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“Trabajamos para que el poder judicial deje de mirarse a sí mismo y mire a la sociedad”, dijo al cierre del Seminario Internacional “Dialogo Nueva Justicia” Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema de Justicia. El juez del máximo tribunal, además, pidió flexibilizar la justicia para que los jueces vayan los focos donde se los necesita, como las villas o los aeropuertos, ejemplificó.

Antes de Lorenzetti había expuesto Javier Mariezcurren, del programa para la aplicación de tratados internacionales sobre derechos humanos del Ministerio Público de la Defensa. Habló de las audiencias como forma de legitimación social, a partir de las experiencias de la Corte Interamericana y los superiores tribunales en América Latina. Después llegó el ministro que preside la Corte. “El broche de oro”, dijo al presentarlo la presidenta de la Asociación Argentina de Derecho Procesal, Ángela Ledesma.

“Comenzamos a trabajar para que el poder judicial deje de mirarse a sí mismo y mire a la sociedad”, dijo Lorenzetti y sostuvo que este cambio de paradigma requiere cambios de principios. “Primero están los derechos: a la celeridad y al acceso, por ejemplo. Segundo el proceso: desde el punto de vista de las organizaciones del Poder Judicial, hay una rigidez que no se refiere a las necesidades de la población. Que los jueces vayan a los focos donde se los necesita, como las villas o los aeropuertos, no que todo se maneje desde el centro en los Tribunales”.

Lorenzetti ilustró con su experiencia personal en el trote: “A mí me gusta correr y hace 20 años había uno o dos pares de zapatillas, mientras que ahora hay miles. La fragmentación en torno a las necesidades del consumidor o usuario demandan más flexibilidad para responder”.

Remarcó que “el valor de la audiencia pública es para que todos vean que hay posiciones de un lado y del otro. Las audiencias nos ayudarían a que la cultura social crezca”. En la confrontación, dijo, “es como si dos personas estuvieran discutiendo en diferentes idiomas, mientras que hay que buscar un idioma común y ser no tan primitivos culturalmente”.

Para cerrar su idea, Lorenzetti dijo que habría que reformular los tres poderes, ya que “todo cambio requiere un pensamiento sistémico. En cualquiera de los campos, cambiando un factor no se cambia un sistema.”