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“En primer lugar quiero reivindicar el principio de inocencia de Juan Carlos Benedicto”. Así abrió su alegato Luis Benedicto Fernández, defensor y hermano de uno de los civiles imputados en la megacausa Jefatura II Arsenales II. Fue el alegato más corto de los que se vienen escuchando: duró media hora. El defensor se refirió a “dos facciones, la militar y la militante” y sostuvo que se asiste a un juicio en el que “los vencedores están siendo juzgados por los vencidos”.

Juan Carlos Benedicto fue señalado por algunos testigos como miembro de ‘la patota’. Le decían ‘JuanCa’, ‘Escribano’ o ‘Conejo’. El acusado no estuvo presente en la sala de audiencias. Permaneció, como lo hace desde principios de año, en el subsuelo del Tribunal Oral Federal. Allí los imputados siguen el juicio a través de un televisor, bajo custodia de personal del Servicio Penitenciario Federal.

Después fue el turno de Julieta Jorrat, que tiene a su cargo la defensa del imputado Hugo Javier Figueroa. Su alegato se dividió en dos partes. La primera fue una exposición de lo que la abogada decidió llamar “la historia completa”. Trató a las víctimas de esta megacausa como "terroristas, asesinos, lacras". Ante estas palabras los familiares de las víctimas se retiraron de la sala. En las sillas quedaron las fotografías de los rostros de los desaparecidos.

La segunda parte de la defensa de Jorrat versó sobre las imputaciones y las pruebas en contra de Figueroa.  Su exposición se extendió hasta la tarde y terminó refiriéndose a los testigos víctimas que declararon en esta megacausa como “asesinos terroristas” y pidiendo la absolución por los casos por los que está imputado Hugo Javier Figueroa.

Los defensores Facundo Maggio y Tomás Roberts tenían sobre sus escritorios estampitas con la imagen de Jesucristo y de la Virgen. Maggio representa al sacerdote católico José Eloy Mijalchick. Cuando empezó su alegato, miembros de la organización H.I.J.O.S. de Tucumán pusieron en la primera fila las imágenes de los religiosos asesinados y desaparecidos durante la última dictadura militar. En cada fotografía las palabras formaban la leyenda: “Nacimos en su lucha, viven en la nuestra”.

Carlos Eduardo Trucco presentó al abogado Luis Velazco, que asistía por primera vez a la audiencia. Velazco fue el encargado de abrir los alegatos del defensor particular y habló de por qué considera que estos juicios van en contra del Derecho Penal. Los pocos familiares de las víctimas que habían ingresado por la tarde se retiraron. El sector de los parientes de los imputados no solamente se llenó, sino que se agregaron dos hileras más de sillas.

Para los dos imputados, estos defensores pidieron la absolución ya que, según indicaron, no solo no se probó la responsabilidad sino que quedó demostrada la inocencia de los mismos.

La audiencia se reanudó hoy a las 9.30 de la mañana con los alegatos del defensor particular Tomás Roberts, abogado de Miguel Chuchuy Linares. Está previsto que se continúe con los defensores oficiales.