Jorge Gerónimo Capitán cumple desde abril de 2013 prisión preventiva en su casa de Barrio Norte. El diario Tiempo Argentino publicó hoy fotografías que demuestran que incumplió en tres oportunidades el arresto domiciliario.
Caminando a paso rápido, a ocho cuadras de su casa, el coronel retirado Jorge Gerónimo Capitán violó la orden judicial de arresto domiciliario con beneficios. Por crímenes de lesa humanidad en el Operativo Independencia, Capitán cumple desde abril de 2013 prisión preventiva en su casa de Barrio Norte. El diario Tiempo Argentino publicó hoy fotografías que demuestran tres violaciones de la orden judicial. Acusado por privaciones ilegítimas de la libertad, torturas y homicidios, Capitán se desempeñó como auxiliar de la Jefatura de Operaciones de Tucumán y revistó como oficial del Estado Mayor del Comando de la Quinta Brigada de Infantería de Tucumán entre el 4 de diciembre de 1975 y el 15 de octubre de 1976.
Al menos en tres oportunidades, Capitán violó la orden judicial que tenía para caminar tan sólo vueltas a la manzana de su casa de Barrio Norte, en Sánchez de Bustamante 1777. La orden judicial establecía que debía ir acompañado por su mujer, que es garante de su seguridad. La primera violación de la orden judicial fue en junio de 2014, la segunda en diciembre y la última, el sábado pasado.
Las fotografías que lo muestran en ropa deportiva, caminando, a más de ocho cuadras de su departamento, son contundentes.
En abril de 2013, el juzgado federal de Tucumán, a cargo de Daniel Bejas, habilitó a Capitán a realizar caminatas diarias de 45 minutos por la misma manzana de su domicilio. El juez le dio el beneficio por supuestos problemas de salud, pero estableció que la Policía Federal lo custodie "informando quincenalmente” al juzgado los movimientos del imputado.
El magistrado también había pedido que la medida fuera supervisada por el Patronato de Liberados. Según ordenó Bejas, el Patronato tenía que presentarse "semanalmente y sin previo aviso de visita" en el departamento de Capitán. Además de Capitán, en aquella resolución, se había ordenado a la Federal vigilar los domicilios de otros tres represores: José Luis del Valle Figueroa, Ernesto Chávez y Alberto Svendsen; también por los crímenes de lesa humanidad del Operativo Independencia.
Para la justicia federal, Capitán realizó "un aporte esencial para el funcionamiento del centro clandestino de detención La Escuelita durante 1975, cuando el gobierno de Isabelita Martínez de Perón autorizó el Operativo Independencia, en Tucumán”. Al militar retirado se le adjudicaron homicidios triplemente agravados, torturas, vejaciones y participación en secuestros durante el terrorismo de Estado. En diálogo con Tiempo Argentino, Capitán rechazó los cargos en su contra y aseguró que está habilitado a caminar por su barrio. Sin embargo, fuentes judiciales consultadas por el diario negaron que se le haya concedido una extensión al recorrido autorizado.
“Tal como quedó registrado por una lente fotográfica, el acusado se pasea por las calles del coqueto vecindario, lejos de su domicilio sin ningún tipo de custodia. Su periplo va mucho más allá de la manzana permitida y llega, como comprobó Tiempo, a casi diez cuadras de su residencia y, a la vez, lugar de la prisión domiciliaria a la que fue condenado”, publicó el matutino.
El fiscal Pablo Camuña se había opuesto a la prisión domiciliaria de Capitán. Había pedido que fuera trasladado al penal de Ezeiza, que tiene equipos y profesionales para atender a represores con problemas de salud, pero el juez decidió beneficiarlo con el arresto domiciliario.
NB/RA