Esto dice el periodista Greg Palast en su análisis sobre el litigio que los fondos buitre mantienen con la Argentina. En un artículo del diario británico reveló que, mediante un principio denominado “de cortesía” (“comity”), Obama sólo necesita informar al juzgado federal de Griesa que la demanda de Paul Singer “interfiere con la autoridad del presidente”.
“El financista buitre que intenta devorar a la Argentina puede ser detenido y llevado a punto muerto por una simple nota de Barack Obama a los tribunales”, comienza la nota de Greg Palast en el diario británico The Guardian. El periodista, autor del libro “El picnic de los buitres” (“Vulture’s Picnic”), explicó en su artículo de hoy que el presidente estadounidense “puede evitar que el fondo buitre del millonario Paul Singer reciba un solo centavo de la Argentina invocando la cláusula constitucional de la ‘separación de poderes’”.
El investigador, nacido en Los Ángeles, es especialista en fraude corporativo y estafas organizadas. En su análisis sobre el litigio que los fondos buitre mantienen con la Argentina ante los tribunales de Nueva York, reveló que con la utilización de un principio denominado “de cortesía” (“comity”), Obama sólo necesita informar al juzgado federal de Griesa que la demanda del magnate Paul Singer “interfiere con la autoridad del presidente” de conducir la política exterior. “Caso cerrado”, concluyó.
Repasando los últimos antecedentes en que fue realizada esa presentación presidencial, Palast recordó que “incluso el presidente George Bush invocó ese poder” contra el mismo fondo buitre con el que ahora trata Argentina. En ese caso, fue para bloquear el embargo sobre las propiedades de Congo-Brazzaville, cuando los buitres se volcaron a la extorsión del país africano. El periodista destacó que eso fue realizado aun cuando el jefe del fondo “es uno de los más grandes e influyentes aportantes a los candidatos republicanos” en sus campañas electorales.
Además, el destacado reportero y analista estadounidense aportó un dato: Griesa fue advertido hace treinta años por una corte de apelaciones para que oyera la directiva de un presidente que invocaba sus atribuciones para definir la política exterior del país del norte. Y analizó que en el caso de Singer, el Departamento de Estado informó a Griesa que la administración Obama coincidió con los argumentos legales de la Argentina, “pero el presidente nunca invocó esta mágica cláusula ‘detiene-buitres’”.
"Obama tiene razones para actuar"
El periodista no se privó de criticar al actual mandatario, que “mientras oficialmente acompaña a la Argentina, nada ha hecho que pueda salvar a Buenos Aires (por Argentina) del default”. Y agregó: “La vacilación devastadora de Obama no es sorpresa. Repite la capitulación ante Singer de la última vez que estuvieron mano a mano”.
El reportero trajo a colación que en 2009, mediante una “brillante y compleja maniobra financiera”, el titular de NML Capital tomó el control de Delphi Automotores, la única proveedora de la mayoría de las autopartes que necesitan General Motors y Chrysler. Ambas compañías estaban quebradas, pero Singer y sus socios exigieron al Tesoro de los Estados Unidos que se les pagara miles de millones de dólares en efectivo inmediatamente, o tendrían que cerrar las fábricas.
El gobierno de Obama quiso evitar el salvataje, y hasta el negociador oficial Steven Rattner habló de una “extorsión” de los fondos buitre. Finalmente pagó casi 13 mil millones de dólares en efectivo a Delphi, que de todas formas se las ingenió para cerrar 25 de las 29 plantas y dejar en la calle a 25 mil empleados. Singer y sus socios se quedaron con el dinero.
“En el caso de Argentina, Obama tiene razones para actuar”, contrapone Palast. Y explica que el Departamento de Estado advirtió al juez que adoptar las teorías jurídicas de Singer “podría impedir los acuerdos de reestructuración soberana en todo el globo”. Sostiene que el ejemplo está en Grecia, donde Singer y Kenneth Dart intentaron derrumbar un inmenso pago del Gobierno griego en plena crisis económica europea (2012), “en un intento de crear un masivo default de bancos a lo largo de Europa”.
El periodista de The Guardian analizó los comentarios del Wall Street Journal y el Financial Times, y sostuvo para la prensa Singer interpreta los términos de los contratos de deuda soberana “como un talibán interpreta un acuerdo de paz”. Contundente, agrega: “No peace, no agreement” (No a la paz, no al acuerdo). Explicó que Singer atacó al JP Morgan Chase, al Citibank y al BoNY Mellon, al demandarlos para que le entregaran el dinero que Argentina les pagó durante en la última década.
“Singer se ganó ciertamente sus plumas de buitre”, agregó. Reveló que desde que comenzó a atacar a la Argentina, Singer desbloqueó su multimillonaria cuenta bancaria y se convirtió en el mayor donante de las causas de los republicanos en Nueva York. Agregó que comenzó una encarnizada guerra de campaña política junto a otros inversionistas republicanos. Y concluyó: “En otras palabras, hay un precio por cruzar a Singer. Y a diferencia de la presidenta de Argentina, Obama no parece dispuesto a pagarlo”.