Las defensas de los acusados por la tragedia del tren de Once pidieron al Tribunal oral que los juzga la anulación de los requerimientos de elevación a juicio de la fiscalía y querellantes, al exponer las llamadas "cuestiones preliminares" en el debate.
La segunda audiencia del juicio por la tragedia de Once fue breve. Durante la primera hora se leyó la última parte de los requerimientos de elevación a juicio. Después, el Tribunal Oral Federal n°2 abrió el debate para tratar las “cuestiones preliminares”, que duró una hora más. Con fuertes críticas al fiscal Federico Delgado –que instruyó la causa- los abogados defensores plantearon la nulidad de todo el proceso. Antes que el presidente del tribunal anunciara un cuarto intermedio hasta el próximo lunes, Gregorio Dalbón -uno de los abogados querellantes- rompió la monotonía de la discusión y respondió a uno de los defensores que reclamaba un debate “técnico”: “Este es un juicio muy popular porque se murieron 52 personas. Tiene clamor popular, la sociedad quiere saber”.
El debate comenzó poco después de las 10. Al igual que en la primera audiencia, el maquinista Marcos Córdoba estaba sentado en la primera fila junto a su abogada Valeria Corbacho. Detrás de ellos, ubicados en hilera detrás de sus abogados, se acomodaron los otros 28 acusados de los delitos de descarrilamiento culposo, agravado por muerte, y defraudación. Entre ellos estaban los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. Sentados uno al lado del otro, permanecieron en silencio y tomaron notas durante las más de dos horas que duró la audiencia.
Después de finalizar la lectura del requerimiento de elevación a juicio que había comenzado en la primera audiencia, el presidente del tribunal abrió el debate. El primero en tomar la palabra fue Jorge Pinto, abogados de Eduardo Sícaro, ex interventor de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). El letrado planteó la nulidad del debate con críticas al fiscal de Instrucción Federico Delgado. “Parece que hubiera hecho mal su trabajo a propósito”, sostuvo.
En la misma línea, el abogado del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, Andrés Marutián, reclamó la nulidad de todos los requerimientos de elevación a juicio al sostener que el fiscal no especificó "los hechos concretamente”. Durante su exposición, el abogado celebró la “honestidad intelectual” del querellante Dalbón, quien en sus últimas declaraciones mediáticas acusó casi exclusivamente al maquinista. “No tengo ningún tipo de simpatía por el doctor Jaime ni que se me mencione de esa manera. Si mi actitud en la prensa les molesta les recuerdo que hay libertad de expresión en argentina. Voy a seguir hablando”, respondería más tarde Dalbón.
Además de las críticas al fiscal por la falta de especificación en las imputaciones, los defensores de Schiavi y Jaime pidieron la nulidad del proceso al considerar que viola el derecho de los imputados de no sufrir “persecución penal múltilple”. Según explicaron los abogados, “las cuestiones de origen patrimonial” de sus defendidos son investigadas desde 2010 por el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°2, a cargo de Sebastián Ramos, en el marco de una causa por el delito de administración fraudulenta en el pago de subsidios a las empresas ferroviarias.
La abogada Valeria Corbacho -defensora del motorman que manejaba la formación que el 22 de febrero de 2012 chocó contra el andén en la estación de trenes de Once y causó 52 muertes- se despegó de sus pares y criticó a la defensa de Schiavi por proponer al Tribunal llamar a un "coloquio" de peritos para analizar lo ocurrido con el tren que chocó en la estación de trenes de Once el 22 de febrero de 2012. "La proposición de hacer un coloquio no se ajusta a los hechos procesales", argumentó la abogada, quien sostiene que hubo una falla técnica en el tren por mal mantenimiento.
Una vez finalizados los planteos respecto a las cuestiones preliminares, el presidente del tribunal resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo lunes a las 10, cuando empiece la etapa de declaraciones indagatorias.