El cabo de la federal Ariel Mendoza está acusado por el homicidio de Ariel Domínguez. En agosto de 2011 el joven recibió disparo en la cabeza mientras cruzaba la calle.
El juicio oral por el homicidio de Ariel Domínguez, de 22 años, asesinado en 2011 en el barrio porteño de cuando salía de trabajar, continúa hoy con la segunda ronda de testigos. El joven recibió un disparo en la cabeza que partió de la Browning Thunder 9mm del cabo de la Federal Ariel Mendoza. Según demostraron los testimonios de la primera audiencia, al policía se le cayó el arma durante una persecución y se gatilló al impactar con el asfalto.
La semana pasada comenzó el juicio oral en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº9. Allí, una decena de testigos, entre ellos varios policías, explicaron lo sucedido el 20 de julio de 2011 en el barrio porteño de San Telmo.
Esa tarde, durante los festejos del día del amigo, se produjeron algunos incidentes en la zona de Paseo Colón y Humberto Primo. Hubo persecuciones, varios detenidos y un estallido. En la senda peatonal, sobre Paseo Colón, quedó tendido el cuerpo de Ariel Domínguez. Una bala le atravesó la cabeza cuando cruzaba la calle para tomar el 35 que lo llevaría hasta Avellaneda, donde vivía con sus tres hermanos –dos varones y una mujer- y sus padres.
En la primera audiencia desfilaron unos quince testigos. Las declaraciones fueron guiadas por el fiscal Julio Castro. Al igual que el abogado querellante, Jorge Taiah, intentó dejar en evidencia el accionar irresponsable de Mendoza.
La estrategia de la defensa, a cargo de Alfredo Oliván, apuntó a demostrar que se zafó la traba de la correa de la cartuchera y que no hubo negligencia del policía. Que fue el propio imputado quien compró el material que la Policía Federal debía proveerle y que el Estado es el responsable de la muerte de Domínguez.