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Infojus Noticias

4-8-2014|15:35|Juicio Nacionales
Se reanudó el juicio oral y público por el accidente ferroviario

Tragedia de Once: declaró un bioquímico que favoreció al motorman

Carlos María Gandini fue quien firmó el análisis de alcoholemia del conductor del tren. “El análisis dio negativo”, explicó. Es el segundo testimonio, en lo que va del juicio, que sostiene lo mismo.

  • El motorman Marcos Córdoba es uno de los 29 imputados por el choque. Télam.
Por: Cecilia Devanna

Tras una semana de receso, el juicio oral y público por la tragedia ferroviaria de Once se reanudó esta mañana. El primer testimonio que se escuchó fue el del bioquímico Carlos María Gandini, que firmó el análisis de alcoholemia del motorman, Marcos Córdoba, uno de los 29 imputados por el choque en el que murieron 52 personas y 789 resultaron heridas. “El análisis dio negativo”, explicó. Es el segundo testimonio, en lo que va del debate, que sostiene lo mismo.

El 22 de febrero de 2012 Gandini, un hombre joven con más de diez años de experiencia en su profesión, trabajaba en el laboratorio tercerizado del sanatorio Fitz Roy, adonde fue derivado Córdoba tras el choque. “Yo firmé el protocolo digitalmente”, explicó. “El valor que dio el análisis era ‘no dosable’, es decir que era negativo. Fue como un 0 para nosotros, estaba por debajo de 13 que es lo que marca el aparato como límite para medir”, dijo Gandini.  “No dio para ninguna duda”, agregó. El análisis fue realizado por la bioquímica Elsa Narváez, que estaba en la casa central del laboratorio Rapela, que era el que funcionaba en el Fitz Roy.

“La muestra dio 6 miligramo por decilitro, que está por debajo de lo que mide el equipo, que es de la marca Abbott. Es negativo. Se marca a partir de 13 y todo por debajo de ese nivel es negativo”, recalcó Gandini.  El aparato de esa marca era modelo AXSYM y fue objeto de numerosas preguntas por parte de los defensores por la forma de medir que tiene.

Gandini contó que al momento del análisis no sabía a quién pertenecía la muestra, “después me enteré de quien era”, explicó en referencia a Córdoba. “El informe se subió digitalmente a las 15 o 15.30 de ese miércoles 22 para que lo vean los médicos que lo atendían”, agregó. Antes las sucesivas preguntas, Gandini respondió explicando cómo es el proceso de guardado de una muestra, la cadena de frío a la que se lo somete y cómo se lo identifica para que no haya confusiones.

Cada una de sus explicaciones fue en respuesta a las preguntas de la partes. “El abogado está amedrentando al testigo”, dijo el fiscal Fernando Arrigo, en referencia a las interpelaciones que uno de los defensores hacia contra Gandini.

Las preguntas contra Gandini siguieron y parecieron ser ataques en busca de la mejor defensa: cuál era su horario de trabajo, cuál cumplió ese día y si fue consultado por alguien respecto del análisis fueron algunas de las preguntas que le realizaron y que tuvieron un modo bastante poco educado. La reiteración de algunas preguntas hizo que el Tribunal les llamara la atención varias veces.

Entre los cuestionamientos a Gandini también estuvo quien le había avisado que el 23 de febrero, al día siguiente de la tragedia, se tenía que presentar a declarar en el juzgado federal de Instrucción, a cargo de Claudio Bonadío. “Creo recordar que fue telefónicamente que me avisaron. Nunca me llegó una citación a mi casa por este tema”, dijo.

Luego del turno de Gandini estaba prevista la declaración de Carlos Fabián Reyes, bioquímico y representante de la firma ABBOTT, fabricante del equipo que midió las muestras de sangre de Córdoba.

Testimonios coincidentes

El testimonio que dio hoy Gandini coincidió con el de la médica internista Mariana Marinesco, que estaba trabajando en el sanatorio Fitz Roy cuando ingresó Córdoba. Marinesco declaró el 7 de julio pasado y explicó que evaluó al motorman en la guardia, lo derivó a terapia intensiva y cuatro días después ordenó el alta médica.  “No tenía signos de embriaguez”, afirmó.

“No, no presentaba signos de intoxicación alcohólica”, detalló ante las repreguntas de las partes  y agregó que tampoco tenía: “ni aliento etílico, ni signos de embriaguez”. 

“Él manifestaba no recordar nada de lo ocurrido”, declaró la médica aunque agregó que el estado general de Córdoba era de lucidez. Marinesco también aseguró que a ese estado se lo denomina “amnesia episódica” y que esta puede deberse tanto a un golpe en la cabeza como un cuadro de stress. “Un cierto bloqueo que hace que la persona deje de recordar”, detalló. “En la guardia estaba estuporoso y varias horas después manifestó la tendencia al llanto”, agregó sobre el estado emocional del motorman.

A nivel físico detalló que el maquinista “no presentaba ningún dolor” y que se le hicieron los análisis de rutina y “el dosaje de alcohol en sangre que dio negativo”, reiteró antes las insistencias de las distintas defensas de los imputados.

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