Infojus Noticias

Durante más de tres horas, el ex principal de la Policía Federal, Víctor Manuel Belloni, amplió su declaración indagatoria en el juicio por la represión policial del 20 de diciembre de 2001. Belloni está imputado por dos intentos de asesinatos el día en que renunció el ex presidente, Fernando De la Rúa. A lo largo de su exposición el presidente del tribunal, José Martínez Sobrino, debió llamarle la atención varias veces sobre los materiales que mostraba y también le aclaró que no se trataba de un alegato. Belloni insistió en que no disparó balas de plomo y en su falta de responsabilidad en los hechos que se le imputan. “Lo que intento demostrar es mi total y completa inocencia en todo esto”, repitió en más de una oportunidad.

Apenas Belloni se sentó en la sala B de los tribunales de Comodoro Py, Martínez Sobrino le explicó que la audiencia se realizaba por su pedido de ampliar su indagatoria y que se ciñera a los hechos que se trataban en el juicio. En su primera declaración, Belloni que ahora es pastor evangelista, se había centrado mayoritariamente en sus actividades religiosas. En este debate el ex principal de la comisaría 4ª está imputado por los intentos de asesinatos de Marcelo Dorado y el motoquero Sergio Sánchez, en las inmediaciones de las avenidas de Mayo y 9 de Julio. Para los fiscales, Patricio Evers y el fallecido, Luis Comparatore, que instruyeron la causa, el ataque fue “pretendidamente mortal”.

A Dorado un cartucho de plomo calibre 12.70 le alcanzó el tórax, cerca del pulmón y otras le pegaron sobre el muslo y el cuello. A Sánchez un disparó en la cabeza lo desmayó.

Dorado no había ido al centro a manifestarse; trabajaba colocando placas divisorias y bajó del edificio donde trabajaba para avisarle a su jefe que se iba porque “todo era un quilombo”. Cuando estaba en la calle, recibió tres disparos. Una de esas balas le perforó el pulmón. Otra lo hirió en el muslo derecho y una tercera le rozó la oreja. A Sánchez lo desmayó un disparo en la cabeza. Ambos se salvaron por la ayuda de los manifestantes que estaban en el lugar.

En el expediente –durante la instrucción- se incorporó un video emitido por Canal 13, donde se lo ve disparar con su escopeta un cartucho color rojo (con los que se identifican las municiones de plomo). Por esto, los titulares de la Fiscalía V hablaron de un ataque  “pretendidamente mortal”.

Belloni dedicó gran parte de su exposición a explicar el tema de las balas y el color. “Las veces que yo fui indagado, el fiscal de instrucción, la jueza (Servini de Cubría) y las querellas, no ignoraban que había balas de goma de color rojo. Si vemos el tema de la causa, el acta de secuestro estaba en otra causa. Se ha falseado a la verdad para mantenerme detenido”, afirmó. Sobre el tema también agregó que varias publicaciones hablan sobre el tema del color de los cartuchos.

“La revista RTA hace referencia a varias situaciones en las que se produjeron accidentes. No sobre el color, pero si sobre los inconvenientes traen y la necesidad de establecer normas para que eso no suceda”, agregó para desmitificar que los cartuchos rojos fueran de balas de plomo. “Jamás he disparado plomo, cuando efectué los disparos lo hice con (balas de) goma”, remarcó.

Para avalar lo que decía mostró fotos de cartuchos y decenas de imágenes de aquel día,  fue entonces cuando recibió el primero de los varios llamados de atención que Martínez Sobrino debió hacerle. A cada uno ellos, Belloni respondió con numerosos pedidos de disculpas y hasta se quebró y lloró, por lo que el presidente del Tribunal dio lugar a un cuarto intermedio para que se reponga y hable con su abogado.

Una vez que volvió a la sala, Belloni insistió con el pedido de disculpas, reiteró su inocencia y empezó a hablar sobre “el ángulo del disparo, comparado con donde Dorado dice que se encontraba, no hay posibilidad. Yo estoy apuntando a un lado completamente distinto. No hay continuidad cronológica entre mi disparo y el herido”, agregó. “De Sánchez no puedo hablar, porque por la posición en el lugar es imposible que un disparo de donde yo estaba pudiera llegar. Es imposible. He pedido que se hagan ese tipo de pericias, pero no”, continuó.

Y siguió explayándose sobre las pruebas que intentó aportar. “Se necesitaba un chivo expiatorio, alguien que pertenecería en la línea de comisaria”. Afirmó que hubo “manipulación de pruebas” y agregó “llevó 12 años en esta situación hablando y hasta gritando mi inocencia, pero sin que nadie oiga. Soy concretamente inocente. Se han ocultado puestas para agraviarme. Los testigos se han ido mudando. Por lo testigos se sabe que hasta prefectura estuvo en el lugar”, declaró.

Contó varias anécdotas y completó “soy completamente inocente, las pruebas lo han demostrado”. Antes de retirarse adelantó que probablemente volverá a hacer uso de su derecho a declarar. La próxima audiencia del juicio será el 3 de septiembre.

CD/RA