¿Querés que te mate parado, querés que te mate en ese rincón”, al mismo tiempo que Fusco hacía ruido con el cerrojo de un fusil como si lo estuviera recargando.

Luego de la feria judicial, “Pajarito” Fusco podría recurrir el procesamiento.

LB/PW

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