Infojus Noticias

Tres hombres de traje llamaron a la puerta del periodista Víctor Hugo Morales. A través del portero, la empleada pregunta qué buscan. Uno de ellos explica. Menciona las palabras “sanción”, “embargo”, “Cablevisión” y da una cifra de dinero en pesos. La mujer se confunde e interpreta que la empresa de cable reclama por un saldo impago en el servicio. Se lo dice a Bea, la esposa del periodista. “Son los del cable. Dice que deben tres mil pesos”, le trasmite. Bea no comprende y va a corroborar ella misma. En la puerta –de impecable traje negro y pelo rojizo– estaba el abogado del Grupo Clarín, Damián Cassino. Lo flanqueaban dos oficiales de la Justicia. No buscaban cobrar un saldo en el servicio: llevaban un embargo preventivo por 3 millones de pesos, emitido por Juzgado Comercial 11.

El reclamo es por haber puesto al aire en su programa "Desayuno", que se emitía por Canal 7, un tramo de la final disputada entre Boca y el Real Madrid en Tokio en  2000. “Aquello fue un hecho precursor del Futbol Para Todos. Algo que muestra hasta qué punto era bueno dignificar la vida de la gente a través de la posibilidad de democratizar el deporte”, dijo Víctor Hugo a Infojus Noticias, ya más relajado, en el living de su casa. Durante una hora, el pelirrojo abogado y los funcionarios de la justicia revisaron sus pertenencias. “Ahora vamos a tener que hacer una limpieza espiritual”, bromeó Bea.

-¿Cómo vivió esta situación su familia?

-Ya hemos padecido muchos episodios similares, pero nunca uno dentro de nuestra propia casa. Nunca de esta manera tan directa y nunca con la incertidumbre de no saber qué son capaces de hacer. Hoy fue un día infernal para mi familia.

¿Y con respecto a la presencia del abogado del grupo Clarín en su hogar?

-Bueno, el Colorado Cassino es (Héctor) Magnetto. Es el logo de Magnetto. Así que sentimos que el tipo estaba acá, husmeando y mirando nuestras cosas.

-¿Que hizo cuando se enteró que estaban en su casa?

-Tenía una reunión y tuve que suspenderla. Me apuré a llegar a casa. Mi prioridad era tranquilizar a mi gente. Sabía que los tipos estaban abajo desde las 12.15. Habían dicho que si no abrían la puerta la iban a tirar abajo con la policía. Esto es bastante perturbador para tres mujeres solas en su casa. Y yo que no llegaba nunca. Así que lo primero era poner las cosas en orden y traer tranquilidad. En ese momento yo estaba muy acelerado. El transito se me hacía lento, aunque seguro era normal. Todas las cosas me parecían eternidades, era estar dentro de un problema. Y dentro de un problema, las cosas funcionan de la misma manera.

-A más de 15 años después, ¿cómo ve el episodio que motivó la demanda?

-Aquello fue un hecho precursor del Futbol Para Todos. Algo que muestra hasta qué punto era bueno dignificar la vida de la gente a través de la posibilidad de democratizar el deporte. Si Macri gana las elecciones, seguramente se lo devolverá a Magnetto Por mi parte, yo en ese momento sostuve lo que cualquier conductor tiene que hacer. Las decisiones no pasaban por mí, había una productora y un canal detrás. En esos casos, uno puede poner entusiasmo, como el que puse, o el discurso, como el que di, a favor de lo que está ocurriendo. Pero  no es el responsable final.

-¿A dónde cree que quieren llegar?

-Seguramente a llevarse las cosas de mi casa, si consiguen que la Corte Suprema de Justicia ratifique mi culpabilidad, según la encontró la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, conducida por jueces amigos del grupo. Todo, aunque el juez de primera instancia dijo que yo no era culpable.

BFM/WC/RA